Agentes de la policía de tráfico pararon este martes a un adolescente de 17 años que conducía un coche sin carnet en Nanterre, a las afueras de París. Uno de los agentes sacó su arma y disparó a bocajarro contra el menor. Una sola bala le atravesó el brazo y después el tórax causando su muerte. En el vehículo no se encontraron objetos peligrosos ni estupefacientes. La muerte de Nahel, que se investiga como homicidio, ha provocado dos noches consecutivas de disturbios en los suburbios de París y en otras ciudades del país.
Una intervención policial abusiva
Según la información inicial de la policía, un vehículo Mercedes de color amarillo cometió una infracción de tráfico y a continuación fue perseguido por dos agentes de policía en moto. En su primer informe tras el incidente, la policía afirma que cuando disparó lo hizo en defensa propia porque el joven aceleró hacia ellos.
Un vídeo grabado por un vecino cuestiona la versión policial. En la grabación, uno de los agentes parece amenazar con meterle “una bala en la cabeza”. El joven acelera intentando huir y el policía dispara. El vehículo choca unos metros más adelante y Nahel muere.
El fiscal de Nanterre ha declarado este jueves que “a la luz de las investigaciones de las pruebas reunidas, la Fiscalía considera que no se reúnen las condiciones legales para el uso del arma”. Al agente, que ha sido suspendido, lo han detenido y se ha abierto una investigación por homicidio voluntario.
De 9.000 a 40.000 policías en las calles
La primera noche de disturbios terminó con 24 detenidos. El jefe de la policía de París afirmó que se quemaron 42 vehículos y que varios agentes resultaron heridos en los disturbios. En la segunda noche, los disturbios escalaron aún más. Se atacaron e incendiaron comisarías, colegios y escuelas y hubo 150 detenidos. En la tercera, al menos 875 personas han sido detenidas. El presidente, Emmanuel Macron, preside este viernes una célula de crisis.
Como respuesta, el ministro de Interior, Gerald Darmanin, ha anunciado este jueves que multiplicará por cuatro el dispositivo policial en todo el país, pasando de 9.000 agentes a 40.000. “Los profesionales del desorden se deben ir a casa. La respuesta del Estado será extremadamente firme”, ha dicho. Una decena de colegios no ha podido abrir sus puertas este jueves y las autoridades han suspendido los servicios de autobús y tranvía en toda la región de Île-de-France.
Este jueves, más de 6.000 personas han pedido justicia por las calles de Nanterre en una marcha encabezada por la madre de la víctima. “Vamos a mostrarles que no somos salvajes”, decía la organización encargada de la marcha. Durante la concentración se han lanzado cánticos contra la policía y se han mostrado pancartas con el lema “la policía mata”. La manifestación ha acabado con nuevos disturbios y enfrentamientos con los agentes, que han lanzado gases lacrimógenos para dispersar a la gente.
Violencia policial en Francia
Según los datos disponibles, 13 personas murieron en Francia a manos de la policía en 2022. Y tres han muerto en lo que va de 2023. “En Alemania se ha producido un tiroteo mortal en 10 años por desobediencia frente a los 16 de Francia en año y medio”, señala en una entrevista con el periódico suizo Le Temps Sebastian Roché, profesor en la universidad Sciences Po que ha investigado las intervenciones de la policía en Francia en los últimos años. El pasado 14 de junio la policía mató a otro joven de 19 años de origen guineano en un control de tráfico.
Sin embargo, la portavoz de la policía nacional en Francia, Sonia Fibleuil, ha señalado que, “contrariamente a lo que se ha dicho”, la policía redujo en 2022 el uso de las armas de fuego (285 incidentes) respecto al año anterior (290). Roché, director de investigación del Centro Nacional de Investigación Científica, argumenta que aunque el uso de las armas de fuego disminuyó ligeramente en 2022, “ese nivel entre 285-290 nunca se alcanzó en los cinco años anteriores a la aprobación de la ley de febrero de 2017”.
Dicha ley, planteada en el marco de la lucha antiterrorista, relajó las condiciones para el uso de armas de fuego por parte de la policía. La legislación autoriza a los agentes a disparar “cuando no puedan inmovilizar, salvo mediante el uso de armas, los vehículos (...) cuyos conductores no obedezcan la orden de detenerse” y “sean susceptibles de perpetrar en su huida atentados contra su vida o su integridad física o la de otras personas”.
Roché ha comparado los tiroteos mortales de la policía contra vehículos en movimiento en el periodo previo y posterior a la ley de 2017 y concluye que estos se han multiplicado por cinco. “Tenemos una diferencia muy marcada con nuestros vecinos. En Francia tenemos un modelo policial bastante agresivo y que pretende generar miedo, más que en otros países europeos, pero menos que en Estados Unidos”, dice el investigador.
El fantasma de 2005
El ministro ha descartado por ahora el estado de emergencia, una medida que sí se aprobó en 2005 con los disturbios que estallaron tras la muerte de dos jóvenes que huían de la policía en los suburbios de París y fallecieron electrocutados. Solo en una noche se incendiaron entonces 1.295 vehículos y se detuvo a 312 personas. En total se quemaron más de 9.000 vehículos en 21 noches de enfrentamientos. Hubo dos muertos, 3.000 detenidos y 56 policías heridos.
Mientras aumenta el despliegue policial, el presidente Emmanuel Macron llama a la calma para evitar una repetición de lo ocurrido en 2005. El presidente calificó la muerte de Nahel de “injustificable” e “inexcusable”. Este jueves también dijo que “los ataques contra la república son injustificables”. “Las próximas horas deben estar marcadas por la justicia y la calma”, pidió. Mientras tanto, algunos partidos de la oposición, como Rassemblement National, de Marine Le Pen, y los conservadores de Les Republicains, han sugerido la necesidad de declarar el estado de emergencia.
El tono no es el mismo que el utilizado entonces por el ministro de Interior, Nicolas Sarkozy, que decía que quería “limpiar el barrio con una Karcher (manguera a presión)”.
“Esto va a ser peor que en 2005”, declara un joven junto a un vehículo quemado a un periodista del diario Le Monde. “Esto se está volviendo muy hostil y muy tenso”.