Donald Trump ya es oficialmente expresidente de Estados Unidos. Y tras cuatro años de escándalos y la incitación a la insurrección condenada por sus colegas de partido, ¿qué queda de sus grandes promesas? ¿Cuánto ha logrado el presidente de todo aquello que le vendió a los votantes en 2016? Hay compromisos difíciles de verificar, como su célebre promesa de que los estadounidenses “se iban a cansar de tanto ganar”, pero hay otras cosas que sí se pueden comprobar.
“Vamos a construir un muro y México va a pagar por él”
Fue la promesa estrella de las elecciones de 2016, o al menos la más repetida. Un muro que en palabras de su gran impulsor sería “impenetrable, físico, alto, poderoso, bello” y que además mantendría en México a todos esos migrantes que “traen droga y son violadores”. Tan importante era que se iba a empezar a construir “el primer día” de la presidencia de Trump y su protagonismo ha llegado hasta casi el último, porque el primer acto público del presidente tras el asalto de sus seguidores al Capitolio fue un viaje a visitarlo.
Pero ¿cómo va la construcción? Pues la frontera entre EEUU y México tiene más de 3.000 kilómetros y Trump prometió un muro en unos 1.600 de ellos. Hasta el final de su mandato ha construido más o menos 700, aunque la gran mayoría en sitios donde ya existían vallas u otras barreras. Solamente ha levantado unos 130 kilómetros de muro en lugares donde antes no había nada. Dice que otros 500 más están en “pre-construcción”, pero Biden ya ha anunciado que cancelará las obras para ahorrarse unos 2.000 millones de euros. ¿Por qué? Porque el muro no lo ha pagado México. Ya le ha costado a los estadounidenses más de 12.000 millones.
El renacer industrial EEUU
Fue una de las claves de su victoria. Se paseaba por ciudades industriales en declive y prometía un renacer de la industria: “lo arreglaremos rápidamente, impediremos que otros países se lleven nuestras empresas, nuestros empleos volverán”. No parece que lo haya logrado. Aunque no hay cifras oficiales exactas de los trabajadores que se van al paro porque su empresa se marcha a otro país, sí que existe un programa de ayudas para los que se ven en esa situación. En los últimos cuatro años de Obama se beneficiaron de él 210.000 y durante el mandato de Trump, 202.000. No parece una diferencia enorme.
Si miramos al empleo industrial, vemos que durante los primeros dos años de Trump creció a un ritmo similar al de la era Obama. Luego se estancó un poco y después se despeñó con la llegada de la pandemia, aunque ahora se recupera ligeramente. Al final Trump deja más o menos los mismos trabajadores en el sector de la industria que se encontró al inicio de su mandato. Sus promesas de un renacer en el sector le llevaron a la victoria en 2016 porque le permitieron ganar en estados de tradición industrial como Pennsylvania, Michigan y Wisconsin. Puede que sea por eso, pero cuatro años después ha perdido en todos ellos.
Acabar con las “guerras inacabables”
En su campaña de 2016, Trump habló de la guerra de Irak como “la peor decisión tomada por un presidente” y acusó a George W. Bush de haber mentido al país. También explicó que con su coste podría haber servido para reconstruir EEUU, una frase que según un ex asesor de Obama “es la que mejor he visto funcionar en las encuestas en toda mi vida”. Ahora no llama tanto la atención, pero el rechazo de un republicano a defender aquella guerra era entonces absolutamente extraño y encajó perfectamente con un país harto de Irak y Afganistán.
Trump se comprometió entonces a acabar con “las guerras inacabables”, pero cuatro años después no ha cumplido del todo. Ni siquiera con su última promesa de que todas las tropas estadounidenses de Afganistán volverían a casa por Navidad. Por las presiones de su propio partido no le quedado más remedio que mantener allí a 2.500 soldados de los 4.000 que había y en Irak la reducción ha sido aún más modesta, de 3.000 a 2.500. Solo en Somalia ha conseguido retirar la totalidad de los 700 soldados que tenía. Si miramos a la cantidad de personal militar destinado en el exterior, Trump ha reducido su número aproximadamente un 20%. En su mandato, Obama bajó esa cifra un 43%.
Promesas cumplidas
Que haya algunos incumplimientos no quiere decir que Trump lo haya incumplido todo. Dijo que abandonaría el acuerdo de París contra el cambio climático y lo hizo. También anunció que congelaría relaciones con Cuba y que reduciría la inmigración a niveles nunca vistos y ha cumplido. Y mantuvo su palabra de donar su sueldo. Otros compromisos, como la derogación de la reforma sanitaria de Obama, solo ha podido cumplirlos a medias, hasta donde le dejaron los tribunales o el Congreso.
Desde este miércoles es un ciudadano privado y se libra de estas obligaciones. Ha trasladado su residencia a Florida y allí no tendrá que preocuparse de promesas electorales. Al menos hasta 2024 (si es que se presenta o se puede presentar).