La sombra alargada de las relaciones de Berlusconi con Putin sacude al Gobierno italiano antes de nacer

Mariangela Paone

19 de octubre de 2022 22:41 h

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Las palabras se las lleva el viento, pero a veces vuelven convertidas en tormenta. A finales de agosto, cuando faltaba menos de un mes para las elecciones en Italia y se daba por descontada la victoria del partido ultra de Giorgia Meloni, Silvio Berlusconi declaró en una entrevista al Corriere della Sera: “Nosotros somos los garantes del perfil liberal, cristiano, garantista, europeísta y atlantista del futuro Gobierno. Somos el centro verdadero, el del Partido Popular Europeo, que orgullosamente representamos en Italia”. 

La entrevista se publicó el mismo día en que el fundador de Forza Italia se reunía en Milán con el presidente del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, que se había desplazado hasta allí en una visita que escenificaba la bendición de la principal familia política de la Eurocámara a la coalición entre Forza Italia (FI), la Liga de Matteo Salvini y Hermanos de Italia, de Giorgia Meloni. Apenas dos meses después, en pleno proceso de negociación para la formación del futuro Gobierno, es el mismo Berlusconi quien pone en entredicho la posición internacional del próximo ejecutivo, haciendo tambalear la coalición.

La publicación de nuevos audios este miércoles de una reunión que el magnate y tres veces primer ministro mantuvo el martes con los diputados electos de su partidos incrementan las dudas sobre ese papel de “garante” de Forza Italia en un Gobierno a tracción de la ultraderecha. “Entró en Ucrania y se topó con una situación imprevista e impredecible de resistencia ucraniana, que al tercer día comenzó a recibir dinero y armas de Occidente. Y la guerra, en vez de ser una operación de dos semanas, devino en una de 200 años”, se oye decir a Berlusconi en una grabación del encuentro en la que culpa al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, de haber provocado la invasión rusa de Ucrania al “triplicar” los ataques en el Donbás. En los audios, el líder de FI vuelve a decir –como ya había hecho en vísperas de las elecciones para luego desmentirse a sí mismo– que el objetivo de Moscú era llegar a Kiev en una semana, “quitar al Gobierno, Zelenski, etcétera y poner otro ya elegido por la minoría ucraniana de personas de bien y de sentido común”. 

En una primera filtración de su discurso ante los diputados forzistas, publicada este martes, Berlusconi admitía ya que había “retomado un poco” las relaciones con el presidente Putin. “Por mi cumpleaños me ha mandado 20 botellas de vodka y una carta amabilísima. Le he respondido con botellas de Lambrusco y una carta igualmente amable”, confesaba Berlusconi añadiendo que él es para el líder ruso el “primero de sus cinco verdaderos amigos”. Si estas declaraciones ya habían desatado una tormenta en el país, las nuevas filtraciones de este miércoles pueden abrir una brecha aún mayor entre los futuros socios de Gobierno cuando faltan horas para las consultas de los partidos con el presidente de la República, Sergio Mattarella, paso previo al encargo de la formación del Ejecutivo. 

Tajani ante el PPE

Uno de los que pueden salir más perjudicados es el expresidente del Parlamento Europeo y vicepresidente de Forza Italia, Antonio Tajani, cuyo nombre, en los rumores que circulan desde hace días sobre el reparto de las carteras, sonaba muy fuerte para el Ministerio de Exteriores. Tajani compareció junto a Weber en la rueda de prensa en Roma en la que el presidente del PPE dijo a finales de agosto que “el centroderecha está preparado para gobernar junto y con responsabilidad”, que se necesitaba “experiencia y conocimiento” y que el partido que más los tiene dentro de la coalición es Forza Italia. Ahora será Tajani quien este jueves tendrá que dar la cara en Bruselas en la reunión del PPE previa al Consejo europeo con los audios de Berlusconi atronando en los principales medios italianos y en medio de la polémica desatada por quien tenía que ser el garante del buen hacer del futuro Gobierno. 

“Mañana estaré en la reunión del PPE para confirmar la postura europeísta, atlantista y de pleno apoyo a Ucrania mía y de Forza Italia. En todas las sedes institucionales nunca ha faltado nuestro voto a favor de la libertad y contra la invasión rusa”, tuiteó Tajani al final de la tarde, mientras el alboroto por la última salida incongruente de Berlusconi crecía. El líder del Partido Democrático, Enrico Letta, calificó de “gravísimas e incompatibles con la posición de Italia en Europa” las palabras de Berlusconi y añadió que “minan la base de la credibilidad del posible nuevo Ejecutivo”. El centrista Carlo Calenda fue más allá: “Las palabras de Berlusconi confirman que Forza Italia es un partido poco fiable y qua está claramente del lado de Rusia. El PPE tendría que tomar posición y Antonio Tajani no debería ser ministro de Exteriores. Meloni no tiene una mayoría con la que pueda gobernar”. 

Y así es como la sombra larga de las relaciones de décadas de Berlusconi con Putin hace tambalear al Gobierno antes de nacer. La tensión ya era altísima a pesar de que Meloni y Berlusconi habían escenificado una reconciliación después de la publicación el pasado viernes de una foto de las notas del líder de Forza Italia en el Senado con ataques directos a su socia de coalición. “Giorgia Meloni. Comportamiento: 1. obstinado 2. prepotente 3. arrogante 4. ofensivo. Sin voluntad de cambio. Ella es alguien con quien no te puedes poner de acuerdo”, se leía en los apuntes. 

“Quien no está de acuerdo, fuera del Gobierno”

Meloni, que en un primer momento replicó que a ella no se la podía “chantajear”, quiso pasar página sin ceder a las peticiones de Berlusconi de tener para Forza Italia ministerios claves como el de Justicia y el de Desarrollo Económico. Pero este miércoles, tras el nuevo incendio y casi tres horas de silencio, desde Hermanos de Italia publicaron una nota de la líder con palabras durísimas: “Sobre una cosa he sido, soy y seré siempre clara. Quiero liderar un Gobierno con una línea de política exterior clara e inequívoca. Italia es de pleno derecho y con la cabeza alta, parte de Europa y de la Alianza Atlántica. Quien no está de acuerdo no podrá formar parte del Gobierno, a riesgo de no formar el Gobierno. Italia con nosotros no será nunca el anillo débil de Occidente, la nación poco fiable que tanto les gusta a nuestros detractores”. 

Sin embargo, la coalición irá este viernes unida al encuentro con Mattarella. “El Gobierno nacerá”, repiten desde la mayoría. Pero sobre este nacimiento pesan ya sospechas cruzadas: ¿Quién ha filtrado los audios? ¿Y por qué? Preguntas con muchas probabilidades de quedarse sin respuesta, mientras hay quien ironiza sobre el lema de campaña de Meloni: “Listos”. Listos para gobernar.