Los republicanos han conseguido asegurar el control del Senado después de arrebatar varios escaños decisivos a los demócratas y alcanzar los 51 votos necesarios para la mayoría, según las proyecciones de Associated Press. La victoria en la cámara alta, que ya auguraban los sondeos previos, llega con un Donald Trump que acaricia la Casa Blanca y que, con el control del Senado, tendría un segundo mandato mucho más plácido.
La temprana victoria del gobernador republicano de West Virginia, Jim Justice, cimentaba el camino hacia la cámara alta, la cual es crucial para la certificación de los resultados electorales y el nombramiento del Senado. Tal como se esperaba, Justice ha arrebatado el escaño a Joe Manchin, un independiente que se unió a los demócratas. El segundo escaño, el de Ohio, se lo ha llevado el republicano Benie Moreno.
Además de los escaños perdidos en Virginia Occidental y Ohio, los republicanos también aspiran a arrebatar escaños demócratas en Arizona, Pensilvania, Michigan, Nevada o Wisconsin, estados donde a estas horas avanza el recuento.
Por contra, los esfuerzos millonarios de los demócratas para desbancar a Ted Cruz en Texas han fracasado. En Florida, donde las encuestas también daban partido a los demócratas, el senador Rick Scott ha conseguido mantenerse. El cambio de color en la cámara alta era una realidad que ya auguraban las encuestas. Los demócratas partían con desventaja, ya que defendían 23 asientos, mientras que los republicanos solo 11.
En medio de la derrota, uno de los tantos que se apuntan los demócratas en el Senado es que Bernie Sanders ha asegurado su cuarto mandato en el Senado para el estado de Vermont.
En la Cámara de Representantes las perspectivas tampoco son alentadoras para los demócratas, donde Associated Press solo proyecta 163 escaños de los 218 que se necesitan para tener mayoría. Los republicanos, que durante los últimos cuatro años habían ostentado la mayoría de la cámara baja, continúan aferrándose a ella con 187 escaños asegurados. Quedan aún 85 por repartir.
Con el Senado perdido y la Casa Blanca a punto de caer bajo el control de Trump, la Cámara de los Representantes como el último bastión desde donde contener el avance de las políticas conservadoras del partido republicano. Del mismo modo, si los republicanos consiguen reeditar la mayoría en la cámara baja, los demócratas se encontrarán en uno de los peores escenarios que habían imaginado en las semanas previas.
Frente al posible futuro de un Congreso con mayoría conservadora en las dos cámaras, la demócrata Sarah McBride ha hecho historia convirtiéndose en la primera persona trans en lograr un escaño en la Cámara de los Representantes. La congresista, de 34 años, en 2020 ya consiguió ser la primera persona trans en conseguir un asiento en el Senado por el estado de Delaware.
Aparte de las presidenciales y las legislativas, varios estados han votado iniciativas relativas como la de proteger el derecho al aborto. En Florida, los ciudadanos han echado por tierra la medida, que no ha llegado al mínimo del 60% de los apoyos necesarios para pasar. En Arizona, donde también se votaba una proposición para incluir una enmienda en la Constitución que protegiera el derecho al aborto, la medida ya lleva un 62% de los apoyos con un 50% del voto escrutado, según proyecta AP.