Israel, al borde de sus cuartas elecciones en menos de dos años tras la ruptura del Gobierno de coalición

EFE

2 de diciembre de 2020 13:09 h

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Beny Gantz, ministro de Defensa israelí y principal socio del gobierno de Benjamín Netanyahu, anunció este martes que su partido, Azul y Blanco, votará este miércoles a favor de la moción de la oposición para disolver el Parlamento, lo que, de aprobarse, abocaría al país a las cuartas elecciones en tan solo dos años.

El voto de Azul y Blanco a favor de la disolución no es definitivo porque, aunque la moción se apruebe este miércoles en lectura preliminar, puede aún llegar a un acuerdo con Netanyahu que evite que se apruebe en la primera, segunda y tercera lectura que necesita para hacerse efectiva. La decisión de Gantz de apoyar la moción tiene lugar en el marco de una disputa con Netanyahu en torno a la aprobación del presupuesto, que casi hace caer al Ejecutivo en agosto y sobre la cual se deberá tomar una decisión antes de la medianoche del 23 de diciembre para evitar la disolución inmediata de la Knéset (Parlamento).

“Netanyahu ha decidido hacer caer este gobierno y llevar al Estado de Israel a elecciones”, dijo Gantz en rueda de prensa. El actual ministro de Defensa acusó al primer ministro de engañar al electorado y priorizar sus intereses personales sobre el bienestar de la sociedad. Sin embargo, antes de finalizar su discurso advirtió que “estas elecciones pueden ser evitadas” en caso de que el actual primer ministro apruebe el presupuesto bianual previsto en el acuerdo de coalición entre ambos, por el que Gantz debería asumir el cargo de primer ministro en noviembre de 2021.

Netanyahu, por su parte, emitió un comunicado minutos antes del anuncio de Gantz en el que mencionó que “este no es el momento para unas elecciones, sino para unidad” y denunció que Azul y Blanco trabaja en contra del Gobierno desde dentro de la coalición. De agosto a esta parte, sin embargo, ambos líderes no han hecho más que distanciarse y el posible colapso anticipado del Gobierno se presenta como una nueva y tal vez última ficha de negociación de Gantz.

La negativa de Netanyahu de acatar los términos del pacto y aprobar un presupuesto bianual, que argumenta responde a cuestiones económicas, se debe, según muchos analistas, a que es la única forma en la que podría eventualmente disolver el Parlamento antes de tener que ceder el cargo a Gantz.

De avanzar la moción de este miércoles en las votaciones posteriores, que podrían extenderse durante semanas, ambos líderes se jugarán su futuro político en unos comicios a los que, según las encuestas, ninguno de los dos llegaría bien parado y que favorecerían principalmente al derechista Naftali Benet.

Hasta ahora, en casi todas las negociaciones entre Gantz y Netanyahu en el último año y medio, las decisiones importantes se han tomado en el último momento, tras largas jornadas de especulación marcadas por fuertes declaraciones y acusaciones cruzadas. De mantenerse esta tendencia, el apoyo de Azul y Blanco a la votación de la ley para disolver la Knéset entraría una vez más en esta dinámica de tira y afloja habitual previa a los momentos clave, como se prevé sea la decisión del próximo 23 de diciembre.