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Países nórdicos: similares en lo económico, matices diferentes en su respuesta al coronavirus

Estatua de los tres forjadores en una céntrica plaza de Helsinki (Finlandia) con mascarillas en solidaridad con los afectados por coronavirus.

Álvaro García Hernández

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Los países nórdicos están afrontando la crisis del coronavirus de maneras diferentes. Mientras Noruega y Dinamarca siguen la estela de España o Italia, decretando el confinamiento total de la población, países vecinos como Suecia o Islandia han pedido precaución a sus conciudadanos pero no han impuesto medidas restrictivas. Algo que al principio de la epidemia no se reflejaba en el número de muertos, que era similar, pero que a medida que han pasado los días ha ido dejando latente estas diferencias y ha hecho cambiar de parecer a Suecia, que ha anunciado “medidas extraordinarias”.

Suecia tuvo su primer positivo por coronavirus a finales de enero, en cambio no ha sido hasta marzo cuando ha empezado a aumentar el número de casos exponencialmente, según el conteo de Worldometers. A día de hoy es el país nórdico que más muertes registra con 899 fallecimientos y 10.400 positivos.

En las primeras semanas de la pandemia, Suecia había adoptado una postura similar a la de Reino Unido, en la que abogaban por el buen hacer de los ciudadanos para que cumplieran con la distancia de seguridad y tomaran las precauciones pertinentes. Aunque se ha recomendado el teletrabajo, y las universidades han cerrado, las escuelas siguen abiertas, igual que los bares y tiendas de todo el país.

El primer ministro ha explicado que “no se puede legislar todo”, y ha apelado a la responsabilidad individual de sus ciudadanos. No obstante, ha prohibido los eventos de más de 50 personas y las visitas a residencias de ancianos. Además, ha pedido a la población mayor que evite salir a la calle. Un profesor de la Universidad de Estocolmo ha estimado que con las medidas implantadas hasta el momento la mitad de los suecos estará infectado a final de abril.

Pese a que, según los sondeos, la población ve con buenos ojos estas medidas, la oposición y otros países de su entorno han criticado la laxitud en su respuesta a la crisis. Este martes, el Ejecutivo anunció un acuerdo con la oposición para aprobar una ley de emergencia, vigente hasta finales de junio, que permita implantar medidas inmediatas, como el cierre cafés, restaurantes, bares, centros comerciales o puertos. Aunque todavía no se contempla este escenario.

Hace dos semanas medios locales ya informaron de que el Gobierno estaba buscando fórmulas para más restricciones por la vía del decreto. Un anuncio criticado por los partidos fuera de la coalición de gobierno, que les ha obligado a recular y explicar que aunque implanten medidas por decreto el Riksdag tendrá la última palabra.

Noruega y Dinamarca

En el lado opuesto están Noruega y Dinamarca, que han ordenado el distanciamiento social de toda la población, pero sin decretar el confinamiento obligatorio. Con 674 casos positivos y la primera muerte confirmada, Noruega decidió implementar medidas más drásticas a partir del 12 de marzo y hasta, de momento, el 13 de abril, como el cierre todos los centros educativos, comercios no imprescindibles y bares y restaurantes. La primera ministra, Erna Solberg, ya ha anunciado que algunas medidas, como las grandes aglomeraciones en bares y festivales no se permitirán hasta después de verano. Además, ha ordenado el teletrabajo a todas aquellas personas que puedan cumplir con ello, pero se permite salir a la calle para realizar compras, e incluso hacer deporte.

El pasado lunes, el ministro de Sanidad noruego afirmó tener la epidemia “bajo control” en el país, “después de haber minimizado la transmisión”. Noruega ha registrado más de 6.000 positivos y 103 muertes desde que se inició la epidemia del coronavirus.

En la misma línea está trabajando Dinamarca. El país nórdico fue uno de los primeros países europeos en cerrar las escuelas, y desde principios de marzo ha pedido guardar la distancia de seguridad. Días más tarde, el ejecutivo ordenó el cierre de bares y restaurantes y la paralización de toda actividad no esencial. En cambio, la población puede seguir saliendo a la calle, aunque se han prohibido las aglomeraciones.Además, un pacto entre partidos y agentes sociales ha permitido que el Estado cubra entre el 75% y el 90% del salario de los trabajadores durante tres meses, siempre y cuando la empresa se comprometa a no despedirlos. El Gobierno también se ha comprometido a pagar el alquiler de aquellas empresas que hayan visto reducidos sus ingresos y calculan que la inversión de estas dos medidas será de 5.700 millones de euros.

Pese a que la primera ministra danesa ha extendido algunas medidas hasta mediados de abril, está previsto que el próximo 15 de abril se retomen las clases para los más pequeños. Pero no será hasta después del verano cuando se permitan las grandes concentraciones en el país. Más de 6.000 personas han dado positivo por coronavirus en Dinamarca y 273 han perdido la vida desde que empezó la epidemia.

Reserva de mascarillas desde antes de la Guerra Fría

El pasado 16 de marzo, la primera ministra finlandesa, Sanna Marin, anunció medidas similares a las impuestas en sus países vecinos: cierre de colegios y establecimientos públicos, están prohibidas las aglomeraciones de más de 10 personas, y que las personas mayores de 70 años eviten salir a la calle. En cambio, la cuarentena obligatoria solamente se ha decretado para la región de Helsinki, la capital del país, donde se concentra alrededor del 60% de los casos. Según las cifras facilitadas por el gobierno, hay 2.600 casos, de los cuales 1.627 están en esa región.

Además, el gobierno ha pedido a los influencers que utilicen sus redes sociales para que la población que no consume medios tradicionales tenga acceso a la información necesaria durante la crisis. Según informa The Guardian, la campaña tiene como objetivo también luchar contra la desinformación y ofrecer recomendaciones de uso de estas plataformas como pensar antes de publicar algo, ser crítico con el contenido, distinguir los hechos de las opiniones y no compartir bulos.

Ahora que muchos países han entrado en una pugna internacional por la compra de material sanitario, Finlandia cuenta con una de las mejores reservas de europa en equipos de protección (EPI). En un artículo publicado en The New York Times, Magnus Hakenstad, académico del Instituto Noruego de Estudios de Defensa, explica que “está en el ADN del pueblo finlandés estar preparado para una catástrofe o una Tercera Guerra Mundial”. Algo que también hicieron otros países de su entorno, pero que más tarde abandonaron, en cambio Finlandia lo ha mantenido incluso después de la Guerra Fría.

Aunque se desconoce la cantidad de mascarillas con las que cuenta el país, es información clasificada, hace dos semanas se dio orden para que se distribuyera el material a todos los hospitales del país, utilizando por primera vez en su historia, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, esa reserva, que incluye además otros recursos como semillas, petróleo o incluso material para fabricar munición.

Islandia: objetivo testar a toda la población

Islandia, con 1.700 casos positivos de coronavirus y seis muertos en una población de 364.000 personas, ha decidido controlar la epidemia en el país marcándose el objetivo de hacer tests a todos sus ciudadanos. Hasta este domingo, habían realizado más de 35.000 pruebas, a un 8% de la población. En EEUU, por ejemplo, se han llevado a cabo casi 3 millones de tests, lo que supone un 0,8% de la población.

Esta estrategia ha permitido, explica la Dirección de Salud a CNN, encontrar el origen de cada brote del virus y controlar la epidemia, por lo que no ha sido necesaria la declaración del confinamiento nacional. Aunque sí que se han prohibido las reuniones de más de 100 personas. Por otro lado, se ha impuesto una fuerte cuarentena -2.861 personas a día de hoy- a toda la población que tuviera síntomas, los asintomáticos que han dado positivo, y a todos aquellos con sospechas de haber contraído el virus.

Además, estos datos apuntan a que un 50% de la población islandesa que ha dado positivo en la enfermedad COVID-19 no tuvo síntomas, lo que confirmaría la teoría de que los asintomáticos son una de las principales fuentes de transmisión del virus.

CORRECCIÓN: En una primera versión de esta noticia se decía que Noruega y Dinamarca habían ordenado la cuarentena obligatoria de toda la población, lo que no es correcto. En Noruega no se ha decretado el confinamiento total de la población como en España, sino que se han cerrado comercios no esenciales y escuelas, se han prohibido las aglomeraciones. Se ha pedido mantener el distanciamiento social, pero se puede salir a la calle a realizar compras, a trabajar cuando sea imposible el teletrabajo y a hacer deporte. En Dinamarca las medidas han sido similares, pero está previsto que algunas restricciones se levanten a partir del 15 de abril.

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