El equipo de inspectores de la ONU confirma que hay “pruebas claras y convincentes” de que se utilizaron armas químicas en un ataque de grandes dimensiones producido en un suburbio de Damasco el 21 de agosto. En su informe, resumido por el secretario general, Ban Ki-moon al Consejo de Seguridad, se detallan los resultados de la investigación que llevaron a cabo en territorio sirio.
En la presentación, no se hace ninguna referencia a la autoría del ataque.
Las muestras tomadas en su viaje a Siria (atmosféricas, químicas y médicas) revelan que los proyectos de artillería empleados contenían gas sarín. El equipo tomó declaración a más de 50 personas, entre supervivientes, personal médico y los voluntarios que socorrieron a los heridos. A los que estuvieran expuestos a agentes químicos, se les tomaron muestras de pelo, orina y sangre.
“El 85% de las muestras de sangre recogidas dieron positivo en la prueba del sarín”, informó Ban. “Las muestras biomédicas de 34 de los 36 pacientes seleccionadas por la misión tenían señales de envenenamiento. Casi todas dieron positivo por exposición a sarín”.
Los resultados fueron confirmados por el análisis de los síntomas experimentados por los heridos: “Pérdida de consciencia, dificultad para respirar, visión confusa, inflamación ocular, vómitos y convulsiones”.
También se llegó a la misma conclusión tras analizar 30 muestras de tierra recogidas en las zonas de impacto de los proyectiles de artillería. El análisis de los restos de proyectiles utilizados indicó que habían transportado sarín.
Todo eso permite al equipo de inspectores afirmar sin ningún género de dudas que se lanzaron proyectiles de artillería con gas sarín en tres lugares distintos de la zona de Ghuta, cercana a Damasco: en las localidades de Ein Tarma, Moadamía y Zalmalka.
“Los resultados son abrumadores e innegables. Los hechos hablan por sí solos”, en palabras del secretario general de la ONU.
La propagación del gas
Los testimonios de los supervivientes confirman los síntomas asociados con la inhalación de gas sarín. Los inspectores se entrevistaron con nueve enfermeras y siete médicos que acudieron a ayudar a los heridos: “Informaron que vieron a un gran número de personas caídas en la calle sin signos externos de heridas, algunos con dificultades para respirar, la mayoría de ellos inconscientes”.
Las condiciones atmosféricas en el momento del ataque favorecían la propagación del gas, segun el resumen del informe hecho por Ban Ki-moon. La temperatura cayó entre las dos y las cinco de la mañana. El movimiento del aire hizo que el gas no se expandiera hacia arriba y que penetrara “en los sótanos y en los pisos bajos de las casas”.
Ban calificó estos hechos de crimen de guerra: “Es el uso confirmado de armas químicas contra civiles más significativo desde que Sadam Hussein las utilizó en Halabya en 1988”.
El secretario general de la ONU se felicita del acuerdo alcanzado por EEUU y Rusia para proceder a la destrucción del arsenal químico sirio. Pero además pide que se hagan los esfuerzos necesarios para que los bandos enfrentados en la guerra vuelvan a la mesa de negociaciones.