Algo está interrumpiendo la tradicional calma en el acomodado barrio de Georgetown, en Washington. Una mochila atada a una cuerda baja por la ventana de la embajada de Venezuela en Washington. Fuera, un grupo intenta llenarla de comida a toda velocidad mientras el otro intenta bloquearles el paso. En ocasiones con esposas y detenidos de por medio.
Los activistas, que se han instalado en el edificio desde mediados de abril, forman el grupo autodenominado 'Colectivo de Protección de la Embajada' y entraron en la legación cuando los enviados de Nicolás Maduro abandonaron EEUU tras la crisis por la que pasan ambos países. Ellos aseguran que están allí invitados por los diplomáticos y antiguos moradores que, antes de irse, les entregaron las llaves. Su misión: evitar que el enviado de Guaidó a Washington entre en la embajada.
Fuera, manifestantes afines a Guaidó se enfrentan a los que muestran apoyo moral y logístico a los nuevos vecinos incómodos del barrio. La escena de la mochila se repite una y otra vez hasta rozar lo ridículo. Ante el cerco formado por los manifestantes pro-Guaidó, Jerry Condone, presidente del grupo Veterans for Peace, decide lanzar un pepino a la ventana de la embajada. Condone es rápidamente apartado por la policía, inmovilizado y esposado.
El último episodio se vivió este miércoles por la noche, cuando las autoridades de la ciudad cortaron el agua y la electricidad en el edificio para intentar expulsar a los activistas. “Nuestro reconocimiento a la dignidad y firmeza del Colectivo Protector de nuestra antigua Embajada en EEUU. Los asedian, agreden, bloquean y hasta les cortan la electricidad. ¿No les suena conocido? Es la misma estrategia ilegal del imperialismo contra el Pueblo venezolano”, ha afirmado Jorge Arreaza, ministro de Exteriores de Madruo.
El enviado de Juan Guaidó en Washington, Carlos Vecchio, ha respondido al ministro de Exteriores: “Qué bueno que reconozcan que es su 'antigua' embajada. Qué bueno que acepten que nadie los reconoce, pero además, los únicos que le cortan la luz a Venezuela son ustedes. Lo que hicimos nosotros fue evitar que tus comunistas malandros sigan aprovechándose de los recursos del país”.
“A los invasores de nuestra Embajada que defienden cómodamente al régimen usurpador, hemos decidido darles un poco de la experiencia de vivir en Venezuela bajo el socialismo fracasado de Maduro. A partir de este momento no tendrán energía eléctrica. Próximo paso: su salida”, ha añadido.
Alumbrado por la luz de una vela, un portavoz del grupo parapetado en la embajada también ha respondido al corte de suministro. “Las autoridades nos acaban de cortar ilegalmente la electricidad. Era algo que esperábamos y estamos preparados para ello”. “Es irónico que EEUU haya atacado el sistema eléctrico de Venezuela y ahora ataque la electricidad de la embajada. No nos vamos. Vamos a resistir”, añade.
El Departamento de Estado alega que la única persona con autoridad sobre la embajada venezolana es Juan Guaidó, a quien EEUU reconoce como el presidente legítimo de Venezuela. “El Gobierno de Venezuela, liderado por el presidente interino Juan Guaidó, tiene autoridad legal sobre la embajada de Venezuela en Washington DC. Invitamos a los individuos que permanecen sin autorización a desalojar el edificio y llevar a cabo futuras protestas de forma pacífica y legal”, ha afirmado el Departamento de Estado.
El Artículo 22 del Convenio de Viena establece que “las instalaciones de la misión diplomática son inviolables”. “Los agentes del Estado receptor no pueden entrar excepto con el consentimiento del jefe de misión”, añade el convenio.