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El partido kurdo de Turquía se enfrenta a la ilegalización tras años de dura represión

Imagen de archivo de una concentración de seguidores del HDP en Turquía

Javier Biosca Azcoiti

23 de junio de 2021 22:31 h

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El Tribunal Constitucional de Turquía ha admitido a trámite este lunes por unanimidad la demanda de 843 páginas preparada por el fiscal jefe del Tribunal Supremo de Apelaciones en la que solicita el cierre del Partido Democrático de los Pueblos (HDP, por sus siglas en inglés). La formación izquierdista es el principal partido de la minoría kurda en Turquía y tercera fuerza política en el Parlamento.

Esa decisión puede hacer desaparecer el HDP, que lleva varios años siendo objeto de una dura campaña de represión por parte del Gobierno de Erdogan y la cual ha afectado desde lo más alto del partido –con sus dos líderes encarcelados– hasta el nivel local –con decenas de alcaldes destituidos, detenidos y encarcelados–. También afecta al Parlamento por la retirada de la inmunidad a los diputados del partido. Actualmente son 13 los exdiputados que están en prisión.

La sentencia en el Constitucional tardará meses en llegar, pero la continua erosión del Estado de derecho y la independencia judicial en Turquía, tal y como ha constatado el Consejo de Europa, entre otras organizaciones, genera inquietud en el HDP.  “La decisión de cerrar el HDP no es una decisión del Tribunal Constitucional, sino del Gobierno. Si finalmente creen que el cierre les beneficiará políticamente, ilegalizarán el partido”, dice a elDiario.es Hisyar Ozsoy, portavoz de Exteriores del partido.

“Desde 2016 no hay Estado de derecho ni independencia judicial, el Gobierno lo controla todo y no creo que haya ningún juez valiente que pueda oponerse a las intenciones de Erdogan”, dice. La demanda en el Constitucional acusa al partido de terrorismo y de trabajar con el PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán –considerado organización terrorista por EEUU, Turquía y la UE–) para destruir la unidad del Estado. Además del cierre, el fiscal pide un veto político temporal a 451 miembros de la formación y la congelación de las cuentas bancarias del partido

Cuestión de supervivencia para Erdogan

Si la demanda tiene éxito, el HDP no sería el primer partido en ser clausurado en Turquía. Todas las formaciones prokurdas se han enfrentado a la persecución judicial por su supuesta cercanía con el PKK y la mayoría han sido disueltas.

El primero fue el Partido Laborista del Pueblo, ilegalizado en 1993 tras tres años de existencia. Su sucesor, Partido Democracia y Libertad, fue disuelto a los seis meses de su formación en noviembre de 1993. El siguiente, Partido Democracia, solo duró un año y también fue clausurado en 1994. Después le llegó el turno al Partido de la Democracia del Pueblo (HADEP), cerrado en 2003. Más tarde nació el Partido Popular Democrático (DEHAP), que se fusionó con el Partido Sociedad Democrática cuando el Constitucional abrió una causa contra ellos. Sin embargo, en 2009 también le llegó el turno al Partido Sociedad Democrática. Por último, en 2008 se creó el Partido Paz y Democracia, que posteriormente se unió con el HDP cerrando el círculo de las formaciones kurdas.

“Generalmente ha habido presión [sobre las formaciones kurdas], pero esta se ha duplicado o triplicado con el Gobierno de Erdogan porque sabe que el HDP tiene un papel decisivo en la política del país”, dice Ozsoy. La afirmación del representante de HDP se basa en que Turquía tiene un umbral de voto muy alto para entrar en el Parlamento, exigiendo un 10%. Esto significa que la entrada del HDP reduce considerablemente las opciones del partido de Erdogan de obtener una mayoría absoluta

Esto ya lo reconoció Erdogan días antes de las elecciones generales de 2018. “Amigos, nuestras ramas del partido deberían hacer un trabajo especial con el HDP. No hablaré de esto en público, solo aquí con vosotros. ¿Por qué con vosotros? Porque si ellos no logran pasar el umbral (del 10% de los votos), eso supone una gran ventaja para nosotros”, dijo en una reunión interna del partido.

“Erdogan se está preparando para las elecciones presidenciales. Por eso quiere destrozar el partido antes de la votación”, dice Ozsoy. “Desde 2015, más de 16.000 personas del partido han sido detenidas. A pesar de esa presión, seguimos siendo una fuerza poderosa de resiliencia y lucha política. Por eso recurre a una 'solución final' e intenta cerrar totalmente el partido. Es un asunto de supervivencia para Erdogan y puede empeorar a medida que nos acerquemos a las elecciones”.

La formación izquierdista obtuvo representación por primera vez en el Parlamento en 2015 y en las elecciones de 2018 volvió a superar el 10%. En los últimos comicios, Erdogan perdió la mayoría absoluta por primera vez desde 2002 y tuvo que formar coalición con el partido ultranacionalista MHP.

Las cifras de la represión

El HDP lleva años resistiendo a la persecución del Gobierno. Los ahora exlíderes del partido Selahattin Demirtas y Figen Yüksekdağ están en prisión desde 2016. A ellos se suman los 13 exdiputados entre rejas. 

El último parlamentario en entrar en prisión fue Omer Faruk Gergerlioğlu, una de las principales voces del país contra los abusos de Erdogan y reconocido defensor de los derechos humanos. Gergerlioğlu ha sido condenado, entre otras cosas, por sus tuits a favor de la resolución del conflicto kurdo. “No pensaba que un mensaje apoyando la paz pudiera causar este tipo de problemas. Esto muestra que el partido en el poder ha renunciado a la razón. Si te opones a su política, estos son los problemas a los que te enfrentas”, decía a elDiario.es pocos días antes de entrar en la cárcel.

Respecto a los ayuntamientos, la situación es más grave. En las últimas elecciones locales, celebradas en marzo de 2019, el HDP obtuvo 65 alcaldías y actualmente solo hay en el cargo seis alcaldes, según denuncia el partido. La mayoría han sido sustituidos por administradores nombrados por el Gobierno, algo de lo que ya advirtió Erdogan antes de los comicios. “Si los que han estado involucrados en terrorismo salen elegidos en las elecciones locales, haremos lo necesario y nombraremos administradores”, dijo el presidente.

“Hay dos rondas de destitución de alcaldes. La primera en 2016, en la que 96 alcaldes elegidos en 2014 fueron expulsados y muchos de ellos arrestados. En 2019 ganamos 65; 48 fueron eliminados directamente y a seis no se les reconocieron la victoria. Aproximadamente 30 alcaldes del HDP siguen actualmente en prisión, aunque es un caos porque les sueltan, les vuelven a arrestar…. En los últimos años ha habido alrededor de 150 destituciones en total”, dice Ozsoy.

Eyyup Doru es miembro del HDP y ha sido representante del partido en Europa. Actualmente es representante global del movimiento kurdo en España y Portugal: “Turquía está muy lejos de los valores de la UE, pero a pesar de esta situación, Europa continúa apoyando económicamente a Turquía y continúa haciendo negocios, por eso las declaraciones suaves [respecto a la represión contra el HDP] no cambian nada para Turquía”. “Nuestros diputados, alcaldes y responsables del partido han sido recibidos por muchos altos cargos europeos y la respuesta a esta barbaridad siempre es que están inquietos o preocupados”.

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