La Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina (RESCOP), alertó este martes de que un carguero procedente de Chennai (India), que había parado en Las Palmas de Gran Canaria y tenía prevista otra escala en Cartagena (Murcia) portaba armas, componentes y explosivos que tendrían como destino final el puerto de Ashdod, en Israel, localizado a unos 30 km de la Franja de Gaza. No se trataba de una noticia menor: el artículo 6.3 del Tratado de Comercio de Armas, parte de la legislación española, prohíbe expresamente el tránsito de esos productos con destino a países que puedan estar violando, entre otros, el derecho internacional humanitario. A estas alturas, hasta EEUU, el padrino de Israel, reconoce que es “razonable evaluar” que eso se ha producido. Sin embargo, apenas un puñado de medios de comunicación se interesaron por la noticia. Por el contrario, las declaraciones del Ministerio de Transportes negando la mayor sí han sido objeto de cobertura generalizada. Es sintomático dónde se percibe la noticia.
El ministro de Transportes, Óscar Puente, dijo en un tuit lo siguiente: “Algunos andan enredando con un barco (Borkum) que hará escala en Cartagena y que, según ellos, lleva armas a Israel. FALSO. El barco ya tocó suelo español en Las Palmas, donde pasó aduana. Su carga se dirige a la República Checa, a donde llegará tras ser descargada en Eslovenia (Koper)”. El ministro compartió en su tuit un documento de autorización de tránsito del Borkum, con la fecha borrada, con un número “IMO 99457153”, con llegada a Las Palmas el 10 de mayo y salida el día 11. Esto parece coincidir con el barco IMO 9457153 (el IMO tiene siete dígitos, no ocho) que, según VesselFinder, llegó a Las Palmas el día 12 de mayo a las 0:12 y salió a las 6:30, tras poco más de seis horas en el puerto canario.
Ese documento muestra la autorización para 32 contenedores (el Borkum puede transportar muchos más, hasta 385, según la compañía propietaria, Sunship, aunque las fotos obtenidas muestran que va poco cargado), y confirma que ese barco porta armas y explosivos, concretamente de clase 1.1D UN 0209 (según el documento, “cartuchos de trinitrotolueno (TNT)”) y de clase 1.1E UN 0006 (cartuchos para armas, con carga explosiva). Cabe aclarar que un “cartucho” de 30 mm de calibre puede llegar a pesar más de medio kilo y uno de 120 mm más de 20 kg. Por su lado, la RESCOP había alertado en su comunicado de 20 toneladas de motores de cohetes (código UN 0186), 12,5 toneladas de cohetes con carga explosiva (código 0181), 1.500 kilos de sustancias explosivas (0477) y 740 kilos de propulsores para cañón (0242), todo de la clase 1.3C.
El punto de partida es una filtración “desde dentro”. Alguien con conocimiento de la lógica completa de la transferencia, anteponiendo la integridad moral a la profesional, habría comunicado a personas de su confianza que ese barco lleva armas con destino a Israel y facilitado el documento en el que se exponía a los posibles comerciantes las condiciones requeridas. Ese documento sería previo a la contratación y, por tanto, no está referido ni el barco ni el contratista ni las escalas. Se trata de la demanda del servicio y no de su materialización. Es decir, el operador escogido determinaría, a posteriori, cómo se llevaría a cabo. La fuente ofreció detalles adicionales, manuscritos en el documento filtrado, que incluían, entre otros, los datos del barco, las escalas o el destino final del barco (Koper, en Eslovenia) y de los contenedores con las armas, municiones y explosivos (Ashdod, en Israel).
En realidad, esa fuente no informó de un barco, sino de dos. Según la filtración, otro carguero, el Vertom Odette, de bandera de Luxemburgo y número IMO 9373333, procedente de Chennai y con llegada esperada a Luanda (Angola) este viernes, proseguirá después hacia Las Palmas, volverá a detenerse en algún puerto en el estrecho (Gibraltar o Algeciras) para repostar y también descargará su contenido en Koper. Este segundo barco partió de Hai Phong, en Vietnam, y transporta, siempre según la fuente, material de la clase 1.1, concretamente “TNT” (trinitrotolueno), además de armas, en entre 36 y 45 contenedores. El destino sería el mismo que el del Borkum, para ser transferido después a Ashdod, en Israel. La filtración dejaba anotado un aviso: “el barco paró en Chennai tras Vietnam, posible que cargara contenedores con más ”IMO 1“ [(explosivos)] armas, motores de cohetes, etc.”.
Una misma fuente alertó de dos tránsitos en España de armas con destino a un mismo puerto en Eslovenia y destino final en Israel de material que se cargaba en un mismo lugar, Chennai, advirtiendo de que los cargos podían ser modificados. La presencia de uno de los productos de los que avisaba la fuente, el trinitrotolueno, ha sido confirmada por el ministro de Transportes. Conviene insistir en que la información filtrada no corresponde a la documentación del transporte real, sino a las intenciones que tenían las empresas que querían llevar a cabo la transferencia. El documento exigía confidencialidad, en los siguientes términos: “el uso del nombre IMI Systems (IMI) o Israel (…) no será de ninguna manera publicitado en Internet”. IMI Systems es propiedad de Elbit Systems, la principal empresa israelí, la 24ª del mundo en cuanto a ventas y, probablemente, la más involucrada en lo que hace en la Franja de Gaza el ejército israelí, a quien suministra, entre otros, artillería y drones, que publicita sin tapujos como “probados en combate”.
Según MarineTraffic, en la noche del martes 15 de mayo estaba siguiendo el movimiento de 266.197 barcos en todo el mundo. La fuente filtró a alguien de su confianza que dos de ellos estaban de camino a Israel a través de España y Eslovenia y cargaban armas, municiones y explosivos. Solo ha llegado uno de esos cargueros, y el Gobierno ha confirmado dos de esos tres elementos: va a Eslovenia y porta municiones y explosivos, de la misma categoría que advertía la fuente. El resto de los materiales quizá no llegaron a cargarse, quizá están en ese mismo barco o quizá llegarán en breve en el Vertom Odette o en cualquier otra nave.
De hecho, ha aparecido un tercer carguero, el Marianne Danica, de bandera danesa, con IMO 9006241 y también procedente de Chennai. Según El País, ese barco transporta 26,8 toneladas de material explosivo con destino a Haifa (Israel). Lo curioso es que se encuentra a apenas cinco días de distancia de Cartagena, aproximadamente a la altura del Sáhara Occidental, después de haber hecho escala en Cabo Verde, y tanto MarineTraffic como VesselFinder siguen, en la tarde del jueves, mostrando a ese puerto español como destino. Haifa es el puerto alternativo señalado en el documento filtrado por la fuente como destino de las armas. El Gobierno ha rechazado el permiso de escala a ese buque, y todo apunta a que esta denegación es reciente y es una consecuencia directa de la comunicación de la RESCOP. A medida que van apareciendo documentos y declaraciones, la punta parece mostrar un iceberg cada vez más grande.
Quedan más elementos de preocupación. El primero está relacionado con el puerto esloveno de Koper; el segundo, con la República Checa. Según el medio israelí Globes, ante las dificultades encontradas, los importadores israelíes han considerado introducir mercancías turcas a través de los puertos eslovenos de Koper o Liubliana.
Así funciona, según el artículo: “Se considera que es fácil trabajar con la aduana de Koper en Eslovenia. Tan pronto como las mercancías llegan a la ciudad eslovena o a cualquier puerto de otro tercer país, se pueden descargar en el muelle, ya sea un contenedor completo o parcial. En esta etapa, se informa a la aduana local que las mercancías no entrarán el país. Se intercambian conocimientos de embarque y las mercancías se recargan en otro barco y desde allí se envían al destino final”.
En cuanto a la República Checa, caben varias observaciones.
En primer lugar, la misma fuente que probó acertar, aun parcialmente, en sus advertencias, dejó claro que los cargueros no van a Israel, sino a Koper, señalando que, desde el puerto esloveno, llegarán a Israel, sin concretar si será directamente o con tránsito en uno o varios países.
En segundo lugar, la República Checa puede reexportar esas armas. Cuando España u otro país de la UE autoriza la exportación de “material de defensa”, solicita al receptor un certificado de destino final, de manera que pueda conocer dónde terminan sus productos. Si el receptor de esas armas decide a posteriori reexportarlas, tiene que pedir autorización a España, el país exportador original. Existen algunas excepciones, pero esta es la idea general que se recoge en la legislación española y europea.
En el caso que nos ocupa, India parece haber pedido una certificación similar a la República Checa. En España, los detalles de esa información son secretos, pero el certificado de la República Checa e India se ha publicado. Ese documento no dice que los productos no serán reexportados, sino que esa operación debe estar autorizada. En tercer lugar, Israel tiene unas relaciones privilegiadas con India en materia armamentística.
Por lo general, las transferencias van en el sentido opuesto, de Israel a India, pero nos encontramos en un contexto de “necesidad” para Israel, como demuestran las peticiones de suministro de municiones que ha realizado con carácter de urgencia. Según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), la fuente más prestigiosa en esta materia, el 37% de todo lo que exportó Israel al mundo en el periodo 2019-2023 fue destinado a India, mientras que India no aparece entre los 25 exportadores de armas que lista el SIPRI.
Sin embargo, también produce y vende armas a Israel, incluyendo motores de cohete, uno de los tipos de armamento del que alertaba la fuente. Finalmente, en cuarto lugar, la República Checa es, quizá, el Estado de la UE que más ha demostrado apoyar lo que está haciendo Israel en la Franja de Gaza.
Por un lado, en el apoyo político. Por ejemplo, en la resolución de la Asamblea General de la ONU de 27 de octubre, en la que se pedía una tregua humanitaria, la República Checa fue la única en la UE, junto con Austria, Croacia y Hungría, que votó en contra; en la resolución que pedía un alto el fuego, de 12 de diciembre, solo Austria y la República Checa se opusieron; en la resolución de 10 de mayo, para pedir al Consejo de Seguridad el reconocimiento de Palestina como miembro de pleno derecho de la ONU y la ampliación de derechos mientras tanto, Hungría y la República Checa fueron los únicos países de la UE que votaron en contra.
Por el otro lado, en el apoyo armamentístico: la República Checa no solo no paró sus exportaciones de armas a Israel en octubre, sino que, como sugieren las estadísticas, podría haber aprovechado que otros países así lo hicieron para aumentar sus envíos. Solo considerando la categoría 93 (armas y municiones) de la base de datos de la Secretaría de Estado de Comercio (el “material de defensa” suele tener un volumen económico muy superior al añadir vehículos, aeronaves, barcos, electrónica o componentes ópticos, entre otros), la República Checa fue el tercer país de la UE, tras Eslovaquia y Rumanía, en volumen de exportaciones a Israel. Envió armas y municiones valoradas en 618.630 euros en 2019, en 2020 fueron 363.030, en 2021 469.700, en 2022 313.460 y en 2023 1.778.140. Exportó en octubre, noviembre y diciembre, y, solo en febrero de 2024 (último mes con datos disponibles), se exportaron 795.520 euros, de los que 615.540 correspondieron a la categoría 9306 (“bombas, granadas, torpedos, minas, misiles, cartuchos y demás municiones y proyectiles, y sus partes, incluidas las postas, perdigones y tacos para cartuchos”).
En esa categoría, la República Checa ha exportado más en los cinco meses entre octubre y febrero que en los 57 meses anteriores, entre enero de 2019 y septiembre de 2023. Es esperable que, cuando se publiquen los datos de mayo o junio, aparezcan nuevas exportaciones de la República Checa en las mismas categorías de lo que filtró la fuente (en buena parte, la 9306), pero esos datos no podrán probar si pasaron por España.
Este caso permite sacar algunas conclusiones.
La primera es que parece existir una vía para canalizar armas a Israel desde Chennai, como puerto de origen o de tránsito en el que puede o no realizarse transbordo, esto es, carga o descarga, y que esta vía ha incluido puertos españoles. El Marianne Danica no es un desconocido en el tráfico de armas más controvertido, un informe de Sergio Finardi y Peter Danssaert de 2012 ya señaló a ese carguero en relación con transferencias a Egipto durante la denominada Primavera Árabe. Es como mínimo llamativo que un barco así utilice esa ruta.
La segunda es que, al parecer, esa vía ha sido descubierta tras la alerta de la RESCOP, porque el hecho de que en los buscadores siga figurando Cartagena como el lugar adonde se dirige el Marianne Danica sugiere que la denegación ha sido muy reciente. Será de interés seguirle la pista para ver qué escalas alternativas utiliza.
La tercera conclusión es que Koper como puerto y la República Checa como destino merecen un escrutinio específico. Se han localizado tres barcos en movimiento en apenas tres días sospechosos de llevar armas a Israel a través de una misma ruta. Han pasado 222 días desde el 7 de octubre, y no parece prudente suponer que esta vía acaba de abrirse. Convendría hacer una investigación de los barcos que la han utilizado para conocer la envergadura del problema, que continúa, porque varias de las opciones que pueden identificarse en este texto son susceptibles de ser reproducidas, y aparecerán otras.
Con todo, el asunto en relación con España no está, ni de lejos, cerrado. El Borkum continúa presentando algunos interrogantes.
Por ejemplo, el destino de los “cartuchos de trinitrotolueno” que figuran en el documento de autorización de tránsito compartido por el ministro Puente no ha sido aclarado, y recordemos que era uno de los productos que alertaba la fuente que necesitaba en Israel IMI Systems. El País ha informado de que está previsto que el Borkum desembarque parte de su carga con destino a la Fábrica de Municiones de Granada, propiedad de la firma eslovaca MSM, pero el TNT figura en un documento de tránsito, no de importación.
También está pendiente conocer qué porta el Vertum Odette y si estarán autorizadas sus escalas en España; o conocer si cualquiera de esos barcos porta algo más de lo que se ha informado o de lo que figura en los documentos oficiales; o si la carga que denunciaba la fuente coincide con lo que cargan otros navíos que han pasado o pasarán por España.
Y ya que estamos, ¿podría el Gobierno garantizar que otros lugares el territorio español no se están utilizando para el tránsito de armas a Israel? Según el diario israelí Haaretz, al menos 40 aviones militares de transporte pesado C-17 y otros 60 aviones 747 de transporte civil alquilados suministraron armas y equipos militares desde las bases en EEUU y Europa a la base de la Fuerza Aérea de Israel de Nevatim, localizada a unos 15 km de la ciudad de Beerseba, en el desierto del Néguev. Esos suministros habrían partido de distintas bases: Dover (EEUU), Ramstein (Alemania), Al-Udeid (Qatar), Alexandroupoli (Grecia), Sigonella (Italia) y Rota, en Cádiz. Los C-17 pueden transportar desde tanques a helicópteros de combate.
Por otro lado, el portal Declassified señala que las armas estadounidenses probablemente también se suministran desde la base militar británica de Akrotiri, en Chipre, procedente de las bases militares estadounidenses en Turquía, Alemania y España. Los 18 y 24 de octubre, por ejemplo, dos gigantescos aviones militares de transporte C-17A Globemaster de la Fuerza Aérea de EEUU volaron de Rota a Akrotiri. Aquí se muestran los detalles del segundo trayecto. Según Declassified, estos vuelos son raros, ya que no pudo encontrar ningún vuelo entre esas bases en los dos meses anteriores al 7 de octubre.
La RESCOP ha alertado de una preocupación mayúscula y compartido una información valiosa, pero el Gobierno ha mirado el dedo y no adonde este señala. Debe evitar proactivamente que un material así llegue, a través de España, a un lugar como Israel en un momento como el actual, revisar lo que haya podido pasar con anterioridad y estar alerta a lo que pueda venir.