Más de 190.000 personas, el doble que año pasado, se manifestaron este viernes por las calles de Santiago, en la primera convocatoria de una huelga general feminista en Chile, según la Intendencia Metropolitana de Santiago.
La multitudinaria manifestación, que conmemoró el Día Internacional de la Mujer, también tuvo réplicas en otras 70 ciudades del territorio chileno bajo el lema: “Contra la precarización de la vida, mujeres trabajadoras a la huelga feminista”.
“El fin a la violencia política, sexual y económica hacia mujeres”, “un trabajo digno”, “el derecho al aborto libre, legal y seguro” y “educación no sexista”, son algunas de las diez demandas de esta movilización organizada por la Coordinadora Feminista 8M.
El apoyo a la convocatoria se vivió en las calles, con grandes concentraciones que rebasaron las expectativas, porque, a pesar del llamado de la organización “a la paralización efectiva” del trabajo, la jornada no contó con paros relevantes de la fuerza laboral femenina.
La Central Unitaria de Trabajadores (CUT), uno de los sindicatos mayoritarios de Chile, en un principio solo dio apoyo a las marchas y acciones durante el día, aunque acabó llamando “a paros donde existan las condiciones para ello”.
Otras organizaciones como la Federación de Colegios Profesionales, la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), la Red de Investigadoras (REDI) y las federaciones de estudiantes de las principales universidades chilenas se sumaron a la convocatoria de la huelga.
En la gran manifestación, que solo fue custodiada por mujeres de Carabineros (policía militarizada), se leyeron pancartas en contra de las violaciones “No es no”, de los feminicidios “Por todas las que no están”, y la precarización del trabajo “Exigimos pensiones dignas”.
Esta marcha, culminó una semana con numerosos actos que se realizaron en todo el país para preparar esta huelga feminista.
Cambiar el nombre de las estaciones del metro por el de mujeres, mostrar el cuerpo desnudo -pintado con las reivindicaciones del 8M- y poner a 70 estatuas un pañuelo verde, símbolo de la legalización aborto libre, fueron algunas de los actos simbólicos de esta semana que se inició con el “superlunes feminista”.
Asimismo, Chile amaneció este viernes con la décima víctima de feminicidios en lo que va de año, mientras que en 2018 fueron 42 las mujeres asesinadas por sus maridos o parejas.
Una mujer de 42 años fue asesinada por su expareja en plena calle delante del colegio de su hija, un crimen que conmocionó y “enlutó a Chile”, según reconoció la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Isabel Plá.
En horas de la tarde de este viernes se registró un segundo feminicidio, cuando un mujer murió víctima de los disparos de su pareja en Santiago.
El Gobierno chileno, presidido por Sebastián Piñera, esta semana se manifestó en contra de la convocatoria de la huelga.
“No hay que hacer huelgas, los derechos de la mujer se consiguen movilizándonos entre todos”, afirmó la ministra de Gobierno y portavoz del Ejecutivo, Cecilia Pérez.
No obstante, Piñera anunció este viernes en un acto celebrado en el Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo, que ha puesto “máxima urgencia al proyecto de tipificación del delito de feminicidio” así como del “delito de acoso cibernético”.
Entre las peticiones de la huelga está que se cambie la ley de feminicidios para que incluya todas las muertes machistas y no solo aquellas en las que esté implicado un exmarido, o expareja.
Estos diez puntos se forjaron los pasados 8 y 9 de diciembre en el Encuentro Plurinacional de Mujeres que Luchan y en el que más de 1.300 personas se implicaron para organizar esta primera huelga feminista en Chile.