Varios autobuses que se dirigían a evacuar a enfermos y heridos de las localidades chiíes de Fua y Kefraya, cercadas durante más de tres años por Al Nusra, exfilial siria de Al Qaeda, han sido atacados e incendiados este domingo, según ha informado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, la televisión siria y varios medios locales.
Un grupo de violentos ha asaltado los autobuses, han obligado a los conductores a bajarse y han prendido fuego a al menos 20 vehículos. Cinco de ellos consiguieron llegar a su destino. La evacuación de civiles se había reanudado en las últimas horas, gracias a un acuerdo entre las fuerzas pro-gubernamentales y parte de los rebeldes, según el cual 2.500 personas saldrían del este de Alepo a cambio de que otras 2.500 lo hiciesen de Fua y Kefraya.
Según ha afirmado una fuente oficial militar a Middle East Eye, la quema de estos autobuses no cambiará los planes del gobierno sirio de permitir la evacuación de Alepo. Según otras fuentes, la evacuación de Aleppo también podría haberse visto paralizada después de este ataque. Según fuentes locales, los rebeldes sirios que acordaron los planes de evacuación se desmarcan de esta acción contra los autobuses. La opción que barajan las fuentes locales como más probable es la de la implicación de milicias de Al Nusra, antigua filial de Al Qaeda en Siria que ya se había opuesto a los planes de evacuación.
En total, se espera la salida de entre 3.000 y 4.000 civiles de estas dos poblaciones, cuya evacuación estaba prevista para primeras horas de la mañana.