Taiwán ha denunciado este sábado que buques y aviones militares chinos volvieron a traspasar la línea media del Estrecho de Formosa en un “posible ataque simulado” durante la tercera jornada de maniobras militares en represalia por la visita a la isla de la presidenta del Congreso estadounidense, Nancy Pelosi.
En un mensaje publicado en su cuenta oficial de Twitter, el Ministerio de Defensa Nacional de la isla asegura que el objetivo de esa simulación de ataque sería un “activo de alto valor”. Algunos medios como la agencia oficial de noticias taiwanesa CNA agregaron, citando también a la cartera, que se trataría de un ensayo de un posible ataque contra la isla.
Según el rotativo oficial chino Global Times, las maniobras de este sábado incluyeron “ejercicios conjuntos en el mar y el aire, realistas y orientados a combate” en zonas del norte, el suroeste y el este de Taiwán, “centrándose en un ataque a tierra y asalto marítimo bajo apoyo sistémico”.
En respuesta, Taipéi emitió alertas y desplegó patrullas aéreas y navales, activando asimismo sus sistemas de misiles terrestres, al igual que hizo durante la jornada de ayer ante la “fuerte provocación” del cruce de la línea media del Estrecho por parte de varios buques y aviones chinos.
Según las cifras del Ministerio, hasta 49 aeronaves rebasaron este viernes la citada línea imaginaria, que funciona como una frontera no oficial pero tácitamente respetada por China y Taiwán durante las últimas décadas.
Por su parte, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken ha reiterado este sábado que la respuesta china a la “visita pacífica” de Nancy Pelosi a Taiwán es desproporcionada durante su estancia en Filipinas, un tradicional aliado de EEUU y donde el dirigente norteamericano ha mantenido reuniones para tratar la seguridad en la región.
Blinken está en Manila como parte de su gira por Asia y ha mantenido reuniones con el presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., y su homólogo en el país, Enrique Manalo, en las que afianzaron sus lazos económicos, políticos y de seguridad.
Blinken ha reconocido que las tensiones entre Estados Unidos y China “van en aumento”, pero volvió a manifestar que “no es el interés” de su país “escalar la situación” aún más, por lo que pidió al gigante asiático mantener “las puertas abiertas para la diplomacia”.
“Déjenme ser claro: Estados Unidos no cree que sea el interés de Taiwán, de la región o nuestra propia seguridad nacional escalar la situación. Le transmití eso directamente a Wang Yi ayer”, enfatizó.
Drones, simulacros médicos y patrullas de vigilancia
En otro comunicado aparte, la cartera castrense taiwanesa aseguró haber detectado este viernes hasta siete incursiones de drones chinos sobre las islas Kinmen, controladas por Taipéi a pesar de estar situadas a apenas cinco kilómetros de la ciudad suroriental china de Xiamen.
Asimismo, en las islas Matsu y Dongyin, cercanas también a las costas chinas, las fuerzas taiwanesas lanzaron bengalas de advertencia para disuadir a varios drones y otros aparatos voladores no identificados.
Mientras tanto, el Ejército Popular de Liberación (EPL, el Ejército chino) organizó simulacros médicos al transformar un tren de alta velocidad en un hospital móvil para más de 100 pacientes, algo que, según el diario hongkonés South China Morning Post, supondría una demostración de la preparación militar para posibles bajas o heridos.
Asimismo, las Fuerzas Armadas publicaron una foto de un soldado vigilando con prismáticos un buque de guerra taiwanés supuestamente cerca de las costas orientales de la isla.
Los movimientos del EPL se enmarcan en las maniobras militares que lleva a cabo desde el jueves y que se prolongarán hasta el domingo en represalia por la visita de Pelosi, y que hasta ahora han incluido fuego real y el lanzamiento de misiles de largo alcance.
Estos ejercicios tienen lugar en seis zonas alrededor de la isla, una de ellas a unos 20 kilómetros de la costa de Kaohsiung, la principal ciudad del sur de Taiwán.
Un “bloqueo irresponsable”, según Taiwán
Pese a que en los últimos años China ha efectuado otros simulacros en el Estrecho de Taiwán, los de esta semana son diferentes porque “cubren un área más grande, involucran más elementos militares y se espera que sean altamente efectivos”, informaron expertos chinos en materia de defensa citados por medios locales.
Taiwán ha descrito la presencia militar china en las citadas áreas como un “bloqueo”, y la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, calificó la “deliberadamente elevada amenaza militar” de China de “irresponsable”.
China, que calificó la visita de Pelosi -según CNA, la de un funcionario estadounidense de mayor rango en 25 años- de “farsa” y “traición deplorable”, reclama la soberanía de la isla y considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.
Pekín anunció ayer varias sanciones contra Pelosi y sus familiares directos y elevó el nivel de sus represalias al suspender mecanismos de cooperación con Washington en materia judicial, de cambio climático, repatriación de inmigrantes ilegales, asistencia judicial penal o lucha contra delitos transnacionales.