La Asamblea General de Naciones Unidas ha recibido al presidente palestino, Mahmud Abbas, con un largo aplauso. “No nos marcharemos, no nos marcharemos, no nos marcharemos. Palestina es nuestra patria”, ha empezado diciendo en su primer discurso ante el organismo desde el comienzo de la guerra en Gaza el pasado 7 octubre.
Abbas ha denunciado el “crimen genocida” que está cometiendo Israel contra el pueblo palestino y ha acusado a Estados Unidos de permitir la masacre de civiles con su apoyo. Según el mandatario, Washington “ha facilitado a Israel las armas más mortíferas que ha usado contra mujeres y niños”, y ha usado su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para permitir que continúe con la ofensiva militar, que ya se ha cobrado la vida más de 41.000 palestinos en poco menos de un año.
Aparte de EEUU, “el mundo entero es responsable de lo que le pasa” al pueblo palestino, ha afirmado el presidente de la Autoridad Palestina, que gobierna en el territorio ocupado de Cisjordania, pero no en Gaza.
“Detengan el genocidio, dejen de enviar armas a Israel. Esta locura no puede continuar”, ha afirmado Abbas. Se esperaba que la matanza en Gaza fuera el tema central de la apertura del 79 período de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York y hasta hace tan solo unos días Palestina tenía previsto llevarse toda la atención. Pero el comienzo de una nueva ofensiva israelí contra Líbano al principio de esta semana ha hecho que Abbas haya acabado pidiendo no sólo el fin de la guerra en su tierra, sino también en el Líbano.
“Israel está poniendo en marcha una nueva agresión contra el pueblo hermano de Líbano, que ahora es víctima de otro genocidio. Israel tiene que para la guerra en Líbano y Palestina. Exigimos que se le ponga término inmediatamente”, ha dicho Abbas.
A pesar de que el presidente palestino ha puesto el foco en Estados Unidos, el principal aliado militar y económico del Estado judío, el Gobierno israelí ha desoído en reiteradas ocasiones las peticiones de Washington para acordar un alto el fuego en Gaza y, ahora, para rebajar la violencia en Líbano.
La madrugada del jueves, EEUU, junto al resto del G7 y la UE, Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí emitieron un comunicado pidiendo un alto el fuego en Líbano de 21 días para intentar llegar a un acuerdo por la vía diplomática. Pero tanto el ministro de Exteriores de Israel, Israel Katz, como el primer ministro, Benjamin Netanyahu, han rechazado detener los ataques contra el grupo chií Hizbulá, principal blanco de los bombardeos que desde el lunes han dejado unos 600 muertos en todo Líbano.
Netanyahu ya ha llegado a Nueva York, donde se espera que mañana pronuncie su discurso ante la Asamblea.
A la vez que Washington lidera los esfuerzos diplomáticos para frenar la escalda, continúa enviando armamento. Este mismo jueves, ha aprobado un nuevo paquete de ayuda militar para Tel Aviv valorado en 8.700 millones de dólares. El paquete incluye 3.500 millones de dólares para adquisiciones esenciales en tiempos de guerra, los cuales ya han sido transferidos al Ministerio de Defensa de Israel, y otros 5.200 millones de dólares destinados a sistemas de defensa aérea.
A pesar de que un alto el fuego y el fin del conflicto en Gaza cada vez parece más lejano, Abbas ha querido aprovechar su intervención para presentar su plan para “el día después” en la Franja, una vez acabe la guerra. El mandatario ha dicho que la Autoridad Palestina debería volver a ejercer ejercer su jurisdicción sobre Gaza y todos los cruces fronterizos, incluido el de Rafah –que conecta la Franja con Egipto pero que actualmente está controlado por las tropas israelíes–.
Igual que ha criticado a EEUU por votar en contra de reconocer a Palestina como un estado miembro de pleno derecho en la ONU, Abbas también ha agradecido el apoyo a todos esos países que votaron a favor y que se han posicionado al lado de Palestina. También ha puesto en valor las manifestaciones propalestinas que tienen lugar en EEUU desde que empezó el conflicto, así como las que se han visto en Europa.
El embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, ha emitido poco después un comunicado en respuesta al discurso de Abbas. En el texto, acusa al presidente de hablar de una solución pacífica sólo cuando se encuentra en Naciones Unidas y de no condenar el ataque del 7 de octubre de Hamás, en el que el grupo islamista mató a más de un millar de personas y secuestró a unas 250 en suelo israelí.