Mark Rutte ha anunciado este lunes en un discurso ante el Parlamento que deja la política, antes de dar explicaciones en el hemiciclo por los motivos que llevaron el pasado viernes a la dimisión del Ejecutivo de centroderechas, que lidera desde enero de 2022, por falta de acuerdo sobre políticas de asilo.
Si bien el viernes por la noche, cuando anunció la dimisión en bloque de su Gobierno, Rutte aseguró “tener la energía para continuar como líder del partido” Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), este lunes había cambiado de opinión y ha dicho que “ya no está disponible” como cabeza de lista electoral del VVD, según la Agencia EFE.
“Ha habido especulaciones en los últimos días sobre mis motivos. La única respuesta es: Países Bajos”, dijo Rutte, quien ha explicado que tomó la decisión de abandonar la política la víspera.
Sobre su futuro más inmediato, ha señalado que “no sabe” lo que hará, aunque descartó por ahora una candidatura a la secretaría general de la OTAN u otro cargo de alto nivel en la Unión Europea (UE), y ha aclarado que seguirá dando clases en una escuela de La Haya “tal vez por unos días” más.
Rutte seguirá siendo primer ministro en funciones hasta que se forme un nuevo gobierno tras las próximas elecciones, para las que todavía no hay fecha, pero que se esperan en otoño.
El político liberal de 56 años lideró cuatro gobiernos desde 2010, tres de ellos tuvieron que dimitir antes del final de la legislatura, incluido el que dio por concluido la semana pasada, que estaba integrado por cuatro partidos de centroderecha.
En los últimos meses, ha habido desacuerdos entre las cuatro formaciones sobre cómo gestionar la afluencia de migrantes, pero la situación se tensó el miércoles, cuando Rutte puso sobre la mesa limitar a 200 los familiares de refugiados reagrupados al mes y un periodo de espera de dos años antes de que puedan viajar a Países Bajos, lo cual es una línea roja para los progresistas de D66 y Unión Cristiana (CU).
El primer ministro subrayó en una rueda de prensa el viernes que la decisión de romper la coalición fue “unánime” y no ha sido forzada por ningún partido en concreto. “No era ningún secreto que las cuatro partes tienen puntos de vista diferentes sobre ese tema”, subrayó, asegurando que esto es “muy lamentable, pero es un hecho político”.
Una carrera sin rasgaduras
Su retirada de la política ha sido una sorpresa, ya que Rutte había ganado cuatro elecciones consecutivas desde 2010, superado la dimisión de otros tres Ejecutivos y, hasta el momento, sólo le ganaba en récord de permanencia al frente de un gobierno europeo el húngaro Viktor Orbán, con quien mantuvo varios rifirrafes los últimos años sobre el Estado de derecho.
Llegó con 43 años a Het Torentje, su oficina en La Haya, siendo el primer jefe de gobierno liberal en casi un siglo. La clave fue su capacidad pragmática de apostar por la búsqueda de acuerdos, sin importar con quién, aplicando a rajatabla el modelo del pólder, el consenso a la neerlandesa.
Su partido nunca logró ganar con mayoría suficiente para gobernar en solitario, pero Rutte tuvo la habilidad de negociar con partidos de todos los colores para formar coaliciones, lo que incluyó el apoyo táctico de la ultraderecha en 2010, a los socialdemócratas en 2012 y a los mismos cuatro partidos de centroderecha en 2017 y 2022.
Había recibido el apodo de “Teflon Mark” por su resistencia y porque ningún escándalo se había adherido a su carrera política; también a nivel europeo se había ganado su lugar entre los más duros, por su oposición a muchas propuestas de Bruselas y los llamamientos a la austeridad, colocándose al frente de los “cuatro frugales” (junto a Suecia, Dinamarca y Austria), en particular durante la pandemia de la Covid-19.