El nuevo partido europeo de Podemos se presenta: “No es una izquierda perdida en los círculos tecnocráticos, se centra en la acción”

Irene Castro

Corresponsal en Bruselas —

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“No es una izquierda perdida en los círculos tecnocráticos, se centra en la acción”. Así se ha presentado el nuevo partido europeo en el que se ha integrado Podemos: la Alianza de la Izquierda por los Pueblos y el Planeta. Irene Montero y representantes de La France Insoumise, el Bloco portugués, el partido La Izquierda (Suecia), Razem (Polonia), la alianza finlandesa de izquierdas y la Alianza Roja Verde (Dinamarca) han defendido la necesidad de impulsar una izquierda “reunificada” en torno a la plataforma 'Ahora el pueblo' que lanzaron en 2018 Pablo Iglesias,  Jean Luc Mélenchon y Catarina Marins, y que marca distancias con el Partido de la Izquierda Europea (PIE), aunque comparten grupo parlamentario en la Eurocámara.

Los impulsores del nuevo partido aseguran que su objetivo no es impulsar un nuevo grupo parlamentario, pero admiten las desavenencias con el PIE, donde no ha sentado bien la creación de un nuevo partido.

La representante del Bloco, que ha sido junto a la formación danesa la que ha abandonado al otro partido, ha asegurado que esas diferencias vienen desde hace mucho tiempo. “Creemos que el partido europeo debería tener formas muy concretas de dialogar con la gente de toda Europa, debería tener formas realmente concretas de dialogar sobre los derechos de los trabajadores, sobre el cambio climático, sobre el feminismo, debería ser capaz de construir campañas conjuntas que puedan hablar a todas las generaciones, incluidas las más jóvenes, sobre el cambio que queremos, y tener un partido que se centre en campañas y en cuestiones que puedan dialogar con la gente en toda Europa”, ha explicado Marins, que ha considerado que el PIE tiene “otro tipo de organización”.

“Nos gusta una izquierda que no se veta a sí misma, nos gusta una izquierda que pueda dialogar”, ha dicho Marins en una dura crítica al PIE en la que ha deslizado que la integración de nuevas formaciones no fue posible. Aunque no ha mencionado a ninguna, la irrupción de Podemos es un ejemplo de la fractura dentro de la izquierda europea, donde Izquierda Unida está bajo el paraguas del PIE.

“Necesitamos fuertes lazos con los sindicatos, con las ONG, y ese es uno de los primeros objetivos de nuestra alianza. El segundo objetivo es liderar campañas concretas sobre los impuestos a los ricos, sobre el derecho a la vivienda, sobre el clima y el transporte, sobre el alto el fuego en Gaza”, ha dicho Manon Aubry, de la France Insoumise, que es, además, la copresidenta del grupo de la Izquierda en la Eurocámara. Aubry ha aprovechado para cargar con dureza contra socialistas y verdes por formar parte de la mayoría que sustenta a Ursula von der Leyen. “Han aceptado la coalición que es probablemente la Comisión de más extrema derecha que hemos visto en la historia”, ha lamentado.

 “Las élites europeas respondieron a la crisis con una marca o gran coalición de austeridad. 14 años después, estas mismas élites están imponiendo un amplio consenso mundial en toda Europa, con el apoyo de los socialdemócratas, los verdes y los partidos de derechas”, ha dicho Irene Montero, que ha lamentado el aumento del gasto militar y el apoyo a una “escalada militar” en lugar de “proteger la sanidad, la educación o los derechos feministas”. “La gran coalición de la guerra ha sido la excusa para llevar a la extrema derecha de Meloni al corazón de la toma de decisiones en Europa, y será un peligro para avanzar en la justicia social y fiscal, los derechos feministas y las políticas de cuidado del planeta. Esta gran coalición de guerra quiere hacernos creer que no hay alternativa, que ellos están haciendo”, ha agregado la exministra de Podemos.

Los intervinientes en un acto que se ha celebrado en una sala del Parlamento Europeo en Bruselas han clamado por un alto el fuego y contra el “genocidio” en Gaza. También han exigido la ruptura del acuerdo comercial de la UE con Israel. Pero en lo que surgen discrepancias es en torno al apoyo a Ucrania. Mientras que los partidos nórdicos o del este secundan el apoyo militar que presta la UE, fuerzas como Podemos o el Bloco consideran que no habría que financiar la guerra. Pero la propia contradicción existe en el seno de los partidos nacionales, como el caso de la izquierda finlandesa, que se dividió en la votación sobre la entrada del país en la OTAN.

“Somos una coalición anti-OTAN”, ha zanjado Aubry. “La cuestión es que una vez que decimos que no queremos depender de Estados Unidos, (...) la pregunta es: ¿con qué lo sustituimos? ¿Y cómo garantizar la asistencia mutua dentro de la UE? Y eso es en lo que estamos trabajando como propuesta alternativa al sistema de defensa de la UE que, por ahora, tal y como está propuesto, está totalmente alineado con los principios de la OTAN, con el objetivo de la OTAN y, por tanto, con Estados Unidos”, ha explicado la eurodiputada francesa sobre el asunto de la seguridad estratégica de la UE, que tiene diferencias entre los países del este y el oeste que se trasladan en buena medida a los partidos nacionales.