La Oficina de Servicios de Supervisión Interna de la Secretaría de Naciones Unidas (OSSI) ha concluido su investigación sobre 19 miembros del personal de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) por su supuesta implicación en el ataque de Hamás del pasado 7 de octubre contra Israel, que denunció que esos empleados habían participado en el asalto en el que fallecieron casi 1.200 personas y otras 250 fueron secuestradas.
Según esa investigación, nueve de los miembros de la UNRWA “pueden haber estado implicados en los ataques armados del 7 de octubre” y, por ello, serán despedidos “por el interés de la agencia”, ha informado la Secretaría General de Naciones Unidas en un comunicado.
Respecto a los otros diez trabajadores, la OSSI no encontró evidencias de la implicación de uno de ellos y, en el caso de los otros nueve, las evidencias no eran suficientes para probar su implicación, ha explicado la nota. “Las medidas apropiadas serán tomadas a su debido tiempo, en conformidad con las reglas y reglamentos de la UNRWA”, ha agregado.
La OSSI no ha ofrecido más detalles sobre la investigación que ha desarrollado desde comienzos de año. En enero, la oficina recibió el encargo de investigar a los primeros doce empleados de la UNRWA acusados por Israel, que la agencia suspendió inmediatamente de su trabajo, y empezó a investigar a otros siete en marzo y abril. El secretario general de la ONU, António Guterres, ordenó la investigación para aclarar la posible implicación de trabajadores de la UNRWA en los ataques del 7 de octubre, además de otra más global sobre la actividad general de la agencia humanitaria.
La UNRWA es la mayor organización que presta asistencia a los palestinos, especialmente en Gaza, donde contaba con 13.000 empleados cuando estalló la guerra, en represalia por el ataque del 7 de octubre. Además, emplea a decenas de miles de personas en la Cisjordania ocupada y otros países de Oriente Medio que acogen a refugiados palestinos, principalmente Líbano y Jordania.
Israel ha afirmado que hasta el 11% de los empleados de la UNRWA están relacionados con Hamás o a la Yihad Islámica, otro grupo armado que opera en Gaza, y que hasta 30 de ellos participaron de algún modo en el ataque contra las poblaciones del sur de Israel. Sin embargo, Tel Aviv no ha aportado pruebas de sus acusaciones, que a principios de año llevaron a que más de 15 países suspendieran su financiación a la UNRWA. España no lo hizo en aquel momento y, a día de hoy, la mayoría han reanudado los donativos a la agencia, a medida que se han ido esclareciendo las dudas sobre sus empleados.
El comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, ha emitido un comunicado después de que se dieran a conocer los resultados de la investigación interna afirmando que “la prioridad de la agencia es continuar brindando servicios críticos y que salvan vidas a los refugiados palestinos en Gaza y en toda la región, especialmente en la guerra en curso” en la Franja. “La UNRWA se compromete a seguir defendiendo los principios y valores fundamentales de Naciones Unidas, incluido el principio humanitario de neutralidad, y a garantizar que todo su personal respete la política de la agencia en materia de actividades políticas y exteriores”, ha agregado.