Tensión en Bolivia: detenido un gobernador por “presunta participación en un golpe de Estado” en 2019

Ayelén Oliva

29 de diciembre de 2022 07:54 h

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El gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, líder de la oposición al gobierno de Luis Arce, permanece detenido este miércoles en la sede de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de La Paz. La Fiscalía de Bolivia confirmó que el arresto del gobernador responde al caso “golpe de Estado I”, un proceso judicial que investiga la responsabilidad de los dirigentes políticos y sociales bolivianos en las masacres de 2019, que tuvieron lugar después de la renuncia de Evo Morales a la presidencia forzado por presiones de militares y policías.

“Informamos al pueblo boliviano que la Policía Boliviana dio cumplimiento a la orden de aprehensión en contra del señor Luis Fernando Camacho”, escribió en sus redes sociales el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo. Camacho enfrenta además de esta causa numerosas denuncias hechas por el Gobierno en su contra. En principio, por liderar las huelga de 36 días en Santa Cruz en octubre pasado, para exigirle al Gobierno que concrete el censo de población para 2024.

La gobernación de Santa Cruz emitió un comunicado donde denunció que Camacho “ha sido secuestrado en un operativo policial absolutamente irregular”. “El operativo del secuestro del gobernador se realizó en las calles aledañas a su domicilio cuando él regresaba luego de cumplir actividades de gestión”, dice la nota. Por su parte, la Fiscalía explicó que la detención de Camacho “no se trata de un secuestro o una persecución política” sino que responde a una “orden de aprehensión” que se emitió en octubre de este año por parte de un juez en La Paz.

“La Policía detuvo a Camacho sin leerle sus derechos, no se identificaron porque iban de civil, no le comunicaron la causa judicial pero sí la orden en virtud de la cual lo estaban deteniendo y lo llevaron en helicóptero hasta La Paz, sin pasar antes, como debían, por la Fiscalía Departamental de Santa Cruz”, dice a este medio el periodista argentino de elDiarioAR, Alfredo Grieco y Bavio, editor en 2012 en el periódico boliviano La Razón.

Hasta la noche del miércoles, el presidente no había hecho declaraciones sobre el tema, pero sí lo hizo Evo Morales. “Finalmente después de tres años, Luis Fernando Camacho responderá por el golpe de Estado que derivó en robos, persecuciones, detenciones y masacres del gobierno de facto. Confiamos en que esta decisión se sostendrá con la firmeza que demanda el clamor de justicia del pueblo”, dijo el expresidente en sus redes.

Quién es Luis Fernando Camacho

Luis Fernando Camacho lleva marcada en la piel su aversión por Evo Morales. El año previo a la llegada a la gobernación de Santa Cruz, el “macho Camacho” decidió tatuarse en su brazo derecho una cruz con la carta de renuncia que le escribió a Evo Morales en 2019 y la fecha de renuncia del exmandatario. “Decidí tatuarme, si bien no tenía tatuajes, la cruz con la carta dice ya somos libres y la fecha de renuncia de Evo Morales, quería que de alguna manera que me acompañe”, dijo en 2020 el empresario en una entrevista con No Mentiras.

Camacho, un empresario del oriente boliviano, acérrimo rival del expresidente Evo Morales, ganó visibilidad en 2019, año en que lideró las protestas por las denuncias del supuesto fraude electoral desde la presidencia del Comité Cívico Pro Santa Cruz. En ese momento, la tensión social escaló tan rápido que Evo, cercado por la oposición, acorralado por la resolución de la OEA, las Fuerzas Armadas y sectores de la Policía, renunció a su cargo y dejó Bolivia para parar a vivir en Argentina. “Luis Fernando Camacho es uno de los máximos responsables de la ruptura del orden constitucional en 2019”, escribió en sus redes sociales el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, cercano Evo Morales.

Camacho quedó detenido por haberse negado a prestar testimonio en dos oportunidades en la causa que investiga su responsabilidad en el golpe de Estado de 2019. Mismo proceso por el cual sigue arrestada la presidenta interina Jeanine Áñez. Además de ese proceso, también al gobernador le pesan numerosas denuncias del oficialismo por la huelga de 36 días cumplida en Santa Cruz, entre octubre y noviembre de este año, para exigir la pronta realización del censo de población.

“Acaban de resucitar a un muerto, porque era uno de los peores gobernadores de Bolivia. Si cae en un juzgado al que no convenzan ni los objetivos y mucho menos las formas, lo va a soltar. Con más ferocidad y felicidad, si la línea política personal del magistrado es evitista, para perjudicar al Arce”, dice Grieco y Bavio.

Hace menos de dos años, Camacho ganó la gobernación de Santa Cruz con más del 55% de los votos. Si bien su popularidad cayó en estos años, sigue siendo un actor de peso en la política regional del oriente del país. Rómulo Calvo, líder político cruceño aliado al gobernador, anunció en la noche del miércoles que responderán con una lucha “pacífica” por la liberación del gobernador. En declaraciones a los medios, Calvo le exigió a Luis Arce “la inmediata liberación” de Camacho, para “evitar la innecesaria confrontación que su Gobierno pretende instalar” en Santa Cruz.

Toma de aeropuertos e incendios

Los seguidores del gobernador, incluidos varios congresistas, tomaron los dos aeropuertos del departamento. El objetivo era evitar el traslado del líder opositor a La Paz. Las personas llegaron al aeropuerto internacional de Viru Viru en Santa Cruz e ingresaron hasta la pista para evitar el despegue de aviones. Las personas movilizadas se subieron a los aviones para verificar que Camacho no estuviera en ningún vuelo, incluso obligaron a bajar a los pasajeros, asegurando que no permitirán el despegue de ningún vuelo desde esa terminal, según EFE.

Los vuelos en Viru Viru quedaron suspendidos temporalmente. La aerolínea estatal Boliviana de Aviación (BoA) anunció la interrupción de sus vuelos. “Debido al cierre del aeropuerto de Viru Viru por el ingreso irregular de personas ajenas a la operación, nuestras operaciones aéreas hacia y desde este aeropuerto han sido suspendidas temporalmente de acuerdo a NOTAM (restricción aeroportuaria); a fin de resguardar la seguridad de nuestros usuarios”, informó BoA.

Lo mismo ocurrió en el aeropuerto El Trompillo. La televisión local mostró cómo los manifestantes ingresaron con violencia hasta la pista y obligaron a desalojar a los militares que se encontraban en esa terminal aérea, que actualmente se emplea para operaciones militares, de instrucción y privadas. En ese mismo momento, grupos radicalizados se dirigieron a las instalaciones de la Fiscalía Departamental de Santa Cruz. En la puerta del edificio se dieron retrasos y quemaron parte de las oficinas. “El escenario ideal para Camacho es que las movilizaciones crezcan, así apelar a un discurso regional”, dice Bejarano.

“Es importante para la democracia boliviana que no se tolere la impunidad contra quienes promueven el fascismo, golpes de Estado y violación de los derechos humanos”, escribió este miércoles en sus redes sociales el presidente de Senado, Andrónico Rodriguez, del ala del Movimiento al Socialismo (MAS) más cercana al expresiones Evo Morales.

Camacho en la pelea de Evo con Arce

El arresto del principal líder opositor deja en evidencia las internas en el Gobierno. “Es una apuesta grande la que hace Luis Arce. Si le sale bien, podrá convertirse en el líder más importante del país”, dice a elDiario.es la periodista boliviana Susana Bejarano. “Por un lado, Arce podría descabezar a la oposición de la élite cruceña. Por el otro, dentro de la interna del MAS, todos aquellos discursos críticos a Arce, que pierden toda potencia con la aprehensión de Camacho. Todo esto, solo si le sale bien las cosas”.

Si las críticas del expresidente Morales apuntan a Arce, porque supuestamente el actual presidente “no ha actuado con suficiente dureza” para esclarecer las masacres de Senkata y Sacaba de 2019, la detención del gobernador de Santa Cruz llegaría para cerrar la distancia. La detención de Camacho se suma a la del expresidente del Comité Cívico Potosinista, Marco Antonio Pumari, aliado político del gobernador de Santa Cruz, y a la de la expresidenta interina, Jeanine Añez. Esto podría ser leído por las filas de su propio espacio político como una manera de cerrar una deuda abierta hace tres años atrás. “Eso dejaría muy fortalecido a Arce dentro del MAS”, analiza Bejarano. 

Jeanine Áñez comparó este miércoles la detención del gobernador de Santa Cruz y líder opositor, Luis Fernando Camacho, con su aprehensión y dijo que el operativo policial fue un “secuestro”. Áñez responsabilizó al presidente Luis Arce y al expresidente Evo Morales de preparar “un megaoperativo policial/militar para secuestrar al gobernador Luis Fernando Camacho”.

“Por primera vez en la historia del MAS, una división interna ha enfrentado a una parte del movimiento, cuya cabeza es la más alta del gobierno, el exministro de Economía y actual presidente Luis Arce contra un MAS cismático, escindido tras acusar de traición al oficialismo gobernante por fuera de la administración del actual gobierno, porque su cabeza es el ex presidente Evo Morales”, dice Grieco y Bavio. “Para el MAS ahora opositor, el MAS gobernante resultó ser un traidor”.

La “traición” responde a un supuesto “pacto” entre el Gobierno y Santa Cruz para que el Comité Cívico local levante el paro y llegue a un entendimiento sobre la fecha de celebración del Censo nacional, postergada por la pandemia.

“Cuán convincente le resulte al electorado boliviano, hasta dónde llegará la resistencia que opondrá la Media Luna oriental ante una decisión que encuentra arbitraria, excesiva, inoportuna, en contra de un líder que sin embargo había dejado de encender entusiasmo, resulta difícil decirlo”, dice el periodista argentino.

Con información de EFE