Pablo Neruda murió “envenenado”, según el informe forense
Pablo Neruda murió “envenenado”. Después de 49 años de su muerte, premio Nobel de Literatura en 1971 y militante del Partido Comunista de Chile, el informe preliminar adelantado por su familia dará a conocer este miércoles que la bacteria clostridium botulinum, hallada en 2017 en el cuerpo del escritor, ha sido la responsable de su muerte. Neruda murió a los 69 años, dos semanas después del golpe de Estado de 1973, después de ser internado por su cáncer de próstata.
“Sabemos ahora que el 'clostridium botulinum' no tendría por qué haber estado en la osamenta de Neruda. ¿Qué quiere decir esto? Que Neruda fue asesinado, hubo intervención en el año 1973 por agentes del Estado”, ha asegurado Rodolfo Reyes, sobrino del poeta. El “clostridium botulinum” es un bacilo que se encuentra por lo general en la tierra, pero los expertos de la Universidad de McMaster (Canadá) y la Universidad de Copenhague concluyeron en el informe que se presentará esta semana que “no se filtró al cadáver de Neruda desde dentro o alrededor de su ataúd”, sino que ya lo tenía antes de morir. La incógnita sigue siendo cómo y quién introdujo la toxina botulínica en el cuerpo del autor.
Los peritos internacionales que investigan la muerte del poeta tienen previsto entregar este miércoles el informe. Esta sería la tercera vez que se programa su entrega en menos de dos semanas y según las últimas informaciones, el juez recibirá el documento pero no informará públicamente de su contenido. En este clima de confusión, la familia y los abogados contactaron con EFE para revelar que la bacteria encontrada se encontraba en el organismo de Neruda “en el momento” de su muerte.
La investigación empezó en 2011, después de que miembros del Partido Comunista (PC), donde militaba el escritor y senador chileno, presentaran una querella cuestionando la versión de la muerte por un cáncer de próstata. La hipótesis surge del testimonio de Manuel Araya, antiguo chófer del poeta, quien sostenía que había sido envenenado con químicos. Ya en 2017, un grupo de investigadores forenses internacionales había concluido que Neruda no falleció de cáncer, como sostenía su certificado de defunción, e informó del hallazgo de la bacteria en el molar del poeta, cuyos restos fueron exhumados de su jardín en Isla Negra.
“Neruda no estaba gravemente enfermo, sólo tenía cáncer. Caminaba con dificultad, tenía dolores, pero no estaba para morir”, ha indicado a EFE Elizabeth Flores, abogada de la familia
La jueza del caso Paola Plaza
La espera ha sido larga para el poeta chileno. No solo tuvo que pasar medio siglo para conocerse la verdad sobre los motivos de la muerte, sino también la presentación del informe que debía haber sido viernes pasado pero quedó suspendida por “problemas técnicos”. Uno de los peritos, Romilio Espejo, no pudo conectarse porque está en una ciudad del sur de Chile, golpeada por los incendios de los últimos días. Rodolfo Reyes, sobrino del escritor, indicó antes a los medios que también tuvieron problemas de conexión algunos de los peritos internacionales que participaron en la elaboración del informe y se encuentran fuera de Chile.
El panel de expertos integrado por científicos de Canadá, Dinamarca y Estados Unidos, y reunidos de manera virtual y presencial desde el pasado 24 de enero, dieron cuenta del origen de la bacteria clostridium botulinum encontrada en un molar del poeta en 2017, responsable del botulismo. es un bacilo que se encuentra por lo general en la tierra y la clave está en determinar si la muestra hallada fue alterada en un laboratorio e inoculada después, lo que demostraría la intervención de terceros.
Neruda ha sido una pieza clave del socialismo chileno. En 1969, el Partido Comunista lo nombró precandidato a presidente, candidatura que él mismo retiró para darle lugar a Salvador Allende, quien un año después llegó a la presidencia. Después de su asunción, Neruda pasó ser nombrado embajador en Francia. En París recibe la noticia de que es reconocido con el premio Nobel de Literatura en 1971.
El 11 de septiembre de 1973, cuando un golpe militar termina con el gobierno de Salvador Allende, Neruda fue trasladado desde su casa en la costa hasta un clínica de Santiago, donde murió el 23 de septiembre. Con la vuelta de la democracia, en diciembre de 1992, se cumplió su última voluntad cuando recibió sepultura en Isla Negra, donde se encuentra su cuerpo junto al de su tercera y última esposa, Matilde Urrutia.
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