Salman Rushdie reaparece tras el ataque: “Estoy teniendo muchas dificultades para escribir”
El escritor Salman Rushdie, apuñalado el pasado agosto mientras intervenía en un acto, se siente incapaz de escribir por el momento. Además, tiene una mano casi paralizada, lo que le impide teclear.
En la primera entrevista que concede desde el atentado y que este lunes publica el semanario The New Yorker en 20 páginas, Rushdie dice que su creatividad ahora está profundamente afectada. La capacidad creadora del escritor, de 73 años, no sufrió ni siquiera tras escribir 'Los versos satánicos', la novela que le valió una condena a muerte por parte del régimen iraní.
“Tengo eso que se llama trastorno de estrés postraumático. Estoy teniendo muchas, muchas dificultades para escribir. Me siento a escribir y no sucede nada. Escribo, pero es una combinación de vacuidad y desechos, cosas que escribo y borro al día siguiente”, relata Rushdie.
La sensación de estar sentado a la espera de la inspiración le parece “deprimente”, aunque gracias al terapeuta con el que ya se trataba desde antes del atentado tiene muy claro que no piensa “adoptar el papel de víctima”.
La más reciente novela del escritor, 'Victory City', que ya estaba terminada antes del ataque, sale a la venta en todo el mundo el martes. En esta ocasión no habrá ninguna campaña de presentación por su parte, pero no descarta ir a Londres próximamente para el estreno de una pieza de teatro todavía pendiente y titulada 'Helen', sobre el personaje de Helena de Troya.
El escritor, según lo describe el autor del largo artículo-entrevista, David Remnick, ha perdido la visión de un ojo y la foto a toda página que ilustra el artículo lo muestra con unas gafas oscuras para ocultar el ojo atacado, lo que no impide apreciar la larga cicatriz que le atraviesa un lado de la cara de arriba a abajo.
Las más de diez puñaladas que el atacante le propinó han dejado además casi inutilizada su mano izquierda, pues tiene el nervio cubital muy dañado y ha perdido la sensibilidad en dos dedos y parte de la palma de la mano. Todo ello le impide teclear y, en cuanto a hacerlo a mano, dice que escribe “con más lentitud”.
No puede escribir pero no ha perdido la elocuencia
No solo ha perdido 20 kilos tras el ataque y uno de los ojos, sino que también sufre problemas de movilidad en su brazo izquierdo y tiene un movimiento involuntario en un labio que, por suerte, no le impide “hablar con tanta elocuencia como siempre”, insiste el autor.
Rushdie ha dejado de lado un proyecto que tenía en una próxima novela inspirada al mismo tiempo en Franz Kafka y Thomas Mann, y si bien en un primer momento le “irritaba” la idea de escribir sobre el atentado mismo, ahora no lo descarta y piensa que debería ser una historia escrita en primera persona.
En cuanto a su seguridad, Rushdie, que prácticamente renunció a ella tras mudarse a Nueva York hace casi dos décadas, ahora admite que tendrá que reflexionar sobre ello. Por el momento, y tras las primeras seis semanas de hospitalización, ha vivido recluido en su propia casa, con la única salvedad de las frecuentes visitas a distintos médicos.
“He sufrido pesadillas, que tienden a disminuir. Estoy bien, soy capaz de levantarme y caminar. Cuando digo que estoy bien, quiero decir que hay partes de mi cuerpo que necesitan controles constantes. Fue un ataque colosal”, dice el escritor.
El juicio contra su atacante, Hadi Matar, comenzará previsiblemente el año próximo. Se arriesga a una pena de 25 años de cárcel por intento de asesinato en segundo grado, más otros 7 años por apuñalar a Henry Reese, otro escritor que trató de impedirle su ataque a Rushdie (y probablemente le salvó así la vida).
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