Al menos siete personas han muerto y más una decena han resultado heridas de gravedad en dos ataques en sendos asentamientos judíos de Jerusalén Este, ocupada por Israel. Este viernes, un ataque armado en una sinagoga dejó siete víctimas mortales. Menos de 24 horas después, en la mañana del sábado, los servicios de emergencias de Israel han informado que un hombre ha abierto fuego en Jerusalén Este y al menos dos personas han resultado heridas. También este sábado, un hombre armado ha abierto fuego en un restaurante ubicado en un asentamiento judío de la Cisjordania ocupada, pero no se han reportado víctimas ni heridos, según el Ejército israelí.
La Policía ha informado que el sospechoso del tiroteo ha sido “neutralizado” por civiles israelíes armados y se encuentra en “estado grave”. Israel ha calificado el ataque de este sábado, sucedido cerca del barrio palestino de Silwan, como “terrorista” e informa que el atacante habría actuado solo. Las víctimas de este ataque eran padre e hijo, voluntarios del servicio de emergencias israelí Magen David Adom, según la prensa local.
Las imágenes posteriores al ataque muestran un amplio dispositivo policía en la zona tras el último episodio de la espiral de violencia desatada en Israel y los territorios palestinos ocupados en los últimos días. La Policía israelí ha ordenado en respuesta aumentar la alerta al más alto nivel y ha solicitado a la población que “informe de cualquier persona u objeto sospechoso”.
Ataque a una sinagoga
Según la Policía y el ministerio de Exteriores de Israel, siete personas han fallecido en el ataque del sábado por la noche. En un mensaje publicado en Twitter, el ministerio de Exteriores ha informado que 10 personas resultaron heridas. El incidente en la noche del viernes se ha producido en el barrio de Neve Yaakov, un asentamiento de colonos judíos en Jerusalén Este, donde se ha desplegado un amplio dispositivo policial. Según la agencia Associated Press, se trataría del ataque en Israel con más fallecidos desde 2008.
“El terrorista que disparó fue neutralizado en la escena”, ha dicho la Policía israelí, que ha descrito en Twitter que este viernes, sobre las 20:30 hora local, el atacante procedió a disparar contra varias personas que se encontraban en la zona de la sinagoga. “Las fuerzas policiales llegaron rápidamente al lugar, se enfrentaron al terrorista y abrieron fuego contra él. El terrorista fue neutralizado”.
Según recoge el medio Haaretz, citando la investigación policial preliminar, el atacante esperaba fuera de la sinagoga y abrió fuego cuando los fieles salieron del edificio, y se ha encontrado el arma aparentemente utilizada en el lugar de los hechos. Según los medios locales, el atacante llegó en coche al edificio utilizado como sinagoga, abrió fuego e intentó darse a la fuga, y la policía está buscando a otros posibles sospechosos que pudieran haber ayudado al pistolero.
La Policía israelí ha calificado el ataque como “terrorista”, un término que en Israel suele utilizarse para cualquier agresión cometida por palestinos por motivos nacionalistas, aunque aún no se ha desvelado la identidad del agresor.
“Se trata de un atentado terrorista muy grave. Vimos a una mujer y a cuatro hombres tendidos en la carretera. Sufrieron heridas de bala y no mostraban signos de vida, por lo que tuvimos que declarar su muerte”, ha declarado el paramédico Fadi Dekidek del servicio de emergencias Magen David Adom.
La respuesta de Israel y los países árabes
Las autoridades israelíes han informado este sábado que han lanzado una operación de seguridad en el barrio de At-Tiur, donde residía el atacante de la sinagoga, y han detenido a 42 familiares, vecinos y personas cercanas al acusado. El Ejército israelí también ha anunciado un “refuerzo” de su presencia en Cisjordania, en las localidades de Judea y Samaria, en respuesta a los ataques, informa Reuters.
Países árabes como Egipto, Jordania, Baréin, Omán y Arabia Saudí han advertido este sábado de la peligrosa escalada de violencia entre las dos partes. En un comunicado emitido por el Ministerio de Exteriores, la República Árabe de Egipto ha pedido “el ejercicio de la máxima moderación y el fin de la agresión y las medidas de provocación”.
Los dos últimos incidentes se han producido en medio de una escalada del conflicto israelí-palestino. Este viernes Israel ha bombardeado la Franja de Gaza tras el lanzamiento de varios cohetes desde el enclave costero, un día después de que diez palestinos murieran en Cisjordania ocupada a manos de fuerzas israelíes, nueve de ellos durante una redada militar en el campo de refugiados de Yenín.
En la Franja de Gaza, donde gobierna el movimiento Hamás, se han escuchado disparos al aire y bocinas de coches. “Esta operación heroica es en venganza por los mártires de Yenín. La operación en Jerusalén es la respuesta natural a los crímenes de ocupación en Yenín”, ha dicho el portavoz de Hamás, Hazam Qassem, según EFE.
El año pasado, la violencia aumentó con cifras de muertes no vistas en años y fue uno de los más mortíferos de la historia reciente, según Naciones Unidas. The Guardian informa de que 250 palestinos murieron en Cisjordania y 30 israelíes, y otros 49 palestinos murieron en la Franja de Gaza en una campaña de bombardeos israelíes en agosto. En lo que va de mes han muerto 31 palestinos, según el medio británico.