Tema arreglado… Así había dado por cerrado el presidente argentino Javier Milei el escándalo político generado en el oficialismo a las pocas semanas de que tomara posesión por el nombramiento de al menos seis familiares de la senadora por la provincia de Jujuy, Vilma Facunda Bedia, como asesores.
Tema arreglado… a medias, se podría agregar. A dos meses de la sentencia presidencial, siguen en sus cargos José Jair Mamani, hijo de la senadora, y Daiana Ester Llanes, una sobrina. Así surge del plantel de asesores publicado en la página web del Senado.
Pablo Mamani, otro de los hijos de Vilma Facunda Bedia que había sido nombrado dentro del equipo de asesores de la senadora 'libertaria' por la provincia de San Luis, Ivana Arrascaeta, ya no figura en la nómina de empleados de su despacho. Sí que aparece en cambio Sonia Alicia Mamani, con el mismo apellido, pero sin parentesco con familia de la pastora evangélica. “No tiene nada que ver con nosotros. Es otra mentira más”, respondió Jair ante la consulta de elDiarioAR. Sin embargo, sigue trabajando con su madre. Sonia Mamani es originaria de Jujuy, pero lleva más de 20 años trabajando en el Senado de Buenos Aires.
Después del escándalo, la senadora Bedia despidió a Benjamín Mamani, otro de sus hijos, y a Mirta Araceli Silsque, la pareja de este. No se achicó en la cantidad de asesores. Tiene 15. De los hijos que se resiste a despedir, Jair Mamani tiene una categoría A1, que equivale a un sueldo de 1.522.759 pesos argentinos (unos 1.608 euros al cambio), según la última actualización de la escala salarial oficial.
Otro pariente que debía dejar el cargo fue Daniel Ricardo Bedia, hermano de la senadora y que estaba contratado, en rigor, por otro colega, Juan Carlos Pagotto, senador independiente de la candidatura de Milei por la provincia de La Rioja. Este ya no está en la nómina de empleados. Aquí es donde aparecen las esquirlas del caso que hizo enfurecer a sus colegas de bloque. De la revisión de las nóminas de asesores surgen más familiares. El senador riojano, por ejemplo, tiene contratado a Juan María Pagotto, su hijo, también en la categoría A1. Esto ocurre también con el jefe de bloque del oficialismo en el Senado. Ezequiel Atauche tiene entre sus colaboradores a Pedro Patricio Atauche, su hermano, también con la mayor categoría.
Los descuidos de Bedia generaron un cimbronazo para el bloque de La Libertad Avanza. Son apenas siete senadores, pero varios de ellos tenían contratados a familiares, o bien a familiares cruzados como asesores.
Cuando estalló el expediente de los nombramientos de familiares, Milei se pronunció de manera escueta. Ante la indignación del abogado Alejandro Fargosi en la red social Twitter (ahora 'X'), el presidente argentino publicó que el tema estaba “arreglado”. Entonces Fargosi reclamó que el jefe de Estado debía “explicarle a la senadora de La Libertad Avanza que debe cancelar esas contrataciones familiares”.
El Gobierno no ha especificado si Milei se había reunido o no con Bedia. Pero lo cierto es que, pasados dos meses, la senadora le hizo caso a medias. Del tema se había incluso quejado la vicepresidenta Victoria Villarruel.
Los cargos políticos en el Senado están representados en los contratos transitorios. Los empleados permanentes son heredados por los legisladores. En el caso de Bedia, tiene un total de nueve asesores transitorios, entre ellos su hijo y su sobrina. Arrascaeta, que quedó en el medio de la polémica por haber nombrado a un hermano de la senadora jujeña, por ejemplo, sólo tiene cinco asesores en esa categoría.
Dentro de La Libertad Avanza, el que más contratos transitorios tiene es el senador Bruno Olivera Lucero, con diez, de un total de 16 asesores. No hay un tope de empleados. En realidad, depende del presupuesto asignado a cada senador, que es el mismo para todos los legisladores.
El otro senador que más contratos políticos tiene es Bartolomé Abdala, pero en su caso es el presidente provisional del Senado argentino, y por tanto tiene más peso político que el senador Olivera. También ha realizado diez nombramientos transitorios. Le sigue Atauche, con ocho, Francisco Paoltroni, con siete y Pagotto con cinco. La presidenta del cuerpo, Victoria Villaruel, tiene siete empleados en esa condición.
En algunos casos se ve cómo coinciden los apellidos. Olivera Lucero tiene entre sus colaboradores a Hernán Aballay y a Luis Maximiliano Aballay, además de Esteban Cuello y Juan Cuello. Pasa algo similar con Arrascaeta, que tiene a tres asesores con el mismo apellido: Héctor Ocaña, Lara Ocaña Spagnuolo y Américo Spagnuolo.