Justo cuando pensaba que la persecución había terminado, Maria Efimova, la denunciante rusa que ayudó a destapar los lazos de corrupción entre el crimen organizado y la clase política de Malta, sigue sin poder despertar de esta pesadilla. Sin ir más lejos, el pasado lunes 16 de noviembre el marido de Efimova fue arrestado en Creta a petición de las autoridades chipriotas.
En 2017, Efimova, que es una antigua empleada del Banco Pilatus, se convirtió en la fuente de la periodista de investigación maltesa Daphne Caruana Galizia. La periodista destapó una trama de corrupción y blanqueo de dinero que operaba en Malta, basándose en información extraída de los papeles de Panamá, que involucraba a altos funcionarios del país, incluido su primer ministro, Joseph Muscat. Caruana Galizia, madre de tres hijos, fue asesinada a finales de 2017 al estallar su coche a pocos metros de su casa.
Al principio, Efimova actuó como una fuente anónima para Caruana Galizia, pero al descubrirse su identidad, huyó del país con su marido y sus dos hijos y buscó refugio en Grecia.
A principios de esta semana, cuando su marido, Pantelis Varnava, fue puesto en libertad a la espera de una audiencia judicial, Efimova se puso en contacto con el dirigente del partido MeRA25 y fundador de DiEM25, Yanis Varoufakis. “A estas alturas, salir del anonimato y compartir mi historia con el mundo es lo único que me queda para protegerme a mí y a mi familia. Es como una póliza de seguro, por si nos llega a pasar algo”, afirmó Efimova.
Varoufakis ha expresado su preocupación por la seguridad de Efimova: “La fuente que ayudó a destapar la trama de blanqueo de dinero y corrupción que involucra al ex primer ministro maltés está siendo gravemente atacada por Malta, Chipre y un sistema corporativista criminal dispuesto a todo para silenciarla”. Y añadió: “Lucharemos para protegerla, tal y como hacemos con otros defensores de la transparencia y la libertad de información como Julian Assange”.
“Lo único que pretenden con estas acusaciones falsas contra mi marido es presionarme a mí”, ha declarado Efimova. “Una vuelta de tuerca más.” Dichos cargos se remiten a 2013, cuando ella y Varnava residían en Chipre. Según Efimova, su marido nunca trabajó para la empresa a la cual acusan de robar.
De momento, Efimova ya le ha ganado una batalla al Gobierno maltés: cuando intentaron extraditarla en 2018, un tribunal griego desestimó la petición.
Desde que detuvieron a su marido, Efimova ha estado recibiendo amenazas por Facebook. Mensajes como: “Regresa a Malta o acabaremos encontrándote de un modo u otro. Tienes una deuda pendiente aquí, ¡maldita mentirosa!”. Efimova ha presentado una denuncia a la policía y ha informado a Facebook de los mensajes amenazantes; la red social no se ha pronunciado.
Debido en gran medida a la investigación de Caruana Galizia y a la información crucial facilitada por Efimova, el Banco Central Europeo retiró la licencia al Banco Pilatus en 2018.
Renata Ávila, miembro del colectivo coordinador de DiEM25 y asesora jurídica de Julian Assange, denunció la situación de Efimova como otro caso de acoso a los informantes de todo el mundo: “Hacemos un llamamiento urgente a la Unión Europea para que acelere la adopción de la Directiva sobre informantes. El grado de violencia y corrupción al que deben enfrentarse los que dicen la verdad y la incapacidad de nuestras instituciones para protegerles es insostenible. El caso de Maria Efimova es otra prueba para medir la valentía de Europa; es una oportunidad para actuar de forma conjunta, más allá de las fronteras, y cumplir con el compromiso de proteger y garantizar debidamente la seguridad de los informantes y su derecho a vivir sin miedo a persecuciones ni represalias. Personas como Maria y los otros informantes fortalecen la democracia en Europa.”
Efimova afirma que posee información y pruebas inéditas relacionadas con la investigación de Caruana Galizia sobre negocios ilegales.
Varoufakis ha anunciado que MeRA25, el brazo político de DiEM25 en Grecia, presentará muy pronto una petición al Parlamento griego para que se conceda el asilo a Efimova, así como una propuesta legislativa para mejorar las leyes que protegen a los informantes en Grecia.
A pesar de todo, Efimova teme que la situación empeore y que su vida y la de su familia corra aún más peligro. Además, sabe desde hace poco que se ha presentado una nueva demanda contra ella por perjurio en Malta. Las continuas órdenes de arresto están ahogando económicamente a la familia: “Los costos legales son cada vez mayores y muy pronto estaremos arruinados”, advierte.
“Esto es parte de su estrategia de venganza: silenciarme”