El papa Francisco pasó este lunes un minuto muy incómodo durante su visita al santuario de Loreto. Los feligreses se lanzaban uno tras otro a besarle el anillo y él retiraba bruscamente la mano para evitarlo.
No es la primera vez que se da esta situación. En el pasado, el Papa ya ha retirado la mano para evitar que le besen el anillo, un gesto que denota el poder y la jerarquía del que lo recibe. El año pasado, el Papa le quitó la mano al entonces presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski. Los expertos afirman que Francisco evita siempre que puede estas muestras de sumisión.
El anillo que llevaba el papa Francisco este lunes no es el famoso Anillo de Pescador de los papas. Este Anillo de Percador se entrega al pontífice en la ceremonia de inauguración de su papado y se destruye tras su muerte.