La primera ministra de Suecia, Magdalena Andersson, tiene como objetivo pedir que el país entre en la OTAN en junio de este año, según informa el periódico Svenska Dagbladet (SvD), que cita fuentes del Partido Socialdemócrata.
El diario informa de que está previsto que la solicitud se presente en la reunión de la Alianza Atlántica que se celebrará en Madrid a finales de junio.
El diario The Times informó este lunes de que tanto Suecia como Finlandia están listas para unirse este mismo verano a la OTAN, en lo que fuentes estadounidenses califican de “gran error estratégico” de Moscú. La Alianza está actualmente compuesta en la actualidad por 30 miembros y los dos países nórdicos han mantenido una política de neutralidad militar.
La información se ha conocido el mismo día en que Andersson se reúne con la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin. En rueda de prensa conjunta con su homóloga en Estocolmo, Andersson no ha querido comentarla.
“Debemos analizar la situación para ver qué es lo mejor para la seguridad de Suecia y del pueblo sueco, y no hay que apresurarse. Hay que hacerlo de forma muy seria y minuciosa”, ha dicho.
El Partido Socialdemócrata sueco, que encabeza un Gobierno en minoría, anunció el lunes la apertura de un debate interno sobre la situación de seguridad en Europa y su postura frente a la OTAN, hasta ahora contraria a un ingreso.
El motivo esgrimido fue el cambio en la situación de seguridad provocado por la guerra en Ucrania, a pesar de que el partido aprobó en noviembre en su último congreso mantener el actual estatus, informa EFE.
Rusia, que se opone a la ampliación de la Alianza, ha amenazado a Finlandia y Suecia con “consecuencias político-militares” deciden pedir su ingreso en la OTAN. El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, ha calificado a la Alianza como “una herramienta para la confrontación”.
Finlandia decidirá “en semanas”
En la rueda de prensa, Marin ha reiterado que su país tomará una decisión sobre un posible ingreso en la OTAN en el plazo de “unas semanas”. “Creo que nuestro proceso va a ser bastante rápido, hablamos de semanas, no de meses”. Andersson, por su parte, ha rehusado hablar de plazos concretos y ha recordado que un informe similar al finlandés que discuten los partidos suecos deberá estar listo a más tardar el 31 de mayo.
Marin ha dicho que cualquier decisión sobre la OTAN tiene sus ventajas y desventajas y ha admitido que lo ideal sería que tanto Suecia como Finlandia, los dos aliados pero no miembros de la Alianza, adoptaran la misma postura. “Finlandia y Suecia tomarán su decisión desde sus propias perspectivas, de forma independiente pero en estrecho diálogo”.
El Gobierno finlandés ha presentado este miércoles un informe sobre las distintas opciones relativas a su política exterior y de seguridad en el Parlamento, que será debatido por los partidos políticos durante la primavera. El objetivo, según explicó hace unos días la primera ministra, es tomar una decisión lo más consensuada posible antes de la cumbre de la OTAN que se celebrará en Madrid a finales de junio.
En la presentación en el Parlamento del libro blanco sobre los cambios en el entorno de seguridad a raíz de la invasión rusa de Ucrania, que servirá de base para el debate sobre el posible ingreso del país nórdico en la OTAN, el Ejecutivo ha hecho varias consideraciones, como que prevé tensiones en su frontera con Rusia como consecuencia de un futuro ingreso en la OTAN, pero considera que mantener el statu quo en el contexto de la invasión rusa de Ucrania conlleva también riesgos.
El informe no contiene propuestas, sino que ofrece un análisis en profundidad sobre los efectos de la invasión rusa de Ucrania en la política exterior, de seguridad y de defensa de Finlandia, así como sobre sus consecuencias económicas. Señala que la situación de seguridad en Europa y en Finlandia “es más grave y más difícil de predecir que en cualquier otro momento desde la Guerra Fría”.
El análisis constata que el efecto más significativo de la posible membresía de Finlandia en la OTAN sería que el país nórdico pasaría a formar parte de la defensa colectiva de la Alianza y contaría con las garantías de seguridad que establece el artículo 5 sobre la defensa conjunta. “El efecto preventivo de la defensa de Finlandia sería considerablemente mayor que en la actualidad, ya que detrás estarían las capacidades de toda la Alianza”.
No obstante, al mismo tiempo advierte de que una solicitud de ingreso podría tener consecuencias “a gran escala y difíciles de predecir”, entre ellas el aumento de las tensiones en la frontera entre Finlandia y Rusia, para las que el país debería prepararse. “Finlandia reforzará su preparación por si se convierte en objetivo de actividades de influencia híbrida de gran alcance”.
También advierte de los riesgos de mantener el actual statu quo y no reaccionar a la nueva situación tras el ataque ruso a Ucrania. “En una situación en la que Rusia está tratando de construir su esfera de influencia mediante acuerdos y medios militares, la falta de reacción ante el cambio en el entorno de seguridad podría provocar un cambio en la posición internacional de Finlandia y una reducción de su margen de maniobra”, dice el documento.
Está previsto que los partidos políticos debatan el contenido del libro blanco la semana próxima. Después, un comité parlamentario elegirá la opción que crea más conveniente para la seguridad de Finlandia y presentará una propuesta en el Parlamento, donde será debatida y votada, informa EFE.
Si la tramitación sigue el curso habitual, el Ejecutivo y el presidente finlandés, Sauli Niinistö, propondrán a continuación la futura política de seguridad y defensa, que podría basarse en pedir el ingreso en la OTAN –lo más probable– o mantener la línea de no alineamiento. No obstante, si el Gobierno y el presidente lo consideran necesario, podrían acelerar el proceso y someter a votación su propuesta en cualquier momento, sin esperar a que concluya la tramitación parlamentaria.