Una niña de 12 años ha muerto y otras trece personas han resultado heridas, cinco de ellas de extrema gravedad, en un atropello en la terraza de una pizzería en Sept Cors, una pequeña localidad de unos 450 habitantes a una cuarentena de kilómetros en el este de París. El conductor del vehículo fue detenido por las fuerzas de seguridad francesas. Según los primeros elementos recopilados por los investigadores, se trata de un acto voluntario pero sin carácter terrorista.
Un portavoz de la prefectura (delegación del Gobierno) del departamento de Seine et Marne explicó a Efe que, además de la niña fallecida, otras cinco personas que estaban en la terraza de la pizzería resultaron heridas de gravedad (en especial un niño de 3 años que fue evacuado en helicóptero a un hospital de París entre la vida y la muerte) y otros ocho leves, según precisaron fuentes de la Prefectura de Seine-et-Marne a la agencia de noticias.
El conductor del vehículo fue detenido por los gendarmes, indicó el portavoz. El canal de televisión “BFMTV” mostró imágenes del coche, un BMW azul, en el interior del establecimiento contra el que se abalanzó poco después de las 20.00 locales.
El portavoz del Ministerio del Interior, Pierre-Henry Brandet, explicó poco después que aunque “no se puede descartar” la hipótesis terrorista, “no es la pista privilegiada” a la vista de las informaciones sobre el conductor.
La fiscalía reiteró más tarde esta línea de investigación. El fiscal adjunto de Meaux, Eric de Valroger, señaló, que el presunto homicida, un hombre de nacionalidad francesa nacido en 1985, estaba bajo los efectos de narcóticos, sin precisar de cuáles se trataba, aunque puntualizó que no había bebido.
El fiscal confirmó que por el momento se descarta “el móvil terrorista”, que el autor no tenía antecedentes penales ni policiales, y que tampoco era objeto de seguimiento por los servicios secretos.
El conductor, que había intentado suicidarse la semana pasada, fue inmediatamente detenido -testimonios citados por los medios señalan que en un primer momento trató de escapar- y contó a los gendarmes que con esa acción quería quitarse la vida.
De Valroger indicó que los artificieros no encontraron ningún arma ni otro dispositivo peligroso en el coche, pero puso el acento en que “no hay ninguna duda posible sobre el hecho de que decidió voluntariamente” embestir la terraza de la pizzería.
La Fiscalía de Meaux ha abierto una investigación por los cargos de “homicidio voluntario con arma” (en referencia al coche), “tentativa de homicidio voluntario con arma” y “conducción bajo el efecto de estupefacientes”.
Si hubiera elementos que apuntaran a una pista terrorista, la que se haría cargo de las pesquisas sería la Fiscalía de París, competente para ese tipo de casos en todo el territorio francés.
Este suceso en Sept Sorts cobra un eco particular porque se produjo solo cinco días después de que un hombre atropellara en Levallois Perret, a las afueras de París, a seis soldados de la misión de protección antiterrorista Sentinelle.
El autor de ese ataque en Levallois Perret, que sí está siendo investigado como posiblemente terrorista, fue detenido horas después al cabo de una persecución policial en la que fue herido de gravedad por varios tiros, lo que ha impedido su rápido interrogatorio.