La primera ministra británica se ha llevado un nuevo batacazo en los Comunes: el Parlamento británico ha tumbado, por 149 votos de diferencia –80 menos que el 16 de enero– su acuerdo de retirada, “mejorado” el lunes al filo de la medianoche en Estrasburgo. ¿Y ahora qué?
Nuevas votaciones. Pues, de entrada, este miércoles el Parlamento británico tendrá que decidir si se va de la UE el 29 de marzo sin acuerdo. Es previsible que la moción concite apoyos, pero no deberían superar el centenar. El resto, la mayoría absoluta del Parlamento británico votará en contra de irse de la UE sin acuerdo. En consecuencia, el jueves se votará la posibilidad de prorrogar la fecha de salida: el 29 de marzo.
La reacción de la Comisión Europea. “Lamentamos el resultado de la votación de esta noche [por el martes] y nos decepciona que el Gobierno del Reino Unido no haya podido asegurar una mayoría para el Acuerdo de Retiro acordado por ambas partes en noviembre. En el lado de la UE, hemos hecho todo lo posible para ayudar a la primera ministra a lograr el acuerdo, que ella negoció y acordó con la UE y que fue ratificado. Dadas las garantías adicionales proporcionadas por la UE en diciembre, enero y ayer [por el lunes], no hay más que podamos hacer. Si hay una solución al impasse actual, debe encontrarse en Londres. La UE, por su parte, sigue respetando el Acuerdo de Retirada, incluido el backstop, que sirve para prevenir una frontera dura en Irlanda y preservar la integridad del mercado único europeo, salvo que se encuentren acuerdos alternativos”.
Y prosigue la Comisión: “Con solo 17 días para el 29 de marzo, el resultado de hoy [por este martes] ha aumentado significativamente la probabilidad de un Brexit sin acuerdo o la posibilidad de un no-Brexit. Por nuestra parte, la UE continuará con los preparativos para una salida sin acuerdo y garantizará que estemos preparados para todos los escenarios. En caso de que exista una solicitud razonada en el Reino Unido para una prórroga, la EU a 27 estará lista para considerarla y decidir por unanimidad. La UE a 27 decidirá dando prioridad a la necesidad de garantizar el funcionamiento de las instituciones de la UE y teniendo en cuenta los motivos y la duración de una posible extensión”.
Prórroga. Pero la prórroga no es gratis. Quien la pida, en este caso Londres, deberá argumentarla. Porque no basta con pedirla para concederla. Los 27 están hartos, hastiados, aburridos de la situación, explican fuentes comunitarias. Y no concederán la extensión gratis: necesitan un por qué y un para qué. Y, en función de eso, decidirán el margen.
Plazos limitados. Este lunes por la noche Jean Claude Juncker publicaba una carta dirigida al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. En ella, reconocía que no podía ser que se convocaran elecciones europeas sin Reino Unido. Es decir, que si Reino Unido seguía en la UE entre el 23-26 de mayo, debería convocar elecciones europeas, algo no previsto hasta ahora y con consecuencias: la mitad de los eurodiputados que tenía Reino Unido han sido repartidos entre otros países; y la otra mitad, amortizados.
¿Y para qué? En realidad esto es lo más complicado. Todo puede apañarse en la UE, reconocen fuentes comunitarias, menos saber qué concita mayorías en el Parlamento británico. Si Westminster vota una prórroga de la salida de la UE pero no vota qué quiere conseguir en ese tiempo extra añadido, perfectamente los 27 podrían negar esa extensión a Londres: “No vamos a prorrogar los plazos sin tener claro para qué se pide esa extensión. No vamos a resolver su papeleta, que es interna de Reino Unido”.
La papeleta. Si entre los 27 ya están hartos de hablar de Brexit y de reunirse para el Brexit es porque no quieren reabrir el acuerdo de retirada: el acuerdo costó mucho, casi dos años, lo firmó Theresa May y satisface a los 27. ¿Por qué iban a meterse en la tarea de volver a negociarlo otros dos años para no saber a qué destino llegar? El Tribunal de Justicia de la UE ha abierto una posibilidad de la que, en su momento, no querían saber nada ni la Comisión ni los 27: que Reino Unido retire la petición de salida de la UE. “Si no les gusta el acuerdo, si no son capaces de ponerse de acuerdo en qué quieren y no quieren irse sin acuerdo, pueden retirar la solicitud de marcharse. No valdría una retirada sólo para negociar mejores condiciones, tendría que ser una retirada sincera, y es la posibilidad que ha abierto el tribunal de Luxemburgo”.
¿Había grandes novedades en la votación de este martes? Grandes, grandes... Más bien había reafirmación en lo ya recogido en el acuerdo, en la declaración del Consejo Europeo de diciembre, en la carta de Tusk y Juncker de enero... En realidad, como ha dicho quien se ha convertido en árbitro “de lo que pueden y no pueden acordar la UE y Reino Unido”, el fiscal general británico, “se ha ganado en garantías, pero los riesgos de que Reino Unido se quede atrapado en el backstop siguen existiendo”. Y obviamente es así, porque el backstop está en el acuerdo, porque es la única manera de garantizar que no habrá frontera dura entre las irlandas, algo que pidieron los británicos, que pidieron los irlandeses y que satisface las exigencias del Acuerdo de paz de Viernes Santo, que puso fin a la guerra civil en Irlanda del Norte.
Acuerdo atado y bien atado. Los 27 no van a reabrir el acuerdo. Y menos en estas circunstancias. Otra cosa, explican las fuentes, es que haya una crisis política en Reino Unido, caiga el Gobierno de May, se convoquen elecciones, se prolonguen los plazos, desaparezca el interlocutor y llegue otro... a saber con qué pretensiones. En ese caso, explican las fuentes, podrían reabrir el acuerdo... Si fuera, fundamentalmente, para reafirmar posiciones defendidas por los 27.
Calendario probable. Como no está previsto que dimita May esta semana y todo apunta a que el miércoles se votará en contra de salir sin acuerdo y el jueves a pedir una prórroga, las fuentes entienden que bastará con un intercambio de cartas entre Londres y Bruselas. Y, a partir de ahí, los líderes de la UE, que tienen previsto reunirse en Bruselas en un Consejo los próximos 20 y 21 de marzo, tendrán un debate qué hacer. Y, según las fuentes diplomáticas, no tienen ningún ánimo de conceder una prórroga a ciegas, gratis, sin saber para qué. Y, a día de hoy, no hay ninguna idea clara de para qué puede pedir Reino Unido este jueves una prórroga. “No vamos a dar tiempo para renegociar y enredar”, explican fuentes comunitarias: “Es la única conclusión clara: no se le va a dar una prórroga para que renegocie”.