La fecha de la moción de censura al primer ministro italiano, Giuseppe Conte, se decidirá entre hoy y mañana por los representantes del Congreso y del Senado, con la presión de la ultraderechista Liga y los conservadores para que sea cuanto antes.
Los portavoces de las distintas formaciones deberán reunirse para fijar el calendario del debate y la votación sobre la moción presentada por la Liga del ministro del Interior, Mateo Salvini, contra el Gobierno del que él mismo forma parte. La reunión en el Senado será este lunes por la tarde, mientras que en la Cámara de los Diputados se reunirán mañana martes a partir del mediodía. Elisabetta Casellati, presidenta del Senado, ha advertido a La Repubblica que si el líder del grupo no llega a una decisión unánime, la discusión será trasladada a la Cámara.
La moción de censura contra el primer ministro cementa la ruptura del Gobierno de coalición, una alianza entre la Liga y el Movimiento 5 Estrellas (M5S), que el ministro del Interior pretende hacer caer por las desavenencias con sus - hasta ahora - socios.
Después de que Salvini diera por rota la coalición de Gobierno el pasado jueves, tras poco más de un año juntos, el primer ministro Conte no dimitió inmediatamente, sino que anunció que acudiría al Parlamento para que su caída fuera “transparente” y obligar así a dar explicaciones al líder ultraderechista.
La Liga entonces anunció una moción de censura con el Parlamento cerrado por vacaciones y los partidos ya se han dividido en varios bloques sobre la fecha en que deberá tener lugar la votación, que con gran probabilidad perderán Conte y el M5S.
El primer bloque es el de Salvini, que quiere que la moción sea votada inmediatamente, cuanto antes, incluso el día de Ferragosto, el 15 de agosto, festivo en todo el país. El deseo del líder ultraderechista es provocar la caída de Conte, que presente su dimisión y que el jefe del Estado, Sergio Mattarella, convoque elecciones para finales de octubre. Sin embargo, la reapertura extraordinaria del Parlamento no se producirá hasta el 19 o 20 de agosto, según los analistas.
Esta semana Salvini, a cuyo partido todos los sondeos sitúan como el más votado, algo que ya sucedió en las elecciones europeas, se reunirá con los conservadores Forza Italia y Hermanos de Italia para forjar una alianza, informan los medios.
Por otro lado, el antisistema M5S y su líder, Luigi Di Maio, quieren que antes de celebrar la moción, el Parlamento vote ya esta semana su proyecto de ley para suprimir 345 escaños, una de sus reformas más ambiciosas y deseadas.
Entretanto, la izquierda aparece nuevamente fragmentada, con el Partido Demócrata (PD) dividido sobre la conveniencia de apoyar al M5S y a Conte o si apostar por elecciones inmediatamente.
En Italia hay quien dice que el jefe del Estado, tras la moción al primer ministro y su posterior dimisión, podría explorar la posibilidad de una nueva mayoría parlamentaria que permita la creación de un Gobierno provisional o designar a un primer ministro técnico y temporal. De este modo, podría afrontar cuestiones urgentes antes de convocar nuevas elecciones, como la elaboración de unos Presupuestos Generales que deberán ser remitidos a Bruselas antes del 15 de octubre, entre otras cuestiones.
El actual líder del PD, Nicola Zingaretti, que trata de reflotar su formación tras el varapalo de los comicios de marzo de 2018, se niega a cualquier alianza con el M5S, convencido de que esto daría alas a Salvini. Sin embargo, el antiguo primer ministro y senador Matteo Renzi, que aún controla un sector importante del Partido Demócrata, ha abogado por apoyar un Gobierno provisional, de transición, que gestione los temas más urgentes antes de ir a las elecciones.