El Partido Popular Europeo y los socialdemócratas quieren que la UE niegue las credenciales a Ted Malloch, si como todo parece indicar, Donald Trump lo escoge para ser el próximo embajador de Estados Unidos en Bruselas. Los dos principales partidos de la Eurocámara han propuesto esta medida como respuesta a las declaraciones abiertamente antieuropeas que en los últimos días ha hecho el aspirante.
En una entrevista a la BBC, Malloch predijo que el euro se derrumbaría en 18 meses y en otra a Fox News abogó por debilitar a la UE. “En el pasado ya he tenido puestos diplomáticos que me permitieron ayudar a abatir a la URSS. Quizás ahora es necesario domar a otra Unión”, dijo.
“No podemos acreditar a una persona así. Con alguien así es imposible colaborar”, ha manifestado este miércoles el líder de los populares en el Parlamento Europeo, Manfred Weber, durante el debate que los eurodiputados han celebrado sobre el veto migratorio de Trump. En la misma línea se ha expresado el líder socialista, Gianni Pittella, al pedir que “si se nombra a este embajador”, se le considere “persona non grata”.
La propuesta de ambos partidos de momento no ha tenido gran recorrido. Los Estados miembros ni siquiera se han planteado la posibilidad de estudiar la medida, aseguran fuentes diplomáticas, teniendo en cuenta, además, que Malloch aún no ha sido propuesto oficialmente. Una vez haya tomado la decisión definitiva, el Gobierno estadounidense tendrá que presentar al candidato a la alta representante y corresponde después al Consejo Europeo aceptar las credenciales.
Tampoco ha recogido el guante Federica Mogherini. Durante su turno de palabra en el debate parlamentario, ha aprovechado para criticar una vez más el veto migratorio que ha firmado Trump contra refugiados y nacionales de siete países de mayoría musulmana. “Muchos huyen de grupos terroristas como el Estado Islámico, son víctimas del terrorismo y sobre todo, hombres, mujeres y niños que tienen detrás una historia personal, sueños, temores y un futuro que construir”. Y ha considerado “especialmente triste que esa orden ejecutiva” se firmara “el día del Holocausto”.
La gran mayoría de grupos políticos ha criticado la decisión más polémica de Trump. Pittella ha pedido a los gobiernos europeos que llamen a consultas a sus embajadores en Washington, como “un acto simbólico de protesta”. Weber, por su parte, ha contrapuesto al nuevo inquilino de la Casa Blanca con el expresidente de Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, y el primer ministro británico Winston Churchill, “políticos que en su día lucharon por la paz, y contra el totalitarismo y el egoísmo”, mientras que Trump quiere “liderar el egoísmo”.
Los grupos del ala izquierda del arco parlamentario se han añadido a la denuncia, pero han recordado a los dirigentes europeos que también ellos llevan a cabo políticas contra los inmigrantes. “¿No restringimos el acceso a los refugiados en nuestras fronteras? ¿No tenemos vallas?”, ha preguntado la portavoz de los Verdes, Ska Keller.
La nota discordante la ha puesto el exlíder del UKIP, Nigel Farage quien ha presentado a Trump como el representante de la “democracia genuina”. “Alguien se presentó con un programa y en una semana ha cumplido lo que prometió”, ha dicho.
Los europeos de doble nacionalidad se salvan del veto
Estados Unidos sí permitirá entrar a los ciudadanos europeos que tengan además la nacionalidad de uno de los siete países que Trump ha vetado, según ha explicado Federica Mogherini.
Desde que Trump firmara la orden el pasado viernes, la embajada de la UE en Washington ha mantenido contactos con la nueva Administración para tratar de aclarar cuál de las dos nacionalidades se tendrá antes en cuenta para los europeos y finalmente se han aclarado las dudas.