La matanza de París ha causado los primeros actos de venganza contra mezquitas y locales propiedad de musulmanes en Francia. Dos centros religiosos fueron atacados en la noche del miércoles sin que se produjeran víctimas. En el caso de la mezquita de Le Mans, alguien lanzó tres granadas de fogueo. Además, al día siguiente se descubrió un impacto de bala en una ventana del edificio.
En el distrito de Port-la-Nouvelle, cerca de Narbonne, alguien disparó varios tiros contra un centro de oración poco después del último rezo del día. A esa hora, el lugar se encontraba vacío, informa la agencia AFP.
En la mañana del jueves, se produjo una explosión en una tienda de kebabs en la ciudad de Villefranche-sur-Saone sin causar víctimas. El fiscal local lo describió como “un acto criminal”.