Este lunes se inicia en Portugal una nueva huelga indefinida de transportistas de mercancías peligrosas. El paro ha sido convocado por el Sindicato Nacional de Transportistas de Mercancías Peligrosas y el Sindicato Independiente de los Transportistas de Mercancías que, tras meses de negociaciones, decidieron este sábado mantenerla.
Este paro llega en medio del verano y cuando han pasado cuatro meses desde la anterior huelga en el sector, que provocó problemas de abastecimiento en los aeropuertos y el transporte público, y dejó gasolineras secas por todo el país.
Para evitar que una situación como esta vuelva a darse, desde el Gobierno se han puesto en marcha varias medidas para mitigar los efectos de la paralización. El país tiene reservas de combustible para tres meses, según el Ejecutivo, que asegura que el problema estará en su transporte hasta los puestos de abastecimiento.
Se han establecido servicios mínimos del 100 % para prioritarios -como aeropuertos, puertos, servicios de seguridad, bomberos y emergencias médicas-, del 75 % para transporte público y del 50 % para el suministro general de ciudadanos.
A esta huelga se une que Portugal se encuentra desde la medianoche del viernes al sábado en alerta por emergencia social, una situación que permite preparar durante el fin de semana la red de puestos de abastecimiento de emergencias.
En caso de que los servicios mínimos no se cumplan, se ha preparado a agentes de las fuerzas de seguridad y militares para que conduzcan los camiones cisterna y el Gobierno no descarta tampoco tener que intervenir legalmente la huelga si fuese necesario para asegurar el funcionamiento de los servicios esenciales.
El primer ministro de Portugal, Antonio Costa ha llevado a cabo este domingo una ronda operativa con el sector energético y de seguridad para calibrar la capacidad de respuesta a la huelga, que provocó desde el jueves colas en algunas gasolineras para llenar el depósito con antelación.
Esto ha generado un aumento del 100 % en la venta de combustible respecto al mismo periodo del año pasado, según datos de la Entidad Nacional para el Sector Energético (ENSE).
También está aumentando la afluencia de portugueses a gasolineras españolas al otro lado de la frontera, donde además el precio del combustible es más barato.
Si la huelga de transportistas no es desconvocada, la situación de emergencia energética se extenderá al menos hasta el 21 de agosto, según decretó el Ejecutivo.