Esta semana se ha abierto la cuarta ronda de negociaciones entre Reino Unido y la Unión Europea sobre el Brexit. Las negociaciones están marcadas por el discurso de la primera ministra británica, Theresa May, del pasado viernes en Florencia, donde Reino Unido adoptó una posición más blanda, pero no concretó su propuesta de salida.
En un encuentro con los medios para ahondar en el discurso, el embajador británico en España, Simon Manley, y su equipo han insistido este miércoles en que “Reino Unido es un caso especial”, que quieren una relación única y que no son Canadá ni Noruega, -en relación a los acuerdos comerciales existentes entre estos países y el bloque comunitario-.
La relación comercial es un punto fundamental en las negociaciones, pero Reino Unido no ha detallado cómo quiere “conseguir lo más parecido a la relación actual en cuanto al flujo de bienes y servicios” y ello recuperando el control absoluto de sus decisiones. “Somos un caso especial, la segunda economía de la UE, y esperamos un acuerdo mejor que con otros países”, ha afirmado el embajador Manley en relación al CETA negociado con Canadá y a la relación comercial de la UE con Noruega, que pertenece al Espacio Económico Europeo.
En cuanto a la seguridad, otro de los puntos clave en la negociación, la representación británica en España ha reconocido que “los medios de cooperación van a cambiar”. “Por eso hay que buscar algo nuevo, algo único. No somos Canadá ni Noruega”, ha destacado el primer secretario de la embajada, Simon Fairweather.
Respecto al estatus jurídico de los ciudadanos comunitarios residentes en Reino Unido, el embajador ha mandado un mensaje de “certidumbre”, aunque ha aclarado que todavía no tienen una posición clara sobre los ciudadanos comunitarios que quieran ir a Reino Unido en el futuro. “Eso será lo próximo, pero todavía estamos viendo los detalles”.
El discurso de la primera ministra británica del pasado viernes ha sido recibido en la UE como un cambio de postura. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, se reunió este martes con May y le transmitió un “optimismo cauto”. Tusk, sin embargo, también criticó la falta de “progreso suficiente” por parte de Reino Unido.
Por su parte, el embajador británico en España ha insistido en que “Reino Unido está avanzando” y que el cambio de postura de May adoptado en el discurso del viernes es “una respuesta a la petición europea de entrar en mayor detalle en tres asuntos de las negociaciones”. Dicho discurso se produjo menos de una semana después de un artículo publicado por el ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, en el que desafiaba al gobierno de May y abogaba por un Brexit duro.
El embajador Manley ha insistido en que la división entre las negociaciones de salida y las negociaciones sobre la futura relación con el bloque comunitario “es una división artificial”. Reino Unido quiere negociarlo todo al mismo tiempo y la UE insiste en que primero se deben acordar los términos de la salida. “Esperamos que la negociación de esta semana avance lo más rápido posible hacia una negociación más larga no solo sobre nuestra salida, sino también sobre la futura relación. La distinción es una separación artificial y si queremos dar más seguridad a todos tenemos que empezar a tratar lo que será el futuro de nuestra relación; el futuro de los ciudadanos y de las empresas”, ha afirmado Manley.