Horas después del ataque de Irán de este miércoles a dos bases estadounidenses en Irak como respuesta a la operación estadounidense para matar al general Qasem Suleimani, un avión civil perteneciente a una aerolínea ucraniana se estrelló en Teherán. Las 176 personas a bordo fallecieron.
El avión, un Boeing 737 que cubría el trayecto Teherán-Kiev, despegó con normalidad a las 6:12 de la mañana del aeropuerto de la capital. Dos minutos después se recibió la última señal de la aeronave. El avión se estrelló cuando ya estaba envuelto en llamas y el lugar del siniestro sugiere que estaba intentando volver al aeropuerto. Horas antes del desastre, la agencia estadounidense de aviación había prohibido a las aerolíneas estadounidenses sobrevolar territorio iraní ante el riesgo de que los aviones fuesen confundidos por aeronaves militares.
Las primeras declaraciones apuntaban a un fallo mecánico en el Boeing 737, pero muy pronto empezaron a emerger comunicados y versiones contradictorias. Finalmente, la madrugada de este sábado, Teherán ha reconocido que el avión fue derribado “involuntariamente”, debido a “un error humano”. Pero a lo largo de estos días, se han comunicado versiones contradictorias por parte de los distintos países implicados.
La embajada de Ucrania en Irán publicó inicialmente una nota de prensa en la que descartaba un acto terrorista o un ataque con misiles, pero el texto fue eliminado poco después de la página web y sustituido por otro que decía que era demasiado pronto para sacar conclusiones.
Paralelamente, la Organización de la Aviación Civil de Irán anunció que no iba a entregar a EEUU –país de fabricación del avión– las cajas negras de la aeronave, un elemento fundamental para esclarecer lo ocurrido.
Un vídeo publicado el jueves por la noche cambió radicalmente el panorama. La grabación –geolocalizada en el lugar del accidente– registra lo que parece un misil impactando con un avión. EEUU y Canadá (63 de los fallecidos eran canadienses) empezaron a hablar abiertamente de información de inteligencia que apunta a que el avión fue derribado por un misil.
Satélites estadounidenses diseñados para monitorizar lanzamientos de misiles detectaron el lanzamiento del interceptor iraní de corto alcance, según informaron fuentes estadounidenses. También han circulado imágenes del fragmento de un misil, pero no ha podido ser geolocalizado en el lugar del accidente.
“Reconocemos que esto se ha podido hacer accidentalmente”, afirmó Trudeau en una rueda de prensa poco después de la publicación del vídeo. “Las pruebas sugieren muy claramente una posible y probable causa del choque”, añadió. Trump, por su parte, ha señalado que es posible que el desastre se haya producido por “un error de alguien del otro lado [en referencia a Irán]”.
En medio de la mayor escalada de tensión entre Irán y EEUU en muchos años, muchos se mostraban escépticos ante las informaciones que apuntaban al misil como causa del siniestro. “EEUU está empeorando el dolor de las familias”, afirmó un portavoz del Gobierno iraní que calificó la teoría del misil como “una gran mentira”. El jefe de la Organización de la Aviación Civil de Irán, Alí Abedzadeh, advertía que “si tienen pruebas e informaciones, deben presentarlas ante el mundo y ante la Organización de la Aviación Civil”.
La UE señalaba este viernes que “en este momento sigue sin haber pruebas concluyentes de la causa del incidente”. “Estamos esperando los resultados de la investigación en marcha”, ha afirmado un portavoz de la Comisión.
Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, respaldaba también que “la hipótesis de que un misil impactó en el avión no se descarta”. El presidente ha pedido “en primer lugar a Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido entregar a la comisión internacional todos los datos y pruebas referidos a la catástrofe”.
El jueves Teherán pareció dar marcha atrás y Abedzadeh afirmó que las declaraciones publicadas en medios iraníes de que las cajas negras no serían enviadas al extranjero fueron “un error cometido por los periodistas”. La información de las cajas negras puede estar dañada y Abedzadeh señaló que si no se puede extraer, Irán podría pedir “ayuda a otros países”.
Ante las denuncias del derribo del avión por un misil, el Ministerio de Exteriores de Irán informó este viernes que su país ha invitado a Ucrania, como propietario del avión, y a la compañía estadounidense Boeing, como fabricante del aparato, a “participar en la investigación”.
Por su parte, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de EEUU, una agencia independiente del Gobierno estadounidense que se dedica a investigar accidentes aéreos, anunció que había aceptado una invitación de Irán para participar en las pesquisas. El Ministro de Exteriores canadiense confirmaba este viernes que una delegación de diez miembros se dirigía a Irán para formar parte de la investigación. Sin embargo, varios expertos se han quejado públicamente de que Irán ha limpiado la zona antes de que lleguen los investigadores.
No fue hasta este sábado de madrugada cuando Irán reconocía el “error humano” que llevó al derribo de del avión con 176 personas a bordo. El presidente iraní, Hasan Rohaní, ha asegurado que se juzgará a los responsables del incidente y ha urgido a revisar los sistemas de defensa del país.
Rohaní ha lamentado en un comunicado la muerte de tantas “personas inocentes debido a errores humanos y disparos equivocados” y ha señalado que “este doloroso accidente no es algo que pueda pasarse por alto fácilmente”.
“Se necesita más investigación para identificar todas las causas y raíces de esta tragedia y enjuiciar a los responsables de este error imperdonable”, ha subrayado el presidente, que ha incidido en la necesidad de tomar medidas para “garantizar que tal desastre nunca se repita”. En cierto modo, el presidente iraní ha culpado a Estados Unidos de la tragedia por sus “amenazas e intimidaciones”.
“Para defendernos de posibles ataques del Ejército estadounidense, las Fuerzas Armadas de la República Islámica de Irán estaban en alerta total, lo que desafortunadamente llevó a esta terrible catástrofe”, ha indicado en este mismo comunicado.
La Guardia Revolucionaria de Irán ha asumido este mismo sábado la responsabilidad por el derribo de la aeronave y ha explicado que el operador del sistema de defensa confundió el aparato con “un misil de crucero”.
El comandante de la Fuerza Aeroespacial de este cuerpo militar de élite, Amir Alí Hayizadeh, ha comunicado en una comparecencia televisada que el operador, antes de disparar, trato de contactar con sus mandos para obtener la aprobación pero el sistema de comunicación dio error y tomó “una mala decisión”.