Pedro Sánchez apuesta por la celebración de una Conferencia Internacional para la Paz dentro de seis meses que permita poner fin al conflicto en Oriente Medio mediante el reconocimiento por parte de la comunidad internacional de dos estados en línea con las resoluciones de la ONU. “Realmente sería el reconocimiento de un Estado, Palestina”, ha dicho Sánchez, que ha recordado que Israel ya goza de ese reconocimiento internacional. Sánchez ha asegurado que es el momento de que se pueda “vislumbrar un horizonte de solución política a un conflicto que lleva años y años estancado sin una solución clara” que dé un “horizonte” a la población en Palestina y “seguridad” a Israel.
El presidente en funciones ha lanzado esa propuesta a su llegada a la reunión del Consejo Europeo ante la que ha reconocido que aún queda “mucho trabajo por hacer”. Sánchez ha lamentado que en el borrador de las conclusiones de esa reunión de los líderes de la UE la petición de una pausa humanitaria “no esté recogida como tal”. Según la Agencia EFE, en este momento figura el concepto “pausas humanitarias”, que era la acepción que querían países como Alemania o Austria.
Más allá del debate semántico, la reclamación de una pausa humanitaria, que ya de por sí es menor que un alto el fuego, supone que “se permita la entrada de ayuda humaniatria de manera permanente y de manera proporcionada a las necesidades”, en palabras de Sánchez, mientras que el concepto pausas humanitarias es más acotado en el tiempo y con objetivos específicos, según fuentes diplomáticas.
Sánchez ha reiterado su “rotunda, total y absoluta condena” al ataque de Hamás a Israel y “la exigencia de que libere inmediatamente a los rehenes”. “Israel tiene todo el derecho a defenderse, pero dentro del derecho internacional y humanitario”, ha puntualizado, antes de subrayar que “es urgente una pausa humanitaria”.
“Las imágenes que estamos presenciando gracias a los medios de comunicación en la Franja de Gaza son inaceptables”, ha señalado Sánchez, que empuja por la parte más ambiciosa dentro del acuerdo de mínimos que negocian los 27. Los borradores que se manejan eluden señalar a Israel por violar el derecho internacional en sus ataques a la población civil. Por ahora sólo el alto representante, Josep Borrell, se ha pronunciado en esos términos.
A medida que el asedio sobre la población civil en Gaza ha ido en aumento debilitando cada vez más la situación humanitaria, la presión se ha incrementado para mover a las grandes potencias. El secretario general de la ONU, Antònio Guterres, habló de un alto el fuego, que fue secundado por Pedro Sánchez con la coletilla de que fuera humanitario, es decir, para que el cese de las hostilidades tuviera como objetivo que la ayuda humanitaria pudiera llegar a una Franja de Gaza bloqueada. Esa posibilidad fue desechada por la mayoría de aliados bajo el argumento de que chocaba con el “derecho a la autodefensa” de Israel que propugnan tras el ataque de Hamás.
A principios de semana, fue imposible un posicionamiento conjunto de la UE sobre una pausa humanitaria por las resistencias de Alemania, Austria o Suecia, pero Borrell se mostró optimista respecto a la posibilidad de que los líderes acercaran posturas hacia esa posición. “Hay un consenso básico sobre que una pausa por razones humanitarias sería muy necesaria para que la ayuda humanitaria pueda entrar sin correr riesgos por la acción bélica continuada”, dijo al acabar la reunión de los ministros de Exteriores en la que afloraron las divisiones.
Ahora el debate está en que el borrador recoja una “pausa humanitaria” o “pausas humanitarias”, que es la acepción que ha aceptado Estados Unidos. “Las palabras importan siempre que nos permitan conseguir nuestros objetivos”, señalan fuentes comunitarias, que tratan de restar importancia a ese debate y enfatizan la necesidad de que la ayuda llegue y se proteja a los civiles en un momento en el que la ONU ha advertido de que la falta de combustible le hace imposible la asistencia a los hospitales.