Rusia ha lanzado una serie de ataques aéreos en el este y sur de Ucrania, horas después de que Moscú anunciase su retirada del acuerdo del grano que permitía exportar el cereal ucraniano a través del Mar Negro. La ciudad de Odesa ha sido atacada con misiles de crucero durante la madrugada, provocando daños en las infraestructuras portuarias de la ciudad, uno de los tres puertos ucranianos que estaban incluidos en el pacto suspendido este lunes.
“Anoche Odesa fue atacada con seis misiles Kalibr desde el Mar Negro”, ha informado este martes el representante de la Administración Militar de la región, Serguí Bratchuk, que ha explicado que todos los misiles fueron derribados por las defensas antiaéreas ucranianas.
Según Bratchuk, “los restos de los misiles derribados y las explosiones” de las interceptaciones “provocaron daños en objetos de las infraestructuras portuarias y en varias casas”. En una de esas viviendas resultó herido un hombre de 74 años, que ha sido hospitalizado.
Rusia ha asegurado haber bombardeado instalaciones en el puerto de Odesa donde se preparaban ataques y se fabricaban drones acuáticos, como los dos utilizados por Ucrania la víspera en el ataque contra el puente de Crimea. “Esta noche las Fuerzas Armadas rusas lanzaron un ataque grupal de represalia con armas de alta precisión lanzadas desde el mar contra instalaciones en las que se preparaban con lanchas no tripuladas actos terroristas contra Rusia, así como contra un sitio en un astillero cerca de la ciudad de Odesa donde se fabricaban” los drones marítimos, dice el Ministerio de Defensa.
Oleksandr Senkevich, el alcalde de Mykolaiv, ha informado de un ataque en la región por parte de drones rusos. “Alrededor de la 1:50 A.M. fue atacada una instalación industrial. Hubo un incendio con una superficie de 500 metros cuadrados. El servicio de emergencia estatal asistió y alrededor de las 5.30 horas, el fuego fue extinguido”, ha informado a través de su canal de Telegram. Las fuerza aéreas ucraniana también han alertado sobre ataques con drones en las regiones de Jersón, Zaporiyia, Donetsk y Dnipro, informa The Guardian.
“El ataque nocturno ruso a Odesa y Mykolaiv con el uso de cohetes y drones kamikaze es una prueba más de que el país terrorista quiere poner en peligro la vida de 400 millones de personas en varios países que dependen de las exportaciones de alimentos de Ucrania”, ha declarado el asesor presidencial ucraniano, Andriy Yermak.
El nuevo ataque con misiles contra el puerto de Odesa tiene lugar horas después de que el Kremlin anunciara que no extenderá el llamado acuerdo del grano, firmado por Rusia con Turquía y la ONU y por el que Moscú se comprometía a permitir la salida de grano ucraniano de tres puertos ucranianos del Mar Negro, entre ellos el de Odesa.
El acuerdo fue firmado en julio del año pasado para garantizar la seguridad alimentaria en todo el mundo. Ucrania es uno de los mayores exportadores internacionales de cereal.
La invasión militar rusa del mar Negro ha comprometido su navegabilidad, que está dominado por las fuerzas rusas. Ucrania ha pedido a Turquía y a la ONU que sigan garantizando la exportación de grano ucraniano por el mar Negro sin Rusia en caso de que Moscú no rectifique.