- Punto de vista contrario: Entrevista a Arlen Barrera, coordinador en España del partido opositor Voluntad Popular
El embajador de la República Bolivariana de Venezuela en España, Mario Isea Bohórquez, reivindica el proceso constituyente como el “rechazo del camino de la violencia que quiso establecer la oposición”. Isea Bohórquez, que fue diputado constituyente de la Constitución venezolana reformada de 1999, asegura que “la agenda a la oposición se la está poniendo el sector más violento y extremista con apoyo internacional del Gobierno estadounidense de Donald Trump” y defiende que en el proceso constituyente “es necesario un consenso que va más a allá de los partidos, más allá del Gobierno y la oposición”.
¿Se puede iniciar un proceso constituyente sin llegar a un apoyo del 50% de los votantes?sin llegar a un apoyo del 50% de los votantes
En el caso de Venezuela ha habido una participación del 41,5% del padrón electoral total. Hemos tenido elecciones en las que el presidente ha salido electo con el 30% de los votos efectivos, al igual que en España se consigue ser presidente con un porcentaje que no llega al 50%. En Venezuela ha habido una alta abstención histórica pero en un contexto donde un sector llama a no votar, hay sabotajes, amenazas internacionales y actos de terrorismo un 41,5% es un porcentaje altísimo, que supera la participación de otros procesos. Tiene total legitimidad, está rondando los mejores resultados que tuvo el presidente Hugo Chávez, que es el presidente más votado en la historia de Venezuela, y supera la votación que obtuvo la oposición en la Asamblea Nacional.
¿Cómo interpreta el voto en la Constituyente?
El pueblo dio una elección de democracia y optó por la paz. La acción de esa Asamblea Constituyente es la búsqueda de una clima de paz. Ayer se ratificaron los llamados a la oposición a abandonar los caminos de violencia y a asumir el diálogo constructivo. Hay un mandato claro, la oposición antes de la votación aseguraba que tenía una mayoría de cinco a quince, pero votó gente que es simpatizante clara del presidente Maduro, chavistas y también mucha población venezolana rechazando el camino de la violencia que quiso establecer la oposición.
¿Por qué no se ha hecho este proceso con un referéndum inicial que permitiera saber si el pueblo aprueba una reforma de la Constitución como hizo el presidente Chavez?
Fui constituyente en el año 1999. La anterior constitución de 1961 no contemplaba ninguna previsión para crear una Asamblea Nacional Constituyente, por este motivo el presidente Chávez planteó la necesidad de una Constituyente por la situación de crisis en el país, pero no había mecanismos para convocarla. Los constituyentes de 1999 plantearon un mecanismo recogido en el artículo 348, que establece que la Asamblea Nacional Constituyente puede ser convocada por el presidente en el Consejo de Ministros, por los dos tercios de la Asamblea Nacional, por el 15% de los ayuntamientos reunidos en cabildo o por el 15% de los electores registrados en el padrón. La oposición durante el 2013 y 2014 avisaron de que convocarían una Constituyente si ganaban la mayoría de la Asamblea Nacional, la podían haber activado pero no lo hicieron porque no quieren una salida de debate de ideas ni de confrontación de modelos sino una salida de fuerza.
¿Por qué cree que la oposición no ha querido participar en la Constituyente?
El presidente Nicolás Maduro convocó legítimamente este proceso, llamó a todos los sectores del país a participar, llamó a la oposición a formar parte de la comisión organizadora pero se negaron, se les llamó hasta el último minuto. Lamentablemente, a la oposición le está poniendo la agenda el sector más violento y extremista con apoyo internacional del Gobierno estadounidense de Donald Trump.
¿Va a haber dos asambleas en Venezuela? El presidente Maduro ha amenazado con retirar la inmunidad a los diputados de la Asamblea Nacional donde la oposición tiene la mayoría.
Hay dos roles distintos, en el proceso de 1999 coexistieron. Los constituyentes se van a reunir a procesar todos las propuestas en los temas fundamentales cuyo eje transversal es la búsqueda de la paz y mejorar los sistemas fundamentales: Desde la Justicia a saltar de un modelo económico rentista a un modelo productivo. Para ello es necesario un consenso que va más a allá de los partidos, más allá del Gobierno y la oposición, por lo que hay mecanismos de participación donde todos los sectores del país pueden expresarse. Los poderes constituidos coexisten pero no pueden obstaculizar la labor de la Constituyente, es la norma constitucional.
Se perfila un conflicto con el poder judicial, el presidente Maduro también ha avisado de que podría “tomar el mando” de la Fiscalía.
La población aspira a que si hay una ola de terrorismo haya una actuación de los poderes públicos para garantizar la paz. Con el voto masivo del pueblo a la Constituyente se busca conseguir garantías de paz, por lo tanto, lo que haya que mejorar en materia de Justicia o en el sistema penal se hará. Hasta ahora tenemos un monopolio de la acusación en la Fiscalía General de la República, pero se ha demostrado que no ha funcionado. Hay demasiada impunidad en Venezuela, la Constituyente tendrá que actuar en ese sentido para proveer mecanismos que garanticen que no hay impunidad ni violencia ni corrupción de ningún tipo.
Si los trabajos funcionan normalmente, ¿cuándo podría haber un nuevo ordenamiento constitucional en Venezuela?
En el año 1999 trabajamos seis meses en la Constitución para que posteriormente fuera aprobado el texto en un referéndum. Ahora hay más cultura constitucional, el pueblo maneja la Constitución, hay más referentes. El presidente Hugo Chávez fue en este sentido un gran educador. Aspiramos a que ese debate en la Asamblea Nacional Constituyente reforzado por la participación social conduzca a un texto de calidad superior y que puede ser aprobado en un plazo menor que en 1999.
¿No hay forma de parar la violencia en Venezuela?
Ha habido acciones violentas de la oposición que rayan el terrorismo. En ningún país del mundo se aceptan manifestaciones, mucho menos violentas, el día de las elecciones como ha ocurrido con la Constituyente. Ha habido ataques contra la policía con los que se pretendía generar una imagen de supuesta acción violenta de las fuerzas del orden cuando sucedía todo lo contrario. Se pretendía buscar muertos para engrosar noticias desvirtuantes de la fiesta electoral de Venezuela. ¿Cómo catalogarían a gente que actúa como esa oposición venezolana, quemando gente viva, asesinando a inocentes que no tienen nada que ver muchas veces con las manifestaciones, que lanzan explosivos a bases militares o atacan a funcionarios del orden que están custodiando el orden en las calles?
¿Qué le parece la posición del Gobierno español de no aceptar el resultado de la consulta constituyente?
El Gobierno venezolano es respetuoso con los asuntos internos de España, aunque tenemos nuestra propia visión no nos metemos en los problemas internos como podría ser el referéndum de independencia de Cataluña. Le pedimos al Gobierno español que respete el derecho a la autodeterminación de nuestro país, a resolver nuestros problemas con nuestras propias leyes y de manera soberana. Hacemos un llamamiento a todos los pueblos del Estado español a apoyar este voto por la paz, y le pedimos al Gobierno a que reflexione y reconozca esa voluntad expresada por mas de ocho millones de personas.
¿Qué le parece el tratamiento de los medios de comunicación españoles sobre lo que ocurre en Venezuela?
Hay un apagón con el proceso constituyente y, en general, con lo que realmente pasa con Venezuela. Se manipula y se invisibiliza, las cosas buenas se esconden y las que convienen se tergiversan. En el tema de la violencia opositora se ha falsificado la realidad: Se hace pasar por manifestantes pacíficos a grupos paramilitares que están quemando personas vivas, destruyendo bienes públicos, promoviendo eventos donde le asignan tareas de guerra a menores de edad. Hacemos un llamamiento a que cese esta manipulación y tergiversación porque se está agrediendo a un pueblo que quiere forjar su destino en democracia y en paz.