La Justicia de EEUU ha condenado este miércoles al conocido locutor y propagador de teorías conspiratorias Alex Jones a pagar casi 1.000 millones de dólares a familiares de las víctimas del tiroteo en la escuela de Sandy Hook, donde 20 niños y 6 adultos murieron en 2012.
Un jurado de Connecticut ha dispuesto que Jones y su podcast InfoWars deben abonar 965 millones de dólares a las familias de ocho de las víctimas de ese tiroteo y a un agente del FBI por haberlos difamado públicamente.
Desde InfoWars, el locutor se ha pasado años difundiendo la teoría de que el tiroteo en la escuela Sandy Hook, de Newtown (Connecticut, EEUU), fue una “farsa”. Las familias de las víctimas decidieron demandar a Jones, que, con las primeras querellas, intentó cambiar de discurso y acabó reconociendo que el tiroteo fue real.
La teoría propagada por Jones llevó a varios de sus seguidores a amenazar y acosar a los padres de las víctimas, entre ellos a los del pequeño Jesse, a quienes acusaron de estar mintiendo sobre la muerte de su hijo con fines políticos.
Quince personas han demandado a Jones: 14 relacionadas con las víctimas del colegio y William Aldenberg, un agente de FBI que también estuvo en el foco de sus ataques.
En agosto, Jones ya fue condenado a pagar casi 50 millones de dólares a los padres de Jesse Lewis. Lewis tenía 6 años cuando el asesino irrumpió en la escuela y acabó con su vida y la de sus compañeros.
El locutor tiene un tercer juicio pendiente, en este caso por una demanda presentada por los padres de Noah Pozner, otro de los menores fallecidos ese 14 de diciembre de 2012.
El pasado julio, Free Speech Systems -firma vinculada a InfoWars- se declaró en bancarrota. En 2019, Facebook prohibió permanentemente de su plataforma y de Instagram, también de su propiedad, a seis líderes de opinión vinculados a posiciones de ultraderecha, entre ellos a Jones, al considerar que “fomentan la violencia”.
El agresor de Sandy Hooks fue Adam Lanza, un joven de 20 años con problemas mentales que disparó a su madre mientras dormía y a continuación se presentó fuertemente armado en la escuela primaria a la que había asistido en su infancia, donde mató a esos 20 niños y 6 adultos antes de quitarse la vida.