Ha sido un triunfo arrollador del ‘No’. Este domingo los 1,3 millones de parisinos inscritos en el censo electoral municipal estaban llamados a las urnas para decidir el destino de los 15.000 patinetes de libre servicio de la capital. Pese a que finalmente solo un 8% de ellos han participado en la consulta, los que lo hicieron se pronunciaron masivamente (cerca del 90%) por la no renovación de los contratos con los operadores de patinetes de libre servicio.
Llegados a las calles de París en 2018 como parte de los nuevos esfuerzos para promover formas alternativas de transporte y reemplazar el uso del automóvil, en los últimos años los patinetes eléctricos han sido objeto de un número creciente de críticas. En particular, se ha señalado el aumento de los accidentes en los que se ven envueltos y la falta de responsabilidad de algunos usuarios. Según sus detractores, se han convertido en un peligro tanto para los propios usuarios como para los peatones, además de que muchos acaban tirados en las aceras.
Unos días antes de la votación, la alcaldesa había declarado en una entrevista concedida a la Agencia France-Presse (AFP) que los patinetes de libre servicio se habían convertido en “una fuente de tensión” entre los habitantes de la capital, cuyo beneficio en materia de reducción de emisiones ciertos estudios ponen en duda.
En los últimos años el Ayuntamiento de París había limitado el número de operadores a tres empresas: la californiana Lime, la franco-holandesa Dott y la alemana Tier, cuyos contratos de gestión expiraban en marzo de este año. De ahí el sentido de la única pregunta en la consulta de este domingo, que dejaba a elección de los votantes la prolongación o no de estas concesiones.
Consulta popular
Aunque la votación no es legalmente vinculante y la decisión final es del Ayuntamiento, Anne Hidalgo había declarado que actuaría en función del resultado. “Esta votación se asemeja a un referéndum, aunque no tenga la forma jurídica”, explicó la alcaldesa de París. En cualquier caso, la consulta no afecta a los patinetes eléctricos de uso particular, solo a aquellos de libre servicio, que deben desaparecer de las calles parisinas antes del próximo 31 de agosto.
El índice de participación, que finalmente se quedó en un 8% (103 084 votantes), era una de las grandes incógnitas de la jornada. Especialmente en un domingo que coincidía con la maratón de París y en pleno periodo de movilizaciones sociales contra la reforma de las pensiones. A pesar de la baja participación, en los colegios del voto del centro de la capital las colas han sido visibles a lo largo de toda la jornada, especialmente por la tarde. “Poco importa el número de votantes”, había afirmado Hidalgo en la misma entrevista a la AFP, “las herramientas de la democracia participativa mejoran a medida que se usan”.
Hidalgo ha comparecido poco después de la votación para agradecer a los parisinos su participación en la consulta. “Nos habéis dado una hoja de ruta muy clara”, ha asegurado la alcaldesa, que ha remarcado que trabajar para hacer efectiva la decisión mayoritaria. “Es una bonita victoria de la democracia local”.
Los tres operadores de patinetes habían criticado la forma de la consulta, pidiendo que se habilitase tanto el voto electrónico como el voto rogado, en busca de una mayor participación de los jóvenes parisinos, más propensos a utilizar este medio de transporte. Se apoyaban además en un sondeo de Harris Interactive que afirmaba que sólo el 33% de los jóvenes de 18 a 24 años habían oído hablar de la votación, frente al 77% de los de 50 a 64 años y el 90% de los mayores de 65.
Influencers
Inquietos por el resultado de la votación, los operadores se han movilizado en las semanas previas para convencer a los votantes. Por ejemplo, buscando colaboraciones con varios influencers. El periodista Vincent Manilève señalaba estos días que varias cuentas muy seguidas en Twitter y TikTok han estado promocionando los patinetes a petición de los tres operadores, que han esponsorizado los contenidos.
También distribuyeron folletos en las facultades universitarias de la capital y alentaron a los usuarios a desfilar durante la última Pari Roller, un evento que cada viernes reúne a patinadores, ciclistas y usuarios de patinetes que atraviesan la ciudad. Además, el domingo los trayectos en los patinetes de libre servicio eran gratuitos para favorecer el desplazamiento de los usuarios a los colegios de voto.
En noviembre de 2022, después de que el Ayuntamiento declarase que estudiaba no renovar los contratos, los operadores elaboraron once propuestas para mejorar la seguridad de usuarios y peatones e integrar mejor a los nuevos vehículos en el espacio público. Entre ellas, una matrícula para facilitar la sanción de los usuarios que no cumplan las normas de circulación.
“Votar contra los patinetes sería retroceder, privar a los parisinos de un modo de transporte eficaz, a solo unos meses de los Juegos Olímpicos”, habían argumentado Dott, Lime y Tier, conscientes del peso simbólico de su presencia en la capital francesa. “Supondría más coches, más motos y más saturación en los transportes públicos”.
La edad mínima de 14 años
Desde que Anne Hidalgo anunciase en enero la celebración de la consulta, la cuestión ha dividido la coalición de partidos progresistas que dirige la corporación municipal. Algunos de los concejales comunistas y ecologistas han mostrado poco interés por la iniciativa y han señalado otros temas que consideran más importantes, como una mejor regulación de las plataformas de alquileres vacacionales.
Por su parte, el Ministro de Transportes, Clément Beaune, presentó el pasado miércoles un plan de acción nacional destinado a regular el uso de los patinetes eléctricos en toda Francia. Beaune, diputado por París del partido de Emmanuel Macron y posible candidato a la alcaldía de la capital en las próximas elecciones, se desmarcó de Anne Hidalgo criticando la consulta y abogando por la regulación en lugar de la prohibición.
“Ha habido cero información [de cara al voto], los argumentos de cada lado no han podido expresarse y sólo hay un colegio electoral por distrito. Y lamento que la pregunta sea binaria”, dijo el ministro en una entrevista en Europe 1. “Se trata de una consulta importante que será observada por muchas otras ciudades de Francia y del extranjero; el debate se ha caricaturizado y simplificado. Los patinetes de libre servicio están disponibles en más de 200 ciudades en Francia y son utilizados diariamente por 100.000 personas, una cifra que no deja de aumentar. Tenemos que reforzar la regulación de estos transportes”, añadió en otra entrevista al diario 20 Minutes.
Bajo el nuevo plan ministerial, la edad mínima para conducir un patinete eléctrico pasará así de 12 a 14 años “para proteger a los más jóvenes”. Las multas aumentarán de 35 a 135 euros para penalizar la conducción por carriles prohibidos o a dos personas en el mismo patinete.
Asimismo, prevé la creación de un observatorio de la micromovilidad y una carta de buenas prácticas que deberán firmar los operadores a partir de ahora (seguridad de los usuarios, trabajo sobre la duración de las baterías de un mínimo de cinco años, reciclaje obligatorio en Francia, etc.). En cuanto al uso obligatorio del casco, “la cuestión sigue abierta: por el momento, hemos optado por no imponerlo, pero se recomienda encarecidamente y nuestras campañas de comunicación así lo repetirán”, añadió el ministro.