Los votantes suizos han decidido este domingo no retrasar un año su edad de jubilación, actualmente establecida en los 65 años. En cambio, sí han aprobado una paga extra para los jubilados, en una jornada de referendos nacionales y locales en la que se ponía en juego el sistema de pensiones del país.
Con el cien por cien de los votos escrutados en los 26 cantones, el “no” a la jubilación a los 66 años se impuso por un claro 74,72% de los votantes, mientras que en la consulta sobre una decimotercera paga al año para los retirados venció el “sí” con un apoyo del 58,24%.
El Gobierno y el Parlamento helvéticos habían recomendado votar “no” en ambas consultas, que afectaban al sistema de pensiones suizo, denominado AVS (siglas en francés de “Seguro de Vejez y Supervivientes”) y que actualmente beneficia a 2,5 millones de personas de una población de casi 9 millones.
Con el “sí” a la paga extra, la renta máxima para personas jubiladas que viven solas aumentará en el equivalente a unos 2.500 euros anuales, hasta los 33.300 euros, y subirá en 3.800 euros para parejas casadas en edad de retiro, hasta los 49.900 euros.
El Gobierno estima que esta subida de la jubilación supondrá para las arcas públicas un coste suplementario de casi 4.300 millones de euros anuales, y que con el progresivo envejecimiento de la población suiza en el futuro se podrían superar los 5.200 millones de euros de sobrecoste por año.
Los promotores de este aumento defendían que era necesario en un momento de crecientes gastos para el ciudadano suizo medio, tanto en sanidad y alimentación como en alojamiento o electricidad, a causa de la inflación y las subidas de determinados impuestos.
La consulta para retrasar la edad de jubilación a los 66 años no sólo habría establecido esta nueva edad para el retiro a partir de 2033, sino que desde entonces se hubiera ligado a la esperanza de vida media. De esta forma, si ésta esperanza de vida aumentaba en Suiza, como lo ha ido haciendo en las últimas décadas, se iría también retrasando la llegada del retiro, aunque con un aplazamiento máximo de dos meses por año.
El retraso a los 66 años, según sus defensores, habría reducido los costes del sistema de pensiones en 2.090 millones de euros, pero Gobierno y Parlamento aconsejaban votar en contra de la idea de ligar jubilaciones y esperanza de vida, al considerarlo una fórmula matemática excesivamente rígida.
En 2022, los suizos ya aprobaron en otro referéndum igualar a 65 años, a partir de 2028, la edad de jubilación de mujeres y hombres (hasta entonces era de 64 años para ellas), lo que ya debería suponer cierta distensión para la caja de pensiones helvética.
Suiza introdujo el sistema de jubilación AVS en su Constitución hace casi un siglo, en 1925, aunque las primeras pensiones para los retirados en el país centroeuropeo no llegaron hasta 1948.
Además de estas dos consultas a nivel nacional, se celebraron diversos referendos locales en los que, entre otras cosas, Ginebra acordó elevar a himno cantonal la canción en lengua franco-provenzal “Cé qu'è lainô”, y el cantón alpino de Valais optó por no dotarse de una nueva constitución local, manteniendo la de 1907.