Un nuevo ataque con drones golpea un edificio en Moscú por segunda vez en 48 horas

Un dron ha impactado este martes contra un edificio comercial de Moscú, según ha informado el alcalde de la capital rusa, Serguéi Sobyanin. Se trata del mismo edificio dañado por otro ataque con drones ocurrido el domingo.

“Drones ucranianos nos atacaron esta noche. Las fachadas de dos torres de oficinas de la City resultaron levemente dañadas. No hay víctimas ni heridos”, ha informado el alcalde. Otros dos drones han sido derribados a las afueras de Moscú, según el Ministerio de Defensa ruso, que ha culpado a Ucrania del ataque.

Ucrania no se ha pronunciado sobre la autoría de los ataques, pero The New York Times señala que las imágenes del incidente sugieren que los drones parecen corresponder a los modelos de largo alcance fabricados en Ucrania.

Los ataques se producen horas después de que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, advirtiese de que la guerra “está volviendo al territorio de Rusia: a sus centros simbólicos y bases militares”, calificando este tipo de ataques como “inevitables, naturales y totalmente justos”.

Mijailo Podoliak, asesor del presidente ucraniano, ha señalado que “Moscú se está acostumbrando rápidamente a una guerra completa que pronto cruzará al territorio de los autores de la guerra para cobrarles todas las deudas”.

Por otro lado, el Ministerio de Defensa ruso ha informado este martes que dos buques rusos que patrullan el mar Negro han destruido a primera hora de esta madrugada tres drones marinos ucranianos que intentaban atacarlos.

“Esta noche, las Fuerzas Armadas de Ucrania intentaron sin éxito atacar los patrulleros 'Serguéi Kotov' y 'Vasili Bykov' de la Flota del Mar Negro con tres lanchas no tripuladas”, ha señalado Defensa en un comunicado.

El ataque se produjo a 340 kilómetros al suroeste del puerto de Sebastopol, en Crimea, donde está la principal base de la Flota del Mar Negro.

Este es el segundo ataque con drones marinos en una semana. El 25 de julio el patrullero destruyó dos lanchas no tripuladas que se le aproximaban cuando se hallaban a una distancia de 1.000 y 800 metros, según las autoridades rusas..

Los drones marinos ucranianos, que a mediados de julio dañaron el puente de Crimea, que une la anexionada península con la Rusia continental, se han convertido en una arma que supone una amenaza para la superioridad naval rusa en el mar Negro.

Aunque tardó en hacerlo, el Ejército ucraniano reivindicó la pasada semana la autoría del último ataque contra el puente de Crimea.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha asegurado que el puente “es una infraestructura hostil”, construida al margen del Derecho internacional, que se ha convertido en un eslabón logístico crucial para el transporte de munición para el Ejército ruso.