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González Pons prevé que los 'populares' europeos romperán con Orbán si no “da un giro de 180 grados” en las próximas semanas

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —
16 de diciembre de 2020 21:58 h

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Este miércoles estaba previsto que los eurodiputados populares decidieran qué hacer con el jefe del partido de Viktor Orbán (Fidesz/PPE) en la Eurocámara. Tamas Deutsch comparó al presidente de los populares en el Parlamento Europeo, Manfred Weber, con la Gestapo y la policía secreta húngara por defender la vinculación entre el Estado de Derecho y los fondos europeos. Las delegaciones austriacas y polacas –a los populares polacos les hace muy poca gracia el flirteo de Orbán con el ultracoservador gobernante PiS– se movilizaron para promover la expulsión de Deutsch, jefe de la delegación de Fidesz, del grupo popular.

La expulsión Deutsch habría acarreado, previsiblemente, la marcha de los 12 eurodiputados de Fidesz del PPE y habría precipitado la ruptura de la familia popular con Orbán y viceversa.

Así las cosas, los populares europeos, comandados por la canciller alemana, Angela Merkel, que es quien tiene al final en su mano la suerte de Orbán dentro de la familia popular, han tejido una transaccional para evitar ese desenlace en el que se habrían tenido que retratar partidos que hasta ahora han sostenido a Fidesz dentro del PP europeo, como la Forza Italia de Silvio Berlusconi y el PP de Pablo Casado. Y han decidido por amplia mayoría –133 votos a favor, 3 abstenciones y 6 votos en contra– dejar en un castigo los insultos de Deutsch y pasar la pelota a una reunión próxima del Partido Popular Europeo, en principio prevista para febrero de 2021.

El vicepresidente del Grupo Popular en el Parlamento Europeo, Esteban González Pons, ha asegurado este jueves que, si el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, “no da un giro de 180 grados”, Fidesz “será expulsado” del PPE en la próxima asamblea de febrero. “Digamos que tiene un pie en la extrema derecha y otro pie en la democracia cristiana. Cierto que cada vez más apoya su peso sobre el pie que tiene en la extrema derecha”, ha dicho González Pons, quien ha afirmado que expulsarle tiene “la gran ventaja” de que permite mostrar al PPE ante la opinión pública como los “constructores” de la UE, mientras que la “desventaja” sería enviar a un partido de Gobierno a la extrema derecha, como el polaco PiS y no dar tiempo a “que un día Orbán pasará y ese día nos alegraremos de haber pasado la fiebre de Fidesz y tener a ese partido que tradicionalmente fue un partido que luchó por la libertad en Hungría dentro del PPE”.

Así, los populares europeos han decidido “retirar con efecto inmediato de Tamas Deutsch todos los derechos a tiempo de uso de la palabra en el Pleno en nombre del Grupo, a nombramientos como ponente u otros cargos formales en nombre del Grupo hasta que se tomen más decisiones”.

Además, el grupo del PP europeo en la Eurocámara llama a los 12 eurodiputados de Fidesz a que “reflexionen sobre si sus convicciones políticas fundamentales siguen siendo compatibles con los valores del Grupo del PPE”, y pide al Partido Popular Europeo, presidido por el ex presidente del Consejo Europeo, el polaco Donald Tusk, “que tome una decisión final sobre la pertenencia de Fidesz en cuanto las condiciones de salud lo permitan”. En principio, el PPE tiene prevista una reunión en febrero en la que se podría abordar este asunto.

Este debate sobre las palabras de Deutsch se enmarca en el proceso por el que Viktor Orbán ha mantenido bloqueado el fondo europeo de recuperación de 750.000 millones y los presupuestos de la UE para 2021-2027 de 1.074 billones de euros por su oposición que el dinero europeo esté vinculado al respeto del Estado de Derecho.

Y en todo este proceso, Tusk, presidente del Partido Popular Europeo y ex líder del partido de la oposición en Polonia a la pareja de baile de Orbán con el bloqueo de los fondos europeos, fue muy claro. “Quien esté en contra del principio del Estado de Derecho, está en contra de Europa. Espero una posición clara al respecto de todos los partidos del PPE. Los oponentes de nuestros valores fundamentales ya no deberían ser protegidos por nadie”.

La Gestapo

“Si no respetan las reglas de nuestro juego a nivel europeo, lo haremos sin ellos”, dijo Manfred Weber durante la polémica del veto de Polonia y Hungría. Y el jefe de la delegación de Fidesz, Tamas Deutsch, respondió acusándole de prácticas propias de la Gestapo. “Si no tienes nada que esconder, no tienes que tener miedo'. Recuerdo bien que la Gestapo y la ÁVH [policía secreta húngara] tenían el mismo lema”, dijo Deutsch en respuesta a Weber: “Eso es lo que decían, que no debían tener miedo quienes no tuvieran nada que ocultar. Weber no está diciendo la verdad, porque hay valoraciones subjetivas de los derechos que están en línea con las opiniones políticas y que se disfrazan como sus derechos”.

Pero los insultos al final han quedado sólo en castigo individual. “Quizá los jefes de los partidos prefieran esperar a febrero: que el partido expulse a Fidesz y, después, el grupo en el Parlamento Europeo”, explicaban fuentes populares antes de la votación: Ahora todo depende de lo que diga la canciller alemana, Angela Merkel. Si ella decide que hay que echarlos, se les echará. Los italianos, que siempre han estado a su favor, llevan semanas callados. Los franceses harán lo que pida Merkel, igual que los españoles: el otro día ya Esteban González Pons [vicepresidente del grupo popular en la Eurocámara] tuiteó en contra de Deutsch. Se están quedando solos“.

“Otra cosa son las delegaciones del Este”, explican las fuentes. No en vano, el primer ministro esloveno Janez Janša, defensor de la idea del fraude electoral contra Donald Trump, se puso del lado de Hungría y Polonia en el veto al mecanismo del Estado de Derecho. “Es el debate que hubo con Jean-Claude Juncker, cuando Orbán decidió atacarlo con nombres y apellidos, y eso no se puede consentir. Una cosa es que no estés de acuerdo, y otra es hacer campaña insultando a los líderes del partido. Si aquel debate llevó a la suspensión de Fidesz en el PPE, esto puede acabar en expulsión”.

Pero, junto con la fecha de febrero fijada por el presidente del PPE, Donald Tusk, se suma que, quien termina decidiendo la suerte de Fidesz, Angela Merkel, “lleva semanas como presidenta de turno de la UE dedicada a la aprobación de los fondos europeos y al Brexit. Además de al coronavirus, que está despuntando en Alemania”, explican las fuentes, señalando que “no tiene tiempo para este asunto interno”.

“Merkel ha estado muy callada sobre este tema en las últimas semanas”, dicen otras fuentes: “Además, ha sentado mal la excursión del ministro de exteriores”. Péter Szijjártó visitó el pasado 10 de diciembre a líderes de extrema derecha en Holanda, Austria, Dinamarca y Finlandia para hablar sobre “migración”.

Y todo esto ocurre cuando un eurodiputado de Fidesz acaba de ser cazado en una orgía saltándose todas las restricciones por la pandemia de la COVID-19 en Bruselas. Jozsef Szajer (Fidesz/PPE), quien dimitió alegando “fatiga” antes de saberse que había sido pillado en una fiesta sexual en el centro de Bruselas con 25 personas, principalmente hombres, que fueron todas multadas, según adelantaron medios belgas.

El propio Szajer, según medios húngaros, “no solo es un aliado cercano del primer ministro Orbán, él personalmente reescribió la Constitución de Hungría para incluir la siguiente línea: 'Hungría protegerá la institución del matrimonio como unión de un hombre y una mujer”. Este mismo martes, Hungría ha aprobado la ley que impide la adopción a parejas del mismo sexo.

Ahora hay una placa en el desagüe donde terminó la vida política del eurodiputado húngaro Szájer mientras intentaba escapar de la famosa orgía.