Portugal celebrará las elecciones anticipadas el próximo 30 de enero tras el rechazo parlamentario el pasado miércoles de los presupuestos generales para 2022, según ha comunicado el presidente luso, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa.
“Dije que no habría terceras vías”, ha afirmado el presidente al anunciar la convocatoria. “No habría tercera vía para mantener el presupuesto de este año o para presentar uno nuevo. El rechazo es incomprensible para el ciudadano común”.
El presidente ha disuelto también la Asamblea y ha convocado elecciones, pero el Gobierno del primer ministro socialista António Costa no presentará su dimisión y gobernará en funciones hasta los nuevos comicios.
Rebelo de Sousa fue el primero en avisar, con dos semanas de negociación por delante, que convocaría elecciones si no había acuerdo para aprobar los presupuestos de 2022, pero niega haberse precipitado al adelantar ese escenario. “Prefiero ser criticado por haber hecho eso, que por omisión”, aseguró este martes.
La fecha de las elecciones es determinante sobre todo para los partidos de la derecha, que tenían previstas en noviembre y diciembre primarias para resolver sus disputas internas. El presidente afirmó previamente que no iba a tener en cuenta los procesos electorales partidarios para escoger la fecha que, según dijo, sería “la más razonable”.
A falta de tres votos
El rechazo de los presupuestos puso fin a un acuerdo de gobierno iniciado en 2015 y que representó una anomalía política por las históricas diferencias entre las fuerzas de izquierdas: el gobernante Partido Socialista, el Bloco de Esquerda (BE) y el Partido Comunista (PCP).
Los desacuerdos entre los socios ya quedaron patentes en los presupuestos de 2020 cuando, en plena pandemia, el Bloco de Esquerda (BE) votó en contra de su aprobación. Se salvaron por la abstención del PCP.
Esta vez, los socialistas no fueron capaces alcanzar un acuerdo y conseguir los apoyos necesarios para aprobar los presupuestos generales. Se quedaron a tres abstenciones o votos a favor de ser aprobados. Desde el PCP han acusado al Gobierno de poca voluntad para negociar y creen que los socialistas querían las elecciones. Los comunistas aseguran que su intención no era romper las negociaciones con el Ejecutivo, sino estirarlas al máximo.
Patrícia Lisa, experta en política portuguesa del Real Instituto Elcano, explica que durante los dos últimos años “ha habido varios momentos de crispación, sobre todo en los temas clave de la izquierda, como los asuntos laborales o de sanidad”. La experta menciona un estudio publicado por un medio de comunicación portugués sobre el sentido de voto de 2019 que concluye que el Partido Socialista votó más veces en el Parlamento junto al Partido Popular Demócrata que con sus socios. “Significa que los socios se iban alejando progresivamente”, dice.
Escenario poselectoral
Tanto los partidos como los ciudadanos ya tienen puesta la mirada en qué pasará después de las elecciones, con un resultado, por el momento, incierto.
Uno de los posibles escenarios poselectorales sería la repetición de lo ocurrido en 2019, cuando los socialistas vencieron las elecciones, pero no consiguieron la mayoría absoluta. Dentro del Partido Socialista hay voces que insisten en que sería posible alcanzar un nuevo acuerdo con los antiguos socios de izquierda, el Bloco y el Partido Comunista.
“El entendimiento a la izquierda no fue un paréntesis en la historia de la democracia portuguesa y la derecha se tiene que acostumbrar”, ha dicho el ministro de Infraestructuras, Pedro Nuno Santos. Santos es uno de los candidatos a suceder a Costa al frente de los socialistas cuando decida dejar el liderazgo del partido y el rostro visible del ala más a la izquierda del partido.
Lisa señala que las fuerzas de la izquierda perdieron fuerza en las elecciones municipales de este año, a lo que se le suma el desgaste normal de un Gobierno en el poder desde 2015. La experta no prevé que se refuerce ninguna mayoría, tampoco la que permitiría al Partido Socialista gobernar en solitario, pero añade que la derecha “no está en las mejores condiciones” para las elecciones.
La investigadora del Real Instituto Elcano también apunta la posibilidad de que la extrema derecha salga reforzada, tras un aumento de su presencia y unos “resultados buenos, aunque no especialmente representativos” en las elecciones locales. Según la experta, tener o no un papel relevante tras las elecciones depende “mucho” de quién sea el líder del Partido Popular Demócrata, ya que hay candidatos que admiten alianzas con la extrema derecha y hay otros que no.