Desde el pasado 7 de octubre, las víctimas de la ofensiva israelí contra Gaza han ido aumentando vertiginosamente, a medida que los bombardeos se han extendido a más zonas de la Franja y las tropas han expandido sus operaciones terrestres. Este jueves los muertos han superado los 30.000, después de 145 días de un conflicto que está siendo muy letal comparado con los anteriores en la Franja y en otras partes del mundo.
Sin embargo, el estupor de las primeras semanas por el elevado número de muertos palestinos ha dado paso a la indiferencia frente a unas cifras sin rostro. Esta radiografía trata de ponerle cara a esas víctimas y de entender qué nos dicen los números y porcentajes impersonales sobre esta guerra.
La mayoría, mujeres y niños
De los más de 30.100 fallecidos, en torno al 70% son mujeres y niños: más de 8.800 mujeres y 13.230 menores de edad, incluidos bebés de pocos meses o años. Estos datos son los que proporciona el Ministerio de Sanidad de Gaza, del Gobierno controlado por el grupo palestino Hamás, y que la ONU considera fiables. En su recuento, el Ministerio no distingue entre víctimas civiles y combatientes, pero el elevado porcentaje de mujeres y niños pequeños permite deducir que la mayor parte de los fallecidos no son combatientes.
La directora ejecutiva de la agencia de la ONU para las Mujeres, Sima Bahous, ha denunciado que dos madres mueren cada hora en la guerra de Gaza. Si en los últimos 15 años, el 67% de los civiles palestinos asesinados eran hombres y menos del 14% mujeres y niños, ahora la proporción se ha invertido y el 70% son mujeres y niños, ha señalado.
Tanto las autoridades palestinas como Naciones Unidas alertan de que el número real de víctimas mortales podría ser superior, porque los 30.139 fallecidos son sólo aquellos que han llegado a los hospitales gazatíes hasta este jueves por la mañana; otros 7.000 están desaparecidos y sus cuerpos se encuentran bajo los escombros, según las estimaciones de Sanidad –que admite que es difícil obtener “números precisos sobre personas desaparecidas por los continuos ataques [israelíes] y las misiones de rescate inadecuadas”, debido a la falta de personal y maquinaria pesada en Gaza–. Sin ir más lejos, 47 rescatistas han perecido mientras socorrían a las víctimas.
En poco más de cuatro meses, en Gaza han muerto más niños, más periodistas, más personal médico y más empleados de la ONU que en cualquier otro lugar del mundo durante un conflicto
“En poco más de cuatro meses, en Gaza han muerto más niños, más periodistas, más personal médico y más empleados de la ONU que en cualquier otro lugar del mundo durante un conflicto”, ha denunciado en una carta el comisionado general de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini. No es la primera vez que el jefe de la UNRWA hace hincapié en el nivel de brutalidad de este conflicto, que afecta a un porcentaje considerable de los 2,3 millones de habitantes de Gaza. Según Lazzarini, el 5% de la población de la Franja “ha sido asesinada, herida o está desaparecida”.
¿Cuántos combatientes han muerto?
El Ejército israelí no ha proporcionado una cifra de los muertos provocados por sus ataques por aire, tierra y mar, pero sí calcula que ha matado a “más de 10.000 terroristas” desde el principio de la ofensiva contra Gaza, según el portavoz castrense en español. Roni Kaplan dice a elDiario.es que, en este tiempo, han fallecido más de 230 efectivos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en las operaciones sobre el terreno, además de unos 330 que perecieron el día 7 de octubre, durante el asalto del grupo islamista Hamás contra las comunidades judías próximas a la Franja. Las bajas en las filas israelíes que se han producido en esta contienda con muchas más que las registradas durante los enfrentamientos transfronterizos entre las FDI y el grupo libanés Hizbulá en la guerra que libraron entre julio y agosto de 2006. “Estamos luchando la guerra urbana más compleja que ningún ejército haya luchado nunca. El precio que estamos pagando es funcional a este hecho”, argumenta el portavoz.
Por su parte, Hamás tampoco ha desvelado cuántos de sus combatientes han perecido, pero un dirigente del grupo dijo a la agencia de noticias Reuters que se estima que en torno a 6.000 murieron en los primeros cuatro meses de guerra. Tanto la cifra ofrecida por Kaplan como la que publicó Reuters representan un porcentaje inferior que el porcentaje de civiles entre las 30.139 víctimas mortales.
Contabilizar los muertos
Hacer el recuento de víctimas en los conflictos armados no es fácil, sobre todo mientras el conflicto se mantiene activo y con una intensidad elevada, como es el caso de Gaza. En el proyecto Iraq Body Count –que contabiliza los fallecidos desde la invasión estadounidense de ese país en marzo de 2003–, conocen bien las dificultades y los retos que se presentan a la hora de realizar esta labor fundamental y, por ello, están contribuyendo al recuento de las víctimas gazatíes.
Uno de sus fundadores, Hamit Dardagan, explica a elDiario.es que recopilar los datos de forma sistemática requiere de “un monitoreo y procesamiento inteligentes y constantes”. “Cuando el conflicto es de baja intensidad y hay medios de comunicación que pueden operar con relativa libertad, con hospitales, morgues y sistemas de registro oficiales en funcionamiento, cabe esperar que la mayor parte de las muertes sean comunicadas a la prensa y publicadas”. Pero cuando la intensidad y virulencia del conflicto aumenta, “los sistemas de monitoreo e información se degradan”; a eso se añade que las partes en conflicto pueden “suprimir o distorsionar” las cifras, según Dardagan.
El investigador destaca que en Gaza “el Ministerio de Sanidad todavía puede publicar cifras de muertos a diario, pero la capacidad para ofrecer los detalles de cada incidente que requiere el registro intensivo está significativamente degradada por el nivel elevado del conflicto”. Además, no hay que olvidarse de que las comunicaciones en la Franja de Gaza se han visto interrumpidas frecuentemente desde el inicio de la guerra, incluso durante varios días seguidos, lo cual ha dado lugar a lagunas en los datos recopilados.
La última vez que el Ministerio de Sanidad publicó una lista detallada de víctimas, con sus nombres completos, su número de identidad, su edad y su sexo, fue a finales del mes de octubre. Con esa lista buscaba demostrar que su metodología y sus datos eran fiables, después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pusiera en duda las cifras de fallecidos: “No hay pruebas de que los palestinos estén diciendo la verdad sobre cuántas personas mueren”, dijo el mandatario, que en las primeras semanas de conflicto no lamentó el elevado número de víctimas civiles.
Los datos del Observatorio Shireen, que ha recopilado los nombres de cerca de 12.000 víctimas gazatíes a partir de informaciones publicadas en la prensa y de denuncias de los propios familiares, muestran cómo el porcentaje de fallecidos en cada grupo de edad coincide con la distribución de la población civil de Gaza por esos grupos, esto es, el perfil de las víctimas coincide con el de la población civil.
La ONU ha respaldado los números que han venido ofreciendo las autoridades palestinas, datos que son recopilados en Gaza por los funcionarios de Sanidad y enviados al Ministerio en Ramalá (Cisjordania), sede del Gobierno palestino. Ese departamento publica un informe detallado a diario, aunque no desde el principio de la guerra. En cada uno de esos informes, Sanidad aclara que los datos son recopilados por sus oficinas en Gaza y actualizados cada 24 horas; también evidencia que los números reflejan los casos confirmados pero “no necesariamente reflejan todas las víctimas, debido al hecho de que muchas todavía están desaparecidas debajo de los escombros”.
Dardagan considera que los números podrían subir “cuando los cuerpos enterrados o pulverizados bajo los escombros sean descubiertos e identificados”. Cuando sea posible recuperar esos cuerpos, los alrededor de 8.000 catalogados como “desaparecidos” probablemente se sumarán a la lista de fallecidos, agrega. También se espera que, cuando la guerra termine, investigadores y periodistas independientes puedan verificar los datos, y que el propio Israel ofrezca una cifra de víctimas, como ha hecho en conflictos anteriores en Gaza.
La guerra más letal
Sin duda, la actual guerra es la más mortífera de las que ha lanzado Israel contra la Franja en las pasadas dos décadas. En 2014 fue la última ofensiva israelí a gran escala contra Gaza, que duró 50 días entre julio y agosto, y se saldó con 2.251 palestinos fallecidos, de los cuales 1.462 eran civiles (incluidos 551 niños), según los datos de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA). Los civiles representaron cerca del 65% de las víctimas mortales de aquel conflicto, incluidos los hombres, mientras que en la actual guerra sólo las mujeres y los niños fallecidos son más del 70%. En aquel entonces, en el lado israelí, perecieron seis civiles y 67 soldados.
“El conflicto de Gaza tiene una mortalidad sin precedentes en este siglo”, afirma Dardagan. “Hay que recordar que la población de Irak era de unos 25 millones en el momento de la invasión de 2003, mientras que la población de Gaza es de tan sólo 2,3 millones. Así que más del 1% de la población de Gaza ha sido asesinada en poco más de cuatro meses; en Irak, tuvieron que pasar 15 años para llegar al 1% de la población fallecida por la violencia, incluidos los combatientes”, detalla el cofundador de Iraq Body Count. Según el recuento de esta organización, el año que se registraron más muertes violentas en Irak fue 2006 –cuando se disparó la tensión sectaria y los atentados contra los civiles–, con más de 29.500 víctimas a lo largo de 12 meses. En Gaza, las víctimas mortales superaron las 29.500 después de tan sólo cuatro meses y medio.
Irak, Ucrania, Gaza
Las comparaciones son odiosas y, en este caso, más aún. Cada guerra es distinta y tiene sus singularidades, pero comparar las cifras de muertos y heridos ayuda a comprender la intensidad del conflicto y el impacto que está teniendo sobre la población civil que, en el caso de la gazatí, es enorme. De los más de 71.200 heridos, “una gran proporción” son niños, según Sanidad. Además, hay al menos 17.000 pequeños que han perdido a sus familias o están separados de ellas, según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Para entender la brutalidad de la actual guerra en Gaza no hace falta retrotraerse a la de Irak o Afganistán, sino que basta con mirar las estadísticas del conflicto en Ucrania desde la invasión rusa de ese país. Según la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, desde el 24 de febrero de 2022 hasta enero de este año (incluido), han muerto 10.378 civiles en Ucrania, de los cuales cerca de 3.000 eran mujeres y menos de 600 eran niños. El mes más mortífero en los pasados dos años de guerra en Ucrania fue marzo de 2022, con 4.420 fallecidos.
Las cifras de la ONU reflejan sólo las muertes que ha podido corroborar, con base en los datos de las autoridades locales, y la organización aclara que el número de muertos no es definitivo; además, en el recuento no están incluidas las zonas que están controladas por las tropas rusas. Aunque las víctimas en Ucrania pueden ser muchas más, la diferencia entre las personas han fallecido en 24 meses por el conflicto en ese país y las que lo han hecho en menos de cinco meses en Gaza es llamativa.
Otro factor que contribuye a una mortalidad elevada en Gaza es la densidad de población del enclave palestino que, antes del conflicto, era uno de los territorios más poblados del mundo, con 2,3 millones de personas en un pañuelo de tierra de 41 kilómetros de largo y de entre 6 y 12 kilómetros de ancho. Antes del 7 de octubre, la densidad de población de Gaza era el doble que la de la capital ucraniana Kiev.
Ahora, después de que el Ejército israelí ordenara la evacuación de los residentes del norte y centro de la Franja, alrededor de un millón y medio de gazatíes se hacinan en la localidad de Rafah, en el extremo sur del enclave, junto a la frontera con Egipto. Por ello, una ofensiva contra ese último refugio sería catastrófica, tal y como vienen alertando la ONU y gran parte de la comunidad internacional, pero Israel se muestra dispuesto a atacar Rafah, si es necesario, y a seguir empleando los proyectiles poco precisos y letales que ha usado en las otras áreas urbanas más densamente pobladas de la Franja, como la Ciudad de Gaza.
Para las siluetas mostradas en los gráficos se ha usado la tipografía WeePeople, que emplea figuras de personas reales.