Los servicios de rescate rusos han recuperado hasta el momento un total de 22 cadáveres de los escombros del edificio que este lunes se derrumbó en la ciudad de Magnitogorsk, en la región de los Urales, han informado las autoridades rusas.
De momento se desconoce el paradero de otras 22 personas que residían en el edificio de apartamentos de diez plantas que se desplomó presuntamente por una explosión de gas. Los investigadores han negado que se hayan encontrado rastros de explosivos, según publica the Guardian. No obstante, insisten en que están considerando “todas las causas posibles”.
El Comité de Investigación de Rusia, una agencia del Gobierno, ha concluido que la fuga de gas es la causa más probable, la cual se produjo en la Avenida Karl Marx de la ciudad.
Cientos de personas han sido movilizadas para las labores de rescate, incluidos especialistas procedentes de Moscú y de Yekaterimburgo, la capital de los Urales, equipados con perros rastreadores.
Las autoridades han advertido de que debido a las bajas temperaturas, del orden de los 20 grados bajo cero, las posibilidades de hallar sobrevivientes bajo los escombros se reduce con cada hora que pasa.