El judío israelí Rami Elhanan y el palestino Bassam Aramin están conectados por experiencias comunes. Ambos fueron combatientes, Elhanan como soldado israelí en la guerra de 1973 y Bassam como integrante de la resistencia palestina. Con 17 años de edad fue arrestado y pasó siete años en prisión. Se conocieron en 2004, cuando este último fundó la organización Combatientes por la paz junto a uno de los hijos de Rami.
“Esa reunión cambió nuestras vidas, nos hicimos muy cercanos”, rememoran. “Mi esposa y yo invitamos a Bassam y a su familia a nuestra casa en Jerusalén y ellos a la suya en Anata (Cisjordania). Siempre digo que me enamoré de él, es como un hermano”, cuenta Rami, quien perdió a su hija pequeña, Smadar, en un atentado de Hamás en 1997.
Tres años después de aquel encuentro, el 16 de enero de 2007, un policía israelí mató a la hija de Bassam Aramin, Abir, de diez años de edad, cuando salía de la escuela, cerca de un checkpoint. “Mi mujer y yo corrimos al hospital. Para mí fue como perder a mi hija por segunda vez”, confiesa Rami Elhanan. “Tenemos un pacto de sangre. No necesitamos hablar para entendernos. Es un compromiso mutuo más profundo que todas las relaciones que haya podido tener en mi vida”, añade mientras Bassam le escucha atentamente antes de intervenir.
“Lo que nos pasó es como la energía nuclear: puedes usarla para más destrucción o puedes usarla para traer luz. Es doloroso en ambas situaciones. Pero amamos nuestra vida y queremos existir. Así que usamos este dolor para intentar un cambio positivo entre israelíes y palestinos”, explica Bassam.
Ambos integran la asociación Parent´s Circle, que reúne a palestinos e israelíes afectados por la pérdida de seres queridos. Cuando hablan lo hacen desde un profundo afecto y complicidad. Viajan juntos por todo el mundo dando conferencias para contar su historia y defender la necesidad de un acuerdo de paz justo. elDiario.es mantiene una conversación a tres través de videoconferencia: Rami está en Jerusalén Oeste y Bassam en Jericó (Cisjordania).
Muchos israelíes no nos ven como seres humanos, son los que tienen el poder y sueñan con poseer toda esta tierra
Si fueran líderes políticos, ¿qué pasos darían?
Bassam: No somos líderes políticos, no es nuestra tarea. Yo les diría a los israelíes que pueden firmar la paz con Jordania, con Egipto, con Bahrein, con Sudán, con Emiratos, con Marruecos, pero eso no les va a ayudar. Solo la paz con los palestinos va a garantizar su seguridad. Porque ocupan los territorios palestinos, los palestinos resisten. Deben despertar tras 75 años y entender que lo único que puede garantizar la seguridad es garantizar a los palestinos libertad y seguridad.
Hay muchos israelíes que creen que no somos seres humanos como ellos, lo cual es el principal problema. Y algunos palestinos creen que los judíos no son como nosotros. El problema es que esos israelíes que no nos ven como seres humanos tienen el poder y sueñan con tener toda esta tierra, y hay quienes los apoyan incondicionalmente. Nuestro problema principal es Estados Unidos.
Si yo fuera un político palestino no hablaría con los israelíes. Negociaría directamente con los estadounidenses. Así que creo que ambos somos víctimas de la política estadounidense. Nadie desaparecerá. Nos quedaremos aquí. Israelíes y palestinos. Debemos poder existir en esta tierra. Vamos a compartirla para sobrevivir juntos o continuaremos luchando para siempre.
Por supuesto yo sugiero que Rami sea el primer ministro de la solución de un solo Estado [un Estado democrático donde haya derechos para todos]. El primer ministro o el presidente de Palestina, Israel, o Israstina, como quieras llamarlo.
Ni muros ni armas, nada te protegerá si la otra parte es humillada y oprimida
Rami: Si dependiera de mí, yo haría a Bassam emperador, mi rey, mi presidente y mi primer ministro sin necesidad de que fuera reelegido. [Ambos ríen]. No somos políticos, no depende de nosotros. Hemos pagado el precio de la política y lo único que podemos decirles, desde nuestra experiencia, es que no miren atrás, que miren hacia el futuro.
Detengamos este ciclo interminable de violencia, porque nunca terminará a menos que hablemos entre nosotros. Una palabra es imprescindible para cualquier acuerdo: respeto. Tienes que poder respetar al chico que está a tu lado exactamente como quieres que te respeten a ti. Ni más ni menos.
Una vez que logras esto, todo lo demás son tecnicismos. Y si escuchan nuestra experiencia, se conseguirá. Durante los últimos 16 años no recuerdo un caso en el que no estuviera de acuerdo con mi hermano Bassam, porque compartimos los valores de humanidad, porque nos respetamos.
Porque Israel ocupa los territorios palestinos, los palestinos resisten
¿Cómo afecta la ocupación ilegal israelí en el día a día?
Bassam: Es una ocupación militar directa. No solo está en las fronteras ni en el control del cielo. Tenemos cientos de puestos de control entre las aldeas palestinas y entre los barrios palestinos. No podemos movernos libremente. Por ejemplo, desde hace 42 días estoy en Jericó. Todo está cerrado. Estamos bajo asedio. Nadie puede salir, es muy difícil. Y este es el lugar más tranquilo de la zona. Así que imagina las otras ciudades.
La ocupación hace que no puedas controlar nada en tu vida, las personas necesitan ser libres. Dificulta tener trabajo. Si miramos a Gaza no hay comida, ni agua, ni electricidad, ni telecomunicaciones, ni hospitales, ni panaderías. Bombardearon las panaderías. Es como un genocidio. Esto es la ocupación. La gente no puede vivir así. Con la ocupación no tienes control ni tiempo.
Ante la masacre en Gaza y el desplazamiento forzado, ¿qué creen que pasará? ¿Podrán los palestinos regresar al norte?
Rami: Nadie lo sabe. No creo que ni los generales israelíes sepan qué pasará mañana. Tenemos en nuestras manos una bomba con la cuenta atrás. Tenemos, como dijo Bassam, un genocidio entre manos. Tenemos el destino de cientos y miles de personas que mueren de hambre, que mueren sin medicinas, sin electricidad, sin agua. Y a nadie le importa.
Y tenemos rehenes bajo tierra en Gaza, que no sé si están vivos o muertos. Todo esto es tan loco y tan incontrolable que no creo que nadie pueda darte una respuesta directa.
Hamás expresa la ira del esclavo bajo el pie del opresor. No es agradable. No es gentil, pero es un hecho
Bassam: Pero sabemos un hecho: mañana, como dice Mahmoud Darwish, nuestro poeta nacional, mañana la guerra terminará y los líderes se darán la mano. Y esas ancianas se quedarán esperando el regreso de su heroico marido. Y esta mujer se quedará esperando que regrese su hermano. Y esos niños seguirán esperando que vuelva su padre. No sé quién selló la patria, pero vi quién pagó el precio. Vimos quién pagó el precio. Principalmente civiles.
Gaza no va a desaparecer e Israel no va a desaparecer. Espero que podamos empezar de nuevo, debemos empezar de nuevo, con un proceso político para conducir a un acuerdo de paz. Sabemos que el conflicto no comenzó ayer, Hamás no inventó el conflicto, el conflicto inventó Hamás y la Yihad Islámica y Al Fatah y otras organizaciones.
El 7 de octubre prueba que ni vallas, ni muros ni ninguna tecnología pueden proteger ningún lugar. Si luchas por tu libertad, seguirás luchando y nada te detendrá. La única garantía es un acuerdo de paz que dé a los palestinos su derecho. Entonces dejarán de pelear. No habrá excusa para que Hamás y otros luchen.
La comunidad internacional está dormida, no hace nada. Debe apoyar la paz y el fin de las atrocidades
Hablaban antes de una solución de un solo Estado. Pero la comunidad internacional repite la solución de dos Estados. ¿Qué piensan de esto?
Rami: No nos podría importar menos. La comunidad internacional está durmiendo, no hace nada mientras se producen estos asesinatos. Debe apoyar la paz, el fin de las atrocidades. Podemos tener un Estado. Podemos tener dos. O cinco mil. Podemos tener una confederación. O una federación. Podemos tener muchas soluciones diferentes. Una palabra es esencial: respeto. Una vez que hay un respeto mutuo el resto son tecnicismos que pueden ser logrados. Pero la comunidad internacional debe ser pro paz.
Bassam: Estoy de acuerdo palabra por palabra. Quiero poder enviar a los niños a la escuela y que regresen sanos y salvos.
¿Cómo fue la primera conversación que mantuvieron después de los atentados de Hamás del 7 de octubre?
Bassam: Hablamos aquella misma mañana. Expresamos nuestro temor por lo que sucedería después. Sabíamos de antemano que mucha gente iba a pagar por ello. Especialmente civiles, por supuesto. Y justo eso es lo que está pasando. El horror aumenta cada día.
Rami: Bassam me telefoneó para preguntarme si estaba bien. Si todos estábamos bien. Y me ofreció su casa de Jericó. Lo que sentimos fue devastador. La sensación es que estamos retrocediendo diez años, que todo por lo que trabajamos, todo lo que soñamos, lo que somos, que todo lo que nos involucramos, fue tirado por la borda. Debemos empezar de nuevo.
¿Cómo podría ser ese comienzo?
Rami: Para personas como nosotros es una pregunta obvia. Porque empezamos cada mañana. Cada mañana te despiertas después de una larga noche de insomnio y eliges tu camino. Y no es diferente a cualquier otro día. Tenemos que seguir y hacer todo lo que esté a nuestro alcance como seres humanos, con nuestra autoridad moral, para detener este derramamiento de sangre.
La única garantía es un acuerdo de paz que dé a los palestinos su derecho
¿Han perdido amigos o familiares?
Rami: Tengo muchos buenos amigos en el kibutz Be'eri, allí vive la prima de mi esposa. Estuvimos hablando por teléfono con algunos mientras estaban en el refugio, escuchando los pasos afuera. Vivimos el horror transmitido en directo por teléfono. Por tanto la sensación fue doblemente mala. Más tarde fuimos a visitarlos a su hotel en el mar Muerto. Las historias que contaban eran tan espantosas que ni siquiera puedo repetirlas. Pero hay que estar por encima de esta tragedia y mirar el origen.
¿Cuál es la solución para parar esta violencia? Para mí, y creo que también para Bassam, nada ha cambiado. Básicamente, se esperaban estas rondas interminables de violencia, de venganza, de represalia. Y siempre digo que los perpetradores de los atentados de Hamás del 7 de octubre eran niños en 2014 [cuando una ofensiva israelí mató a más de 2.000 palestinos en Gaza], niños pequeños. Invertimos en odio, invertimos en sangre, en humillación y en opresión y cosechamos estas atrocidades.
Bassam: Tenemos muchos, muchos amigos que han perdido a familiares en Gaza. Es terrible. También conozco a algunos israelíes de Parent´s Circle que viven en el sur. Perdimos a nuestra famosa activista Vivian Silver, de Mujeres por la paz.
Rami, usted luchó en la guerra de 1973 como soldado. Bassem, usted estuvo preso en una cárcel israelí. ¿Cómo cambiaron esas experiencias su forma de ver la vida?
Rami: Es algo que permanece contigo para siempre. Todavía lo recuerdo hoy, 50 años después de aquella guerra. Cada segundo de ello. Y lo cambia todo. Está en tus sueños. Está en tus pesadillas. Hasta hoy. Pero también me hizo pensar sobre las razones por las que estamos dispuestos a matar o a morir. Me hizo buscar respuestas.
Y luego, cuando conocí a las familias palestinas en duelo cuando tenía 47 años, entendí la respuesta. Y el resultado de esa reunión me llevó a hablar con todo el mundo, con gente que quiere escuchar y con gente que no quiere escuchar, para decirles que la violencia sólo traerá más violencia. Que los ejércitos no son la solución a nada. Ni siquiera para protegerse.
El ciclo interminable de violencia no acabará a no ser que Israel hable con todos -incluido Hamás- y haya respeto
No puedes protegerte, como dijo Basam, con muros, con tecnología, con armas. Puedes armarte hasta los ojos. No te protegerá si la otra parte es humillada y oprimida. Necesitas poder hablar. Las razones por las que llaman nazis a Hamás es para impedir cualquier posibilidad de negociación. Porque no se habla con los nazis. Pero Hamás no son nazis. Hamás es gente enojada. Hamás expresa la ira del esclavo bajo el pie del opresor. No es agradable. No es gentil, pero es un hecho. Tenemos que ser capaces de analizarlo y entender que no se detendrá a menos que hablemos con todos, incluido Hamás.
Bassam: ¿Ha oído hablar de los Acuerdos del Viernes Santo en Irlanda? Se pactó con todos, con los prisioneros. ¿Por qué luchan? Para conseguir paz. Cuando la consigan ya estará, eso es el fin de la lucha. Así que es fácil lograr esa transformación desde la violencia a la no violencia, de la lucha armada a las negociaciones de paz.
Si encontramos un proceso de paz, dejarás de pelear. La ideología de matar para siempre no funciona. Al final tendremos que sentarnos y negociar, así que ¿por qué no hacerlo ya? Negociemos ahora. Salvemos nuestras vidas ahora, porque sabemos que al final tendremos que sentarnos y hablar. Así que hablemos ya.
Rami, su postura representa una minoría en Israel. ¿Cómo se siente ante ello?
Rami: Me siento solo y aislado. No soy muy popular. Pero no podría importarme menos. La paz y el respeto son más importantes que eso.
Bassam: Es diferente la sociedad israelí a la sociedad palestina, lo cual es lógico, porque los palestinos estamos bajo la opresión y la ocupación. Nosotros necesitamos libertad y paz más que los israelíes.