Siete trabajadores humanitarios de la organización World Central Kitchen (WCK) han muerto la madrugada del martes en un ataque aéreo israelí en el centro de Gaza, según ha confirmado la propia ONG. Los fallecidos eran de Australia, Polonia, Reino Unido, Palestina y un ciudadano con doble nacionalidad de Estados Unidos y Canadá.
“El equipo de WCK se desplazaba por una zona no conflictiva en dos vehículos blindados con el logotipo de WCK y otro no blindado. A pesar de haber coordinado sus movimientos con las Fuerzas de Defensa de Israel [IDF, por sus siglas en inglés], el convoy fue alcanzado cuando abandonaba el almacén de Deir al-Balah, donde el equipo había descargado más de 100 toneladas de ayuda alimentaria humanitaria llevada a Gaza por la ruta marítima”, explica la ONG en un comunicado.
La ayuda era parte del cargamento de la misión conjunta de WCK y Open Arms, cuyo barco había zarpado de Chipre el pasado sábado con 400 toneladas de alimentos y había llegado este lunes a la costa de Gaza. Se trataba de la segunda misión del corredor marítimo que las dos organizaciones abrieron hace dos semanas, consiguiendo romper el bloqueo impuesto por Israel desde 2007. El barco, explican a elDiario.es desde Open Arms, está ahora volviendo a Chipre junto a las otras tres embarcaciones que formaban parte de la misión. Regresan con mitad de la carga después de paralizar las operaciones de desembarco, a las que había participado el equipo que se encontraba en el convoy atacado. “Estamos aquí porque nos dolían las muertes de los civiles en Gaza, ahora también el vacío irreparable que deja la pérdida de nuestros compañeros de equipo de WCK”, ha escrito el fundador de la ONG, Oscar Camps.
“No es solo un ataque contra WCK, es un ataque contra las organizaciones humanitarias que actúan en las situaciones más espantosas, donde los alimentos se usan como arma de guerra. Es imperdonable”, ha declarado Erin Gore, directora ejecutiva de World Central Kitchen, en el comunicado difundido por la ONG, que ha anunciado que paraliza inmediatamente las operaciones en la región, a la espera de decidir sobre el futuro de su trabajo en la zona.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha llamado este martes por teléfono al chef español, José Andrés, fundador de WCK, para trasladarle sus condolencias. “El presidente ha transmitido que está de luto con toda la familia de World Central Kitchen, ha indicado la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. Biden ha transmitido a Andrés que está ”desconsolado“ por el ataque y, según la Casa Blanca, se ha comprometido a a ”dejar claro“ a Israel que ”los trabajadores humanitarios deben ser protegidos“.
World Central Kitchen tenía en Gaza 60 cocinas y la ayuda alimentaria que las dos ONG habían conseguido llevar a la Franja en su primera misión había servido para preparar entre 550.000 y 700.000 comidas, según contó Camps en una entrevista a elDiario.es, en vísperas del segundo viaje.
Se cree que se trata de los primeros trabajadores humanitarios extranjeros asesinados en la guerra de Gaza desde el 7 de octubre, y que ya se ha cobrado más de 32.900 víctimas, la mayoría mujeres y niños. “Hoy World Central Kitchen ha perdido a varios de nuestros hermanos y hermanas en un ataque aéreo de las IDF en Gaza. Estoy desconsolado y afligido por sus familias y amigos y toda nuestra familia WCK. Estas son personas...ángeles...con los que serví en Ucrania, Gaza, Turquía, Marruecos, Bahamas, Indonesia. No son personas sin rostro... no son personas sin nombre”, ha escrito José Andrés en la red social X.
El fundador de la ONG ha pedido a Israel que ponga fin “a esta matanza indiscriminada”: “Tiene que dejar de restringir la ayuda humanitaria, dejar de matar a civiles y cooperantes, y dejar de utilizar los alimentos como arma. No más pérdidas de vidas inocentes. La paz comienza con nuestra humanidad compartida. Tiene que empezar ahora”.
“No se trata de un incidente aislado. Hasta el 20 de marzo, al menos 196 trabajadores humanitarios habían sido asesinados en el Territorio Palestino Ocupado, desde octubre de 2023”, ha declarado en un comunicado el coordinador humanitario de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, quien ha subrayado que la cifra casi triplica el número de víctimas mortales registrado en cualquier otro conflicto en un año.
Los cuerpos de los trabajadores, recuperados por los equipos de la Media Luna Roja palestina, fueron trasladados primero al Hospital Mártires de al Aqsa, en la misma ciudad de Deir al Balah, y luego al Hospital Abu Yousef al-Najjar, a la espera de evacuación a través del paso fronterizo de Rafah. En las fotografías y los vídeos difundidos en las redes sociales se ve que los trabajadores llevaban equipo de protección con el logo de la ONG.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha reconocido que las fuerzas israelíes han cometido el ataque. “Lamentablemente, en el último día se ha producido un trágico incidente de un ataque no intencionado de nuestras fuerzas contra personas inocentes en la Franja de Gaza”, ha dicho en un comunicado. Netanyahu ha afirmado que se está “examinando a fondo” lo ocurrido y que “harán todo lo posible para que esto no vuelva a ocurrir”, en la misma línea de lo que había declarado el portavoz del Ejército de Israel, Daniel Hagari, en un videomensaje, en el que también expresaba sus condolencias a la organización humanitaria.
Según una información publicada por el diario Haaretz, el convoy fue atacado por la sospecha de que un miliciano de Hamás se había unido a los voluntarios extranjeros. El hombre objetivo del ataque —según el diario israelí, que cita fuentes de seguridad— se quedó en cambio en el almacén usado por la ONG para guardar alimentos. Un dron lanzó tres misiles contra el convoy en el que viajaban los trabajadores humanitarios, a bordo de tres vehículos identificados con el logo de WCK, y que recorría un trayecto que había sido comunicado al Ejército y aprobado con antelación. Después de un primer ataque, los pasajeros trataron de desplazarse a otro vehículo y fueron atacados una segunda vez. Los supervivientes estaban trasladando a los heridos al tercer vehículo, cuando fueron golpeados por un tercer proyectil.
Condena internacional al ataque
El Gobierno estadounidense ha declarado estar “profundamente preocupado” por el ataque y ha pedido a Israel investigar rápidamente lo sucedido. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, —de viaje por segunda vez a Oriente Próximo desde el estallido de la guerra en Gaza— ha trasladado al chef Andrés su pésame y ha dicho estar “horrorizado”. “Vuestra solidaridad, altruismo y compromiso con los que más lo necesitan es un orgullo. El Gobierno de España está con vosotros”, ha afirmado Sánchez en un mensaje en X.
Poco después el presidente del Gobierno, en una intervención desde el campo de refugiados de Jabal Al Husein, en Jordania, ha reclamado explicaciones al Gobierno de Israel, informa José Enrique Monrosi. “Han muerto mientras hacían aquello a lo que esta ONG lleva años entregada, dar de comer”, ha indicado Sánchez. “Espero y exijo que el Gobierno israelí aclare cuanto antes las circunstancias de este ataque, que se ha llevado la vida de siete personas que no hacían más que ayudar”, ha dicho.
También la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha expresado su “solidaridad” y “apoyo” al equipo de WCK en un mensaje en la misma red social. “El genocidio del pueblo palestino y los ataques contra la ayuda humanitaria son las dos caras de una misma moneda”, ha escrito Díaz.
El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, había pedido horas antes una investigación. “Rindo homenaje a los miembros del personal de World Central Kitchen que murieron en un ataque aéreo israelí en Gaza. Condeno el ataque e insto a una investigación”, ha escrito Borrell en su cuenta oficial en la plataforma X. “A pesar de todas las exigencias de proteger a los civiles y a los trabajadores humanitarios, vemos nuevas víctimas inocentes”, ha añadido, reiterando su llamamiento para un alto el fuego inmediato, como se pedía en la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobada el pasado 25 de marzo. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, también ha rendido homenaje a los trabajadores humanitarios que han perdido la vida en el ataque.
El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, ha declarado que ha pedido a Israel “rendir cuentas” por la muerte en el ataque de una trabajadora humanitaria australiana en el ataque, identificada como Lalzawmi Zomi Frankcom, informa EFE. Albanese, en declaraciones a la prensa en la ciudad de Brisbane, que el Gobierno ha contactado con el Ejecutivo israelí y con el embajador de ese país en Australia, Amir Maimon, para esclarecer un suceso “completamente inaceptable” y que va “más allá de cualquier circunstancia razonable”.
El Gobierno británico ha convocado a la embajadora de Israel en Londres, Tzipi Hotovely, por la “inaceptable” muerte de los siete cooperantes, incluidos tres ciudadanos británicos. El ministro británico de Exteriores, David Cameron, ha llamado a su homólogo israelí, Israel Katz, para instarle a que su país “explique urgentemente cómo sucedió esto” y para que haga “grandes cambios que garanticen la seguridad de los cooperantes sobre el terreno”.
Polonia también ha exigido a Israel explicaciones. “Polonia no aprueba que no se respete el derecho internacional humanitario y no se proteja a los civiles, incluidos los trabajadores humanitarios”, se lee en un mensaje del ministerio de Exteriores en X.