Rusia y Ucrania han reanudado este martes las negociaciones presenciales en Turquía. Ambas delegaciones se han encontrado en el Palacio de Dolmabahçe de Estambul con el principal objetivo de acordar un alto el fuego. Es la primera vez que se han vuelto a sentar cara a cara desde el pasado 10 de marzo, cuando la última reunión en persona, también en Turquía, concluyó sin ningún tipo de acuerdo.
Desde entonces y hasta hoy, las charlas solo se han llevado a cabo por videoconferencia. La primera jornada se ha dado por concluida tras tres horas de conversaciones, según ha informado la agencia turca Anadulu. Se espera que las negociaciones continúen este miércoles, ya que estaba previsto que duraran al menos tres días. Por el momento no han trascendido detalles del contenido del encuentro entre delegaciones, aunque se espera que en breve los responsables comparezcan ante los medios para dar información.
En el siguiente vídeo publicado por la agencia RIA Novosti se ve a los miembros de la delegación rusa abandonando el palacio donde se ha producido el encuentro.
Abramovich, reaparece en Estambul tras las informaciones de su envenenamiento
En Estambul se encuentra también el magnate ruso Roman Abramovich, según informa RIA Novosti, que en calidad de mediador ha viajado a Turquía en medio del misterio por los posibles síntomas por envenenamiento que sufrió a principios de marzo.
Las sospechas de envenenamiento sobrevuelan la mesa de negociaciones en Turquía. Antes de que comenzaran las conversaciones de hoy en Estambul, el ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, aconsejaba a los asistentes a las negociaciones “no comer ni beber nada y evitar tocar cualquier superficie”.
Las declaraciones de Kuleba han sido recogidas en una entrevista del canal de noticias ucraniano Ykpaiha 24, según informa la BBC.
Tampoco ha habido apretón de manos al inicio de la reunión entre ambas delegaciones. Según recoge Reuters, las conversaciones arrancaron con una “fría bienvenida” y sin que los representantes rusos y ucranianos estrecharan sus manos.
El posible envenenamiento se destapaba este lunes por The Wall Street Journal y el colectivo de investigación Bellingcat, que informaban de que Abramovich y varios negociadores ucranianos que participaron en las negociaciones con Moscú presentaron síntomas de envenenamiento tras una reunión en Kiev.
Los síntomas aparecidos en los tres casos fueron ojos enrojecidos, lagrimeo constante y molesto y descamación en la piel de las manos y la cara, según el rotativo, que atribuye el posible ataque a “elementos radicales de Moscú” que trataban de boicotear esas negociaciones.
Aunque tanto WSJ como Bellingcat se reafirman en sus informaciones, que aseguran tener contrastadas por fuentes diversas, una fuente del gobierno estadounidense cuestionó que se tratara de veneno. Según Reuters, la fuente, que habló bajo condición de anonimato, aseguraba que los servicios de inteligencia creen que los síntomas se debieron a “factores ambientales” y “no a veneno”.
También ha salido al paso de estas informaciones el Kremlin. Rusia niega las informaciones sobre el uso de veneno y asegura que son “falsas” y parte de una “guerra de información”, según recoge la agencia Reuters.
El papel de Abramovich como posible mediador no ha sido del todo claro. Según el WSJ, Abramovich estuvo viajando entre Leópolis, Moscú y otras capitales en sus esfuerzos de mediación entre los gobiernos ruso y ucraniano. Se llegó a reunir también con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, e incluso con Vladímir Putin.
El Times londinense publica en exclusiva que el magnate llegó a entregarle a Putin una nota manuscrita de Zelenski. Según este diario, Putin habría respondido a Abramovich: “Dile que los destruiré”.
Dimitri Peskov, portavoz del Kremlin, ha dicho que Abramovich está involucrado en las negociaciones pero que no es un miembro oficial de la delegación rusa. Peskov ha añadido que su participación en los contactos está aprobada “por ambas partes”, según recoge la agencia rusa RIA Novosti.
En busca de un alto el fuego
Las negociaciones en Estambul se llevan a cabo entre fuertes medidas de seguridad. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha recibido a ambas delegaciones con un breve discurso en el que expresó su esperanza de que se logre acordar un alto el fuego.
“Creemos que no hay perdedores de una paz justa y equitativa. La continuación de la guerra no es del agrado de ninguna de las partes y un alto el fuego inmediato beneficiaría a todos”, ha declarado.
Antes de su reunión, rusos y ucranianos volvieron a establecer sus prioridades y se mostraron dispuestos al diálogo.
Según ha publicado el Financial Times, Rusia ha dejado de exigir a Ucrania la “desnazificación” del país, uno de los principales argumentos utilizados para justificar la invasión de Ucrania: Rusia insiste en las afirmaciones falsas de que Ucrania es un país “neonazi” donde “parece que hay un genocidio” (algo que sostienen sin pruebas) contra la población que habla ruso.
Además, según el FT que cita fuentes próximas a la negociación, Moscú estaría dispuesta a que Ucrania formara parte de la UE si mantiene su estatus militar neutral (no se adhiere a la OTAN).
Mijailo Podoliak, asesor de la Presidencia de Ucrania, ha repetido en Twitter los objetivos de su país en el encuentro: “Garantías de seguridad incondicionales, alto el fuego, decisiones efectivas sobre corredores humanitarios y cumplimiento de las reglas en la guerra”.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, concedía este domingo varias entrevistas en las que se mostraba dispuesto a aceptar un estatus neutral a cambio de garantías de seguridad de varios países. Además, aseguraba que la cuestión sobre el reconocimiento de Crimea y el estatus del Donbás era un tema que debería “abordarse y resolverse”.