En la realidad alternativa de Tucker Carlson, el presentador estrella de la cadena de televisión estadounidense Fox News fulminado en abril de la noche a la mañana, el asalto al Capitolio fue una gran mentira fabricada por el denominado Estado profundo. En esa cosmovisión, en la que, por supuesto, Joe Biden no ganó las elecciones, caben todo tipo de teorías de la conspiración. Unas teorías que habían convencido a Ray Epps, un residente conservador de Arizona, para acudir el 6 de enero de 2021 a Washington en defensa de quien él creía que era el presidente legítimo de Estados Unidos, Donald Trump.
Lo que no imaginaba este republicano convencido es que, poco después de esa cita con la historia convertida en el mayor ataque que ha vivido hasta la fecha la democracia estadounidense, él mismo pasaría a formar parte central de una teoría de la conspiración amplificada por su canal de referencia, Fox News.
En su afán de alimentar la posverdad trumpista, Carlson difundió en horario de máxima audiencia el bulo de que Epps era en realidad un agente federal infiltrado, cuyo objetivo había sido alentar a la turba para asaltar con violencia el Capitolio y así dañar la imagen del mandatario saliente. Una afirmación que creyó gran parte de sus telespectadores, los cuales siguen confiando en esta y otras afirmaciones sin ninguna certeza.
Las pruebas que Carlson presentó a su audiencia fueron un vídeo del 5 de enero en el que un grupo le gritaba “¡Fed! ¡Fed! ¡Fed!” y otras imágenes del mismo día del ataque, en las que aparece Epps susurrándole algo al oído a otro manifestante, minutos antes de que ese y los demás rompieran el perímetro de seguridad del Capitolio.
Dos años y medio después del fatídico día, el hombre ha denunciado a Fox News por difamación, por haber promovido una “historia de fantasía” de que era un agente infiltrado del FBI para incitar la insurrección, en la que 2.500 personas trataron de detener la certificación de Joe Biden como presidente, que estaba teniendo lugar en el interior del icónico edificio federal.
De héroe a “villano”
Epps denuncia que fue señalado como un “villano” del movimiento trumpista, lo que le causó daños personales, tales como numerosas amenazas de muerte.
El conservador se convirtió en la diana de republicanos de primer nivel como el senador Ted Cruz de Texas o el congresista Thomas Massie de Kentucky, quienes centraron en Epps sus preocupaciones. Incluso se llegaron a vender por internet camisetas con la inscripción “Arresten a Ray Epps” y se hicieron varias canciones en YouTube, algo que lo convirtió “en una caricatura de las teorías de la conspiración”, según la denuncia.
Fruto de la persecución y de las amenazas, el denunciante –que había votado a Trump en dos ocasiones– y su mujer se vieron forzados a vender su rancho y su negocio de bodas en Arizona para mudarse a una zona remota en las montañas de Utah.
El asaltante del Capitolio, reconvertido en víctima de una teoría de la conspiración, tuvo la oportunidad de defenderse en una audiencia en enero del año pasado ante la comisión del Congreso que investigó el asalto al Capitolio - hasta que fue disuelta por la mayoría republicana salida de las urnas el pasado noviembre -. Epps explicó, bajo juramento, que toda su vida había estado vinculada al conservadurismo estadounidense: estuvo implicado con el Tea Party y con la milicia de los Oath Keepers, grupos ultraderechistas que abandonó al considerar que se habían convertido en “demasiado radicales”.
Lejos de ser un infiltrado del FBI, toda su vida encaja con la de un hombre rural y conservador que había sido convencido por los argumentos antidemocráticos de Trump. Ante la comisión, afirmó que estuvo en el cuerpo de los Marines, pero que más allá de eso nunca había trabajado para las fuerzas de seguridad ni había hablado con agencias federales, como el FBI, la CIA o la Agencia de Seguridad Nacional.
Otras denuncias contra Fox News
Epps, que busca una compensación por daños y perjuicios, ha interpuesto la denuncia en el Tribunal Superior de Delaware. Precisamente, en esa misma corte, Fox News aceptó el pasado abril pagar 787,5 millones de dólares (poco más de 700 millones de euros) a Dominion Voting Systems para evitar el juicio por difamación, por difundir el bulo de que la compañía había participado en el supuesto amaño de las elecciones de 2020.
“Al igual que Fox hizo con la empresa de las máquinas de votación, al afirmar falsamente que la elección había sido amañada, necesitaba un chivo expiatorio para el 6 de enero”, según la demanda de Epps.
Este es el último embate legal al que se enfrenta Fox News por su cobertura de los hechos ocurridos desde las elecciones presidenciales de 2020, llena de falsedades y bulos que han alimentado la polarización, el odio y la creación de cosmovisiones incompatibles entre los dos bandos políticos estadounidense.
Además de la denuncia que terminó en acuerdo entre Dominion y la cadena de televisión, se enfrenta a otra demanda por 2.700 millones de dólares (unos 2.426 millones de euros) de una empresa de votación, Smartmatic, y dos demandas separadas de accionistas de Fox Corporation.
Por otro lado, el pasado 30 de junio también resolvió por 12 millones de dólares (casi 11 millones de euros) la denuncia de un antiguo productor de Carlson, que alegaba que el presentador había tolerado y fomentado un ambiente de trabajo tóxico.