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Pese al cambio de EEUU, la mayoría de los países ricos se resiste a la suspensión de las patentes de vacunas

Varias personas protestan ante las oficinas de Johnson & Johnson en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) pidiendo que liberalicen las patentes.

Icíar Gutiérrez

31 de mayo de 2021 22:23 h

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Casi un mes después de que Estados Unidos sorprendiera al mundo con su apoyo a la suspensión temporal de las protecciones de propiedad intelectual de las vacunas contra el coronavirus y tras meses de estancamiento en los debates, una decena de miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC), principalmente ricos, continúan resistiéndose a iniciar negociaciones sobre esta medida.

Según han informado fuentes diplomáticas de Ginebra a elDiario.es, la propuesta de negociar a partir de un texto sobre una exención de las protecciones de propiedad intelectual para combatir la COVID-19 ha “cobrado fuerza” en una reunión informal del Consejo de los ADPIC (el marco normativo internacional del sistema de propiedad intelectual en el comercio) celebrada este lunes, la primera tras conocerse el giro de la mayor potencia económica del mundo.

Estas mismas fuentes explican que, durante la reunión, EEUU, China, Ucrania y Nueva Zelanda se han unido a los impulsores de la medida apoyando una negociación que permita encontrar una estrategia común de la propiedad intelectual para hacer frente a la pandemia.

Sin embargo, una decena de miembros han continuado “expresando sus dudas sobre la conveniencia de iniciar las negociaciones y han pedido más tiempo” para analizar la propuesta revisada presentada hace unos días por Sudáfrica e India, que actualmente cuenta con el apoyo de 63 miembros de la OMC, y que se ha discutido por primera vez este lunes.

Entre estos miembros se encuentran el bloque de la Unión Europea, Reino Unido, Australia, Japón, Singapur, 'Taipei Chino' (Taiwán), Brasil, Corea del Sur, Noruega y Suiza. Ni Rusia ni Canadá han intervenido este lunes en la OMC, de acuerdo con las mismas fuentes.

Las discusiones siguen atascadas por las diferencias sobre si la protección de la propiedad intelectual supone o no barreras en la lucha contra la pandemia, y sobre el uso de algunas medidas ya existentes, como las licencias obligatorias, un proceso que los países de menores recursos argumentan que es engorroso.

Algunas voces consideraron que el cambio de rumbo de EEUU era importante porque, dada su influencia, podía persuadir a los países detractores para que se comprometan y lleguen a algún tipo de acuerdo.

Los países tendrán una nueva oportunidad de definir sus posiciones en la reunión formal del consejo la semana que viene, el 8 y 9 de junio. Pero las medidas en la OMC se suelen adoptar por consenso de todos los miembros. Desde que India y Sudáfrica propusieron la medida el pasado octubre, el organismo ha debatido hasta diez veces, tanto de manera formal como informal, la posibilidad de suspender temporalmente las patentes y otros derechos.

En las últimas semanas, organizaciones de la sociedad civil como Médicos Sin Fronteras (MSF) han pedido a todos los gobiernos que pasen “inmediatamente a las negociaciones sobre un documento concreto y a avanzar en la suspensión de manera urgente”. La medida también ha recibido el respaldo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para resolver la desigualdad en la distribución de vacunas.

Una nueva propuesta encima de la mesa para avanzar

Durante el encuentro de este lunes, Sudáfrica ha tomado la palabra para defender que el texto revisado es una “oportunidad” para centrarse en los debates y concluir las negociaciones en el menor tiempo posible, y ha destacado la disposición de varios miembros de la OMC a entablar negociaciones basadas en el texto, concretamente EEUU y Nueva Zelanda.

El pasado 25 de mayo, junto a India y otros 60 países, la potencia africana reformuló su propuesta a favor de una exención temporal de derechos de propiedad intelectual, entre ellos las patentes, en un intento de conciliar posiciones tras meses de estancamiento por el bloqueo principalmente de los países ricos.

El texto mantiene en gran medida el espíritu del original, pero añade algunas especificaciones en respuesta a quienes habían expresado que era demasiado amplio: agrega la preocupación por las nuevas mutaciones del virus y, como el anterior, reafirma su alcance más allá de las vacunas. Pero detalla que afectaría a los “productos y tecnologías sanitarios” (incluyendo “diagnósticos, terapias, vacunas, dispositivos médicos, equipos de protección personal) así como ”sus materiales o componentes, y sus métodos y medios de fabricación“ para la prevención, el tratamiento o la contención de la COVID-19. Sudáfrica ha alegado este lunes para ello que ”las vacunas son necesarias pero no suficientes para responder a la pandemia“.

La propuesta reformulada también aterriza la duración de la medida, que antes se dejaba abierta: al menos tres años. Y una vez más, no se ciñe solo a las patentes, que otorgan a las empresas un monopolio sobre la producción y buscan proteger sus invenciones de la competencia durante un tiempo limitado. Tal y como está planteada en este momento, si saliera adelante, se suspenderían de manera temporal, mientras dure la pandemia, varias provisiones del llamado Acuerdo de los ADPIC: derechos de autor y los que se derivan de ellos, dibujos y modelos industriales, patentes y protección de la información no divulgada.

India, por su parte, ha defendido que los derechos de propiedad intelectual siguen siendo “el mayor obstáculo” para abordar las limitaciones del suministro de vacunas, pero también ha reconocido que la propuesta de exención no será suficiente, sino un elemento necesario de una estrategia integral, explican fuentes de Ginebra. Mientras tanto, India cree que la exención actuaría como “una medida legal necesaria, proporcionada y temporal, para eliminar las barreras de la propiedad intelectual, al tiempo que allanaría el camino para que más empresas produzcan vacunas, terapias y diagnósticos de COVID-19, al proporcionarles libertad para operar sin el temor de infringir los derechos de propiedad intelectual o la amenaza de litigios”.

Las delegaciones de Pakistán, Mauricio, Tanzania (en nombre del Grupo Africano), Argentina, Mozambique, Bangladesh, Bolivia, Egipto, Nepal, Fiyi, Cabo Verde, Paraguay, Indonesia, Jordania, Zimbabue, Chad, Vanuatu y Kenia han expresado también la necesidad de iniciar negociaciones.

Quiénes han cambiado de posición

Entre el grupo de miembros que han cambiado su posición en la reunión está EEUU, que el 5 de mayo apoyó el inicio de un proceso en la OMC. El país norteamericano ha dicho que está abierto a participar en negociaciones “sobre cualquier propuesta que pueda abordar la necesidad inmediata de aumentar la producción y distribución de vacunas”. Y ha defendido que alentará a otros miembros a dar un “paso adelante con algo a lo que puedan decir que sí” y a “actuar con urgencia”, indican las mismas fuentes.

Hasta ahora, EEUU solo ha mencionado públicamente un apoyo a una exención para las vacunas, a diferencia de la iniciativa de India y Sudáfrica, que también se refiere a medicamentos, pruebas de diagnóstico y otras tecnologías. Esto, a juicio de algunas fuentes consultadas por elDiario.es, puede anticipar ciertas líneas rojas en los debates. El país norteamericano ha explicado que comentará la propuesta revisada en futuras reuniones. En otras palabras, lo que EEUU apoya es avanzar y negociar a partir de un texto, lo cual no quiere decir que respalde el documento de India y Sudáfrica.

China ha dicho que está evaluando detenidamente el nuevo texto que, a su juicio, proporciona una base para las discusiones en las que participará, sostiene, con “un espíritu constructivo”. El delegado chino ha señalado que Pekín apoya una exención de los ADPIC para las vacunas. Nueva Zelanda ha tomado la palabra para manifestar su apoyo a la exención para las vacunas y, en la misma línea, Ucrania ha expresado su respaldo a las negociaciones a partir de textos.

La UE y varios países siguen reacios o piden más tiempo

Otros miembros que hasta ahora se han mostrado claramente en contra de negociar la medida han planteado preguntas y dudas, principalmente sobre el alcance propuesto de la exención, así como sobre su duración.

El delegado coreano, por ejemplo, ha argumentado que la propuesta revisada parece ir demasiado lejos en cuanto al alcance, “ya que crea incertidumbres, incluso consecuencias no deseadas” y cree que la duración de tres años proporciona un “cheque en blanco a los que proponen una exención permanente”, sacando a relucir uno de los principales argumentos de detractores de la medida, el supuesto riesgo de que se desincentive la investigación y la innovación en el futuro.

La Unión Europea, por su parte, ha defendido que el objetivo urgente e inmediato “debe seguir siendo aumentar la producción para compartir las vacunas de forma más amplia y rápida, y garantizar un acceso equitativo a los países de renta baja y media a precios asequibles”. Y para ello aboga por medidas como levantar las restricciones a la exportación de los ingredientes de las vacunas y otros insumos, utilizar al máximo la capacidad de producción existente y acondicionar las instalaciones que puedan adaptarse fácilmente para producir más.

La intención de la UE, ha explicado el delegado que representa al bloque comunitario, es presentar una propuesta a los miembros que, entre otras cosas, tendrá “como objetivo facilitar el uso del sistema de licencias obligatorias tal y como existe actualmente”. Pero no ha aclarado cuándo presentará oficialmente esta iniciativa, explican fuentes de Ginebra. Suiza también ha argumentado que se debe facilitar el uso de las flexibilidades existentes en las normas internacionales en lugar de renunciar a ellas por completo.

Reino Unido ha dicho que quiere continuar las discusiones “activas y constructivas” con los miembros en la OMC, así como a través del G7 y una serie de foros internacionales para encontrar la manera más rápida y eficaz de facilitar el aumento de la producción y el suministro.

Japón, por su parte, ha expresado su disposición a participar en este debate de forma “constructiva” y considera “positiva” la propuesta revisada. También Singapur, Brasil, Taipei Chino, Corea y Noruega consideran “valioso” el nuevo texto y se comprometen a estudiar seriamente la propuesta revisada. Mientras, Australia ha dicho que sigue abierta a todas las propuestas que apoyen el aumento de la producción de las vacunas, incluidas las propuestas de exención.

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