La reunión de este martes entre Rusia y Ucrania en Turquía concluyó sin el esperado alto el fuego, pero dejaba un titular esperanzador: los rusos retirarían parcialmente sus tropas de Kiev, Chernígov y en el norte de Ucrania con el objetivo de “incrementar la confianza mutua” de cara a las negociaciones. Varios países se han mostrado escépticos con las intenciones rusas y horas después de que se esbozaran las líneas para un acuerdo de paz, los ataques rusos continúan en todo el territorio ucraniano.
Mientras Rusia y Ucrania dialogaban, el ministerio de Defensa en Moscú ya había dejado claro que llevarían hasta el final lo que ellos llaman “operación especial” para conseguir sus objetivos. Después de la reunión, por si alguien tenía dudas, la delegación rusa insistía en que la reducción parcial de los ataques no suponía una retirada ni un alto el fuego. Este miércoles, los rusos han ido un paso más allá enfriando las esperanzas de acuerdo y el portavoz del Kremlin ha asegurado que no se puede hablar de avances en las negociaciones.
Según reportan las autoridades ucranianas, durante toda esta noche se han producido bombardeos en Chernígov y han seguido sonando las sirenas antiaéreas en Kiev.
El teniente alcalde de Kiev, Mikola Povoroznik ha asegurado en la televisión ucraniana que esta noche no se habían registrado bombardeos sobre la capital.
“La noche ha pasado con relativa calma debido a los sonidos de las sirenas y de los combates que tienen lugar en los alrededores de la ciudad, pero la ciudad en sí misma no ha sido bombardeada”, ha declarado.
Sin embargo, la situación en los alrededores de la capital parece estar alejada de la calma. Según Vadym Denysenko, asesor del ministerio del Interior ucraniano, durante la noche se sucedieron los combates en la cercana localidad de Irpin, que Ucrania había anunciado como liberada de las tropas rusas.
En Chernígov, el alcalde Vladislav Atroshenko ha asegurado que la ciudad ha estado bajo “un ataque descomunal” a pesar de las promesas de Moscú de desescalada. En una entrevista con la CNN, Atroshenko ha dicho que esto es otra prueba de que “Rusia siempre miente”, ya que los ataques en lugar de disminuir “se han intensificado”.
Viacheslav Chaus, gobernador de la región, ha asegurado en su canal de Telegram que los bombardeos rusos se sucedieron durante toda la noche y que se registraron varios ataques aéreos en la ciudad de Nizhyn.
“La ”disminución de la actividad“ en la región de Chernígov se ha demostrado por el enemigo con los ataques contra Nizhyn, incluidos ataques aéreos, y bombardeos durante toda la noche en Chernígov. Nuevamente, infraestructuras civiles como bibliotecas, centros comerciales y muchas viviendas han sido totalmente destruidos”, ha escrito Chaus este miércoles por la mañana aludiendo al fallido compromiso ruso.
Las autoridades ucranianas también denuncian que Járkov continúa siendo atacado, según ha anunciado el gobernador Olej Sinehubov en Telegram.
“Durante las últimas 24 horas, las fuerzas de ocupación rusas han lanzado constantemente artillería, morteros y bombardeos”, ha dicho el gobernador regional, añadiendo que estos causaron incendios en varios distritos de Kiev y Járkov.
Podemos decir que las señales que escuchamos en las negociaciones son positivas (...) pero estas señales no silencian las explosiones de los proyectiles rusos
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha hecho alusión en su ya tradicional discurso nocturno a los supuestos compromisos rusos, asegurando que no había razón para creer sus promesas dado lo que está pasando sobre el terreno.
“Podemos decir que las señales que escuchamos en las negociaciones son positivas (...) pero estas señales no silencian las explosiones de los proyectiles rusos”, ha declarado, según recoge Ukrinform.
Zelenski ha asegurado que los ucranianos “no son ingenuos” y ha hecho un llamamiento a “no bajar la guardia”. “El ejército ruso todavía tiene un potencial significativo para continuar los ataques contra nuestro Estado”, por ello ha dicho que no se reducirán los esfuerzos de defensa.
Escepticismo internacional
El gesto de “buena voluntad” esgrimido por Moscú tras la reunión con los ucranianos en Estambul fue recibido con escepticismo por la comunidad internacional, sobre todo por parte de EEUU.
El Pentágono afirmó este martes que Rusia ha movido “un número pequeño” de unidades en las proximidades de Kiev y descartó que se trate de “una retirada real”, ya que mantiene “la vasta mayoría” de sus tropas allí.
“Creemos que esta es una reubicación, no un repliegue real, y deberíamos estar todos preparados para ver una gran ofensiva contra otras zonas de Ucrania”, dijo el portavoz del Departamento de Defensa, John Kirby, en una rueda de prensa, añadiendo que ven probable que es probable que estas tropas sean reubicadas para combatir en otros lugares de Ucrania como el Donbás.
El secretario de Estado de EEUU., Antony Blinken, advirtió de que las buenas palabras rusas podrían ser un intento para “desviar la atención”. “Está lo que dice Rusia y lo que hace Rusia, y estamos enfocados en lo último”, dijo Blinken en Marruecos.
Los rusos enfrían el posible acuerdo
La reunión del martes en Estambul concluyó con algunos puntos que ambos países valoraron como positivos, como la renuncia de Ucrania a entrar a la OTAN, la petición de que varias naciones participen en las negociaciones como garantes de la seguridad ucraniana y la promesa de que Rusia disminuiría su ofensiva en el norte.
El jefe de la delegación rusa Vladimir Medinski aseguró que el siguiente paso era llevar estas protestas para que fueran evaluadas por Vladímir Putin para dar una respuesta.
Pocas horas después, Rusia se ha apresurado a dejar claro que no hay ningún tipo de acuerdo y que queda mucho trabajo por hacer.
“Moscú no puede afirmar que haya avances prometedores en las negociaciones entre Rusia y Ucrania, queda un camino muy largo por recorrer”, ha dicho el portavoz del Kremlin Dimitri Peskov en declaraciones recogidas por la agencia rusa TASS.